-El pobre no sabía dónde meterse después de atascar la impresora -todas las personas alrededor estallan a carcajadas después de la anécdota de Soon Bok uno de los gerentes internacionales que colabora con Samsung.
-Ven, salgamos a tomar un poco el aire ¿sí? -Alexander me indica la salida a la terraza y agradezco salir del gran salón. Es realmente abrumador.
No es solo la gran cantidad de asistentes en el evento lo que drena, son las numerosas personalidades importantes en el mundo de los negocios, las voces que discuten de forma divertida en múltiples idiomas, provocando que mi cabeza trabaje a la velocidad de la luz tratando de entender y adaptarme a cada momento. Es realmente agotador, pero consigo divertirme, al fin y al cabo, desde que inicié la carrera quise participar en eventos de una magnitud como este.
Pero ahora me planteo si realmente sería capaz de formar parte de él, de disfrutar estar rodeada de tantas personas y presionada a socializar con una sonrisa en el rostro. No sé si estoy preparada.
El ballet ha sido hermoso y he agradecido infinitamente haberme puesto máscara waterproof, porque si no hubiera terminado como un lindo mapache con los ojos hinchados de tanto que he llorado, ojalá poder repetir esa experiencia cada finde semana. La cena de gala también está siendo muy entretenida, el salón central dividido en pequeñas mesas haciéndolo ver aún más inmenso de lo que es, la vajilla finamente colocada sobre las mesas junto a la cubertería dorada.
Nuestros compañeros de mesas han sido son realmente agradables, aunque no falta quien mira mal o hace algún comentario fuera de lugar, pero le resto importancia centrando mi atención en el hermoso decorado en tonos cremas y dorados, con camareros que pasean los distintos aperitivos, realmente deliciosos acompañados por un cuarteto de cuerda que ameniza la noche.
-¿Lo estás pasando bien? -asiento llevando la copa de limonada a mis labios pensativa.
Soy consciente de que una de las razones por las que he podido sobrellevar semejante despliegue festivo a sido gracias a Alexander. Ha sido muy atento conmigo, cuidando cada de talle para que no me sintiera incómoda, presentándome a todos los invitados e incluyéndome en la conversación para que no me quedase fuera. Es la primera vez que un chico muestra preocupación genuina por incluirme en su círculo, por lo que siento alagada en cierta forma, aunque sé que es lo mínimo, pero hasta este momento no lo había experimentado.
-Está siendo una noche increíble, muchas gracias.
-Gracias a ti por aceptar acompañarme, no tenía opción a negarme a la cena, pero tenerte aquí ha sido el mejor acierto desde que llegaste a la compañía -me sonrojo levemente bajo su mirada y no puedo evitar que mi corazón se acelere mínimamente.
-Es muy amable de tu parte Alexander, gracias por todo.
-No seas tan formal Mei, no estamos en el trabajo, ven -nos dirigimos a los sillones situados a un costado de la terraza. -Realmente tenía muchísima curiosidad por conocerte fuera del ámbito laboral, de tanto papeleo y formalismos. Quiero descubrir todo lo que guardas en esa cabecita.
-Demasiado la verdad, no sé cómo no me salen por las orejas -mi comentario le hace reír.
-¿Qué te hizo volver a Corea?
-Cuando hice mi intercambio disfruté de conocer gente, la comida y hacer turismo, pero no sentí que aprendiera algo realmente útil para mi carrera o futuro. Quería hacer algo relacionado con estilismo, moda o comunicación, pero el protocolo era lo que más me gustaba así que intenté probar y tuve la bendita suerte de que me aceptasen.
-¿Y ahora sientes que es útil lo que haces?
-Sí, no cabe duda. He reforzado lo básico que sabía del idioma, he adoptado una rutina y he salido de mi zona de confort.
ESTÁS LEYENDO
Entre notas y silencios | Kim Sunwoo
Fanfiction-Créeme, si pudiera olvidar todo lo vivido y enterrarte en mi memoria, lo haría, pero no puedo. -No te dejaría. -¿El qué? -Te lo dije hace tiempo y te lo digo ahora, no puedo no ser egoísta contigo, te quiero junto a mí. Quiero estar a tu lado, quie...