Hassle [Problemas #3]✔️

Capítulo 21

"Solo déjalo"

Suelym

—Esto es mi maldita culpa —repitió Logan, bordeando un camión para adelantarlo en la autopista.

Otra ola de cláxones sonó tras nosotros, protestando por la forma de conducir de Logan. Me concentré en el mapa que mostraba su teléfono, siguiendo la ubicación del móvil de Amy. Yo marcaba insistentemente a su teléfono desde mi número, pero no hubo respuesta en ninguno de los intentos.

—¡Detente! —grité cuando vi el semáforo frente a nosotros en rojo. Logan no escuchó. Miré la patrulla de policía que permanecía algunos metros por delante en el otro carril— ¡Logan, detente!

Pisó el freno a último minuto, quedando un poco fuera de la marca de STOP en el pavimento.

—No vamos a llegar a ningún lado si nos detienen —expliqué, señalando a la patrulla—. No tengo una llave de Imperio encima, y de tenerla tampoco creo que les importe mucho.

—Esto es mi culpa —repitió—. Yo lo estaba investigando, descubrí su nombre, debí ver que Lina era su hermana.

—No es tu culpa —aseguré, dejando el teléfono de lado para mirarlo.

—Sí lo es, Suelym —rebatió, con la mirada clavada en el semáforo frente a nosotros—. De haber mirado en su familia lo hubiera descubierto. Solo tenía que indagar un poco más y nos habría ahorrado todo esto.

La luz cambió a verde. Logan aceleró, forzando el motor para que alcanzara toda su potencia.

—Nada de esto es tu responsabilidad —dije, volviendo la vista al GPS—. Gira a la derecha —indiqué, viendo un camino más rápido a la ubicación de Amy.

Insistí en el teléfono, pero esa vez ni siquiera le entró la llamada.

—¿No contesta? —preguntó Logan al ver que me quedaba mirando la pantalla.

—Ahora está apagado —murmuré.

—Dejó de moverse —dijo, alternando la mirada entre el GPS y la carretera.

Estábamos a veinte kilómetros. Pero algo estaba mal. La ubicación marcaba un punto de la avenida que había estado cerrado por reparaciones desde hacía tres días. La mitad de una elevación se había desplomado y toda la zona se clausuró.

—Toma la vía de abajo —ordené, ampliando la vista de su ubicación en el mapa.

—Ella no pasó por aquí —dijo, llegando a la hilera de conos perfectamente colocados en el pavimento como alerta a los conductores de que el paso estaba prohibido.

Logan derribó dos para seguir el camino, creando una única brecha. Ningún auto había transitado por esa calle, pero el punto de la ubicación era allí. El mapa lo mostraba claramente.

—¿Eso es humo? —pregunté, viendo una pequeña nube formarse a unos kilómetros de nosotros.

Logan aceleró, teniendo que frenar de pronto unos segundos después cuando divisamos dos autos tendidos en la calle. Uno azul, volcado totalmente, con la puerta del conductor abierta y semidestruida, y algunos metros más adelante, uno blanco. El auto de Amy.

Tiré el teléfono de Logan en el asiento, tomando el arma de Roy. Logan corrió hasta Amy, pero yo me detuve junto al deportivo azul. El frente estaba hecho añicos. Me agaché lo suficiente para ver a Salazar dentro, desplomado contra el techo del auto, que ahora estaba contra el suelo. Tenía la mitad del rostro cubierta de hilos de sangre, pero respiraba. Debió de zafarse del cinturón de seguridad y patear la puerta para salir, supuse que perdió la fuerza que le quedaba antes de lograrlo. El olor a gasolina inundaba el aire. Di un paso hacia atrás para comprobar que comenzaba a formarse un estanque en el suelo. El humo que había visto antes salía de allí, pero no sabía de qué parte exactamente.