Hassle [Problemas #3]✔️

Capítulo 15

"Lo sabré esta noche"

Roy

Me recosté en el sofá, estrujándome la sien derecha con los dedos. El dolor de cabeza había ascendido a tal punto que no me sorprendería si mi cabeza explotaba de un momento a otro.

Suelym seguía sin responder a mis llamadas, Shelsie no se había reportado desde el día anterior, y Seith no conocía el paradero de mi prometida, salvo que había salido con Shelsie a dar una vuelta. Al menos no debía preocuparme por su seguridad mientras estuviera con la virreina de Nikolái. Shelsie le cortaría la cabeza a cualquiera que le pareciera mínimamente sospechoso en un abrir y cerrar de ojos, además, podía notar que le agradaba Suelym. Todos sabíamos que los Mallacht, si bien podían ser peligrosos e impredecibles, protegían a quienes gozaban de su favor.

Aun así, no podía deshacerme de la mala sensación que me había impedido dormir la noche anterior. No me agradaba que Shelsie no se reportara, no me agradaba no saber cómo estaba Suelym, pero, sobre todo, no me agradaba sentir que ella estaba haciendo aquello adrede para lastimarme. Estaba resentida conmigo, podía saborearlo en su silencio, y, por más que encontrara válidos sus motivos, no podía evitar la ligera punzada de enojo que se filtraba en el dolor de extrañarla. La amaba, todo lo que hacía era para protegerla, y su afonía hacía mi sangre hervir.

Aunque sería injusto imputarle la culpabilidad total de mi dolor de cabeza cuando Keyler estaba intentando con todas sus fuerzas equiparar responsabilidades. Le di vuelta al USB en mi mano, el vídeo de la cámara de vigilancia que mostraba al asesino de Darío estaba dentro. Un asesino sin rostro.

—Tienes que dárselo a Logan —repitió Keyler por cuarta vez, como si no lo hubiera escuchado las tres anteriores.

Audrey, sentada a su lado, deslizó una mano en la rodilla de él, dándole una señal para que cerrara la boca. Ella me conocía lo suficiente como para saber que no me agradaban las repeticiones innecesarias. Keyler soltó un suspiro cargado de hastío, pero no volvió a hablar

Él tenía razón, Logan debía analizar el vídeo, y por supuesto que se lo daría; pero ello conllevaría a que Amy lo supiera, Brandom, Andrew y Kristal también, y así todo el esfuerzo por mantener las operaciones de Keyler en silencio se irían al caño. Estaba consciente de que no tenía otra opción, pero no podía evitar resistirme a la idea. Keyler centraba sus sospechas en Abraham, pero yo no descartaba la posibilidad de Jeremy y Evie. Incluso en mis más largas noches de insomnio me había sorprendido a mí mismo repasando desafortunados escenarios donde la traición provenía de mis amigos más cercanos o alguien fuera de mi radar. Ni siquiera podía decir que confiara plenamente en Keyler. Quería hacerlo, pero simplemente me era imposible.

El otro aspecto con el cual debía lidiar era Audrey. Sabía que ella estaba acompañando a Keyler desde el comienzo, los había visto salir juntos una vez y atar cabos no fue realmente difícil. Él estaba enamorado, respetaba y entendía su posición. Yo tampoco le hubiera ocultado a Suelym lo que hacía de haber estado en su lugar. Audrey era capaz, siempre lo fue, era una verdadera lástima que Imperio no fuera de su agrado porque tenía el potencial y el entrenamiento de una emperatriz. Le pedí a Keyler que la consultara sobre las cámaras de seguridad para darle una excusa de decirme que la había involucrado y todo salió justo como pensé. Sí había una cámara que yo no había encontrado, pero que ella pudo detectar, y Keyler me confesó su asociación, por llamarle de alguna forma. Sinceramente ni siquiera estaba molesto, pero me gustaba la idea de torturar a Keyler un poco más con mi silencio. Audrey y él habían hecho un buen trabajo, mejor de lo que yo mismo habría podido, les agradecía profundamente eso.

—Hablaré con Logan mañana —dije al fin—, también con Brandom y Andrew.

Keyler asintió, visiblemente relajado. La mano de Audrey seguía sobre él, y me atrevía a decir que era la fuente de su calma. Me recordaban a Suelym y a mí.