Capítulo 14

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"La pieza clave"

Audrey

Esa vez sí culparía a Keyler por arrastrarme con él. Me había abordado aquella mañana con una nueva misión, según sus propias palabras, sin más detalles o pistas, y mucho menos sin la maldita decencia de decirme que entraríamos a casa de Suelym. No me sentía bien entrando sin permiso a la casa de un difunto, era casi como profanar su tumba.

Miré a Keyler cerrar la puerta detrás de mí. Él no parecía afectado. Lo único que le preocupaba era que algún vecino nos viera, así que tuvo el cuidado de aparcar su auto una calle más abajo y de esperar pacientemente a que ni un alma estuviera alrededor para aventurarse a abrir la puerta principal.

—Esto me da mala vibra —dije, ganándome una risita burlona de su parte.

—No nos va a salir un fantasma —respondió, tomando la delantera y atravesando el corredor que conectaba la sala con la cocina.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo al recordar que allí habían encontrado el cadáver de Darío. No culparía a Suelym si decidía no volver nunca más a su casa, sin duda había algo tétrico que se adhería a las paredes cuando presenciaban un crimen.

—No seas irrespetuoso —le regañé, viendo como echaba un vistazo a la habitación de Suelym desde la puerta.

—No lo estoy siendo —se defendió, dándome una mirada rápida—. Daremos un repaso rápido y nos vamos.

Giré en mi sitio, contemplando cada detalle de la cocina mientras él se encargaba de revisar la habitación de Darío sin mover nada de lugar. No tenía idea de qué estaba buscando, pero no creía que lo encontrara si solo miraba de lejos.

—¿Qué venimos a buscar de todas formas? —pregunté, alcanzándolo cuando abrió la puerta de la oficina del padre de Suelym.

—Roy dice que la policía no se tomó muy en serio su trabajo de revisar la casa y tiene la corazonada de que Darío pudo dejar algo importante.

Fruncí el ceño. ¿Algo importante que la policía no hubiera encontrado y tomado ya?

—Define importante —pedí, apoyándome en el marco de la puerta.

—No sé si sabes, pero Suelym y su papá no tuvieron la mejor de las relaciones por años —explicó, echando hacia atrás la silla del escritorio para acceder a los cajones de abajo—, se acercaron más luego de la muerte de Lina y, aunque Suelym no lo sabe, Darío se preocupaba mucho por su seguridad. Instaló un sistema de alarmas de última generación en la casa, cerraduras dobles en puertas y ventanas, y compró un arma —sacó una funda de pistola vacía del segundo cajón—. El hecho de que no se hubiera defendido de su agresor, con todo lo preparado que estaba para ello, solo quiere decir que es alguien de quien no sospechó hasta que fue muy tarde.

—Es extraño que no haya instalado cámaras de seguridad.

—Creemos que sí lo hizo —añadió Keyler, cerrando el cajón y yendo a por el de abajo—, pero la policía no encontró ninguna.

Comenzaba a entender por qué Roy le pidió a Keyler revisar la casa personalmente. Mi madre era muy precavida con la seguridad en nuestra residencia en Londres. No podías dar dos pasos por las áreas comunes sin toparte con algún extraño adorno que en realidad fuera una cámara de vigilancia camuflada. Muchas eran indetectables salvo para ella, que las colocaba personalmente, y para mí, que había sido entrenada meticulosamente para vigilar cada paso que diera cualquier persona en mi casa... y Roy sabía eso.

—¿Roy te pidió que me trajeras? —pregunté, viendo de repente las conexiones del motivo de mi presencia allí.

—No —aseguró Keyler—, no sabe sobre nuestro acuerdo, pero sí me dijo que te preguntara sobre escondites para cámaras. No dijo mucho, pero confía en que tú sabes donde buscarlas.

Hassle [Problemas #3]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora