Hassle [Problemas #3]✔️

Capítulo 27

"Es una trampa"

Keyler

Le di una última mirada a mi teléfono, comprobando que la ubicación fuera la correcta. Jeremy me había enviado a la zona de contenedores del puerto, exactamente a un viejo almacén de la zona sur que, a juzgar por la falta de personal y vigilancia, no tenía mucho uso. No había luces alrededor, las sombras de la noche se tragaban todo a mi paso, exceptuando los lugares a los que llegaban tenues vestigios de la iluminación del puerto. La ventaja que Audrey me dio se había cumplido, en cualquier momento Roy y los demás llegarían. Tenía que darme prisa y encontrarla antes de que Jeremy se diera cuenta. Le quité el seguro al arma de Audrey, ocultándola bajo mi camisa en mi espalda. Solo esperaba que no se disparara accidentalmente.

La puerta estaba atascada. Empujé con fuerza, quitando del medio lo que fuera que estuviera bloqueando el acceso del otro lado. El metal chirrió al abrirse, revelando un suelo oscuro manchado de sangre. Tuve que desviar la mirada cuando comprobé que lo que estuvo bloqueando la puerta fue el cuerpo sin vida de Evie, atravesado por una herida de bala en la frente. Las náuseas me asaltaron cuando pasé por su lado, obligándome a seguir el camino hasta encontrar a Suelym. No podía detenerme. Tenía que sacarla de allí rápido.

Todo el lugar estaba a oscuras excepto por un largo pasillo a la izquierda. Supuse que quería que fuera por allí. Seguí las luces, verificando que cada uno de los contenedores a mi lado estuviera cerrado. Tenía la sensación de que él me estaba observando, oculto en algún punto entre las sombras. El último contenedor a la izquierda estaba abierto parcialmente. Jalé la cadena de la cerradura, deslizando la puerta en su totalidad. Suelym estaba dentro, inconsciente, recostada sobre un reguero de sábanas, cojines y almohadas de distintos tonos de rosa. Corrí hasta ella, arrodillándome a su lado para zarandeada un poco. Solté un suspiro de puro alivio al escuchar su respiración. Mis dedos se mancharon de sangre cuando toqué su cabeza, tenía una herida abierta en la parte posterior, no era muy grave, pero probablemente necesitaría sutura. El maldito bastardo debió golpearla fuerte para dejarla sin conocimiento. Tomé su brazo y lo cloqué de forma que rodeara mi cuello, pero cayó inerte a un lado. Esto sería difícil si ella no respondía. Como si pudiera escuchar mis pensamientos, se removió.

—¿Keyler? —preguntó en un murmullo, abriendo los ojos unos pocos segundos para volver a cerrarlos con fuerza.

—Está bien —aseguré, pasando un brazo por debajo de sus rodillas para pegarla a mí—. Te sacaré de aquí.

Ella murmuró algo, pero sus palabras se cortaron en un quejido doloroso, probablemente debido a la herida en su cabeza. La cargué al estilo nupcial con cuidado de no lastimarla, saliendo del contenedor.

—Mató a Evie —murmuró, aún con los ojos cerrados.

—Lo sé.

Caminé hasta la mitad del pasillo.

—Es una trampa —añadió, agarrándose con fuerza de los bordes de mi chaqueta.

—Lo sé —repetí, mirando fijamente como la puerta a la salida se volvía más cercana a cada paso.

Un ruido sordo se escuchó desde el pasillo contiguo y todas las luces parpadearon al unísono antes de apagarse por completo. La oscuridad era total. El único atisbo de claridad era la fina línea de luz que se filtraba por la puerta entreabierta. El sonido de algo arañando una superficie metálica me congeló. Suelym saltó en mis brazos, tan consciente como yo de que Jeremy estaba cerca. Él no dejaría que saliera de allí con ella.

Necesitaba ganar tiempo. Di algunos pasos más, escuchando como el sonido chirriante se volvía cada vez más cercano. La falta de luz no ayudaba, podía estar delante de él y no verlo venir. Suelym soltó un quejido ahogado cuando la dejé en el suelo, sentándola contra la puerta cerrada de uno de los contenedores. La herida debía dolerle como el infierno, pero no emitió ninguna otra señal de dolor.