Hassle [Problemas #3]✔️

Capítulo 7

"No hay un plan"

Keyler

Cuando recibí el mensaje de Andrew, pidiéndome que fuera a su casa, pensé que Audrey le habría dicho sobre nuestra conversación de la semana pasada. Casi me arrodillé a darle gracias al cielo al ver que nos había citado a todos. Pero eso no borró del todo mi preocupación, la tensión en la sala era extremadamente densa.

Levanté el rostro, fijándome en la mirada que compartían Amy y Logan, sentados en un extremo del sofá frente a mí, con Brandom a su lado y Kristal apoyada en el brazo del mueble. Ellos parecían estar casi tan perdidos como yo. Abraham y Jeremy se habían quedado de pie, recostados a ambos extremos del marco de la puerta, como si alejándose pudieran escapar de la bruma de angustia que flotaba en el aire.

Cerré momentáneamente los ojos cuando Audrey pasó frente a mí y se dejó caer a mi lado, dejando una distancia prudencial entre nuestros cuerpos que no impidió que su olor llegara hasta a mí. Reprimí el impulso de olfatearla como un perro. Siempre olía tan bien, y nunca había podido descubrir la esencia exacta de su fragancia. Su rodilla dio un suave golpe contra la mía, en un movimiento totalmente deliberado que me hizo levantar la mirada. Podía ver la pregunta en sus ojos, sobre si yo sabía qué estaba pasando, solo pude negar con la cabeza. Ella soltó un pequeño suspiro, hundiéndose en el mullido sofá. Volví mi atención al frente, lo suficiente como para poder verla desde mi periferia, pero sin lucir como un total idiota. Aunque no creía que pudiera disimular mucho aquello.

Audrey Miller había sido el flechazo más intenso de mi vida. La chica no tenía ni un ápice de interés en mí, lo sabía perfectamente, pero eso no le restaba a mi enamoramiento. Estaba estúpidamente embelesado con ella, en formas que me avergonzaban a mí mismo. Aún recordaba la poca resistencia que opuse a su interrogatorio, un vistazo a aquellos ojos verdes y mi capacidad de raciocinio se había reducido considerablemente. Roy me mataría si supiera que le conté sobre nuestro arreglo.

¿Me perdonaría si le dijera que el jade en su mirada resplandecía cuando intentaba sonar amenazadora y eso provocaba cosas extrañas en mi interior? No, me llamaría patético y poco confiable, y tendría razón.

Enderecé mi postura cuando Andrew y Roy entraron, ambos escaneándonos con detenimiento. Jeremy y Abraham se acercaron, deteniéndose detrás de mí. Andrew se sentó junto a su hermana, dándome una mirada recelosa, posiblemente dado que fui la coartada de Audrey a la escapada del otro día, lo cual no era totalmente una mentira. Si eso le había molestado o no, no lo sabía. Él no dijo nada al respecto, y yo no pregunté.

—Sé que tienen cosas mejores que hacer —comenzó Roy, colocándose frente a todos—, pero creo que deben estar al tanto de lo que ocurre.

Kristal asintió, dándole una mirada rápida a su esposo, casi como si le reclamara algo en silenciosos gritos. Brandom solo resopló, colocando una mano en el muslo de la pelinegra, manteniéndola a su lado.

—La tumba de Darío fue vandalizada hace algunos días —informó el alemán, aunque muchos ya lo sabíamos—, también ha estado dejando mensajes para mí en la sección de anuncios del periódico.

Alcé las cejas, incapaz de contenerme. Eso era muy Pretty Little Liars de su parte. Conecté mi mirada con Amy, podía asegurar que compartíamos el mismo pensamiento, ella nos había obligado a Jeremy y a mí a ver aquella serie, al parecer nuestro asesino también disfrutaba de los dramas adolescentes.

—Hablé con Gregor —continuó Roy—, dice que fue una mujer quien se puso en contacto con él, por lo que creemos que no actúa solo. Tiene ayuda, no sabemos cuanta, pero al menos tiene a una mujer en su nómina.