Aclaración junto a la tensión
El sol de la mañana bañaba el estudio de fotografía con una luz suave y cálida. El equipo de producción estaba en pleno ajetreo, ajustando las luces, colocando las cámaras y preparando el set para la gran sesión de fotos. Era un día importante para todos, especialmente para Elena y Lamine, quienes serían los protagonistas de la nueva campaña de Adidas. Sin embargo, bajo la superficie, ambos estaban lidiando con sus propios pensamientos y emociones.Elena llegó al estudio temprano, como siempre, acompañada por Marta, su manager. Había pasado la noche en vela, dándole vueltas a lo que Pedri le había contado sobre la reacción de Lamine durante su directo. Estaba nerviosa por verlo, no solo por la sesión de fotos, sino también porque sentía la necesidad de aclarar las cosas entre ellos. Sin embargo, la ansiedad de hablar con él la estaba consumiendo.
Lamine, por su parte, también estaba en el estudio, revisando su atuendo junto con uno de los estilistas. Había intentado distraerse de los rumores y de todo lo que había sucedido, pero no había podido sacarse de la cabeza el hecho de que toda esa situación había sido incómoda no solo para él, sino también para Elena. Sabía que en algún momento tendrían que hablar, pero no estaba seguro de cuándo o cómo hacerlo.
Finalmente, llegó el momento de empezar la sesión. El fotógrafo, un hombre de mediana edad con un aire de autoridad, los llamó al set, donde una escena urbana había sido recreada con grafitis y luces de neón. Elena y Lamine se colocaron en sus posiciones, intentando centrarse en la sesión. A pesar de sus mejores esfuerzos, la tensión entre ellos era palpable.
El primer disparo de la cámara fue acompañado por un destello de luz. Elena y Lamine posaron de manera profesional, pero sus mentes estaban en otra parte. Cada vez que sus miradas se cruzaban, había un destello de incertidumbre, como si ambos estuvieran buscando la oportunidad de romper el hielo pero sin saber cómo.
El fotógrafo, con una energía contagiosa, se movía de un lado a otro del set, ajustando su cámara y observando a Elena y Lamine con ojos críticos pero amables.
-¡Muy bien, chicos! -exclamó, levantando una mano para llamar su atención-. Elena, necesito que gires un poco el cuerpo hacia la izquierda, sí, así está perfecto. Lamine, inclínate un poco hacia ella, como si estuvieras a punto de decirle algo interesante. ¡Eso es!
Elena obedeció, moviéndose según las indicaciones, pero su mente estaba lejos de la sesión. Observaba a Lamine de reojo, preguntándose qué pensamientos rondaban su cabeza.
-¡Genial, chicos! -continuó el fotógrafo-. Ahora, Lamine, coloca tu mano sobre el hombro de Elena, pero con suavidad, sin forzar la pose. Quiero que parezca natural, como si estuvieran en medio de una conversación divertida. Elena, mira hacia él y sonríe, pero no demasiado, solo una sonrisa sutil.
Lamine hizo lo que se le pidió, pero al hacerlo, sintió que su cuerpo se tensaba aún más. Cada pequeño movimiento se sentía incómodo, como si la tensión que ambos compartían se estuviera filtrando en la sesión.
-¡Eso es! -dijo el fotógrafo, ajustando rápidamente un foco-. ¡La química entre ustedes es fantástica! Ahora, Elena, apoya ligeramente tu cabeza contra Lamine, solo un toque, como si estuvieras confiando en él. Y Lamine, mírala con una expresión más relajada, como si estuvieras disfrutando del momento. Perfecto, mantengan esa mirada unos segundos más...
Mientras seguían las instrucciones, ambos luchaban por mantener la compostura. Las palabras del fotógrafo, que pretendían resaltar una conexión entre ellos, parecían hacer que la tensión aumentara. Los sentimientos que habían estado intentando ignorar durante toda la sesión empezaban a convertirse en una carga casi insoportable.

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𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐭𝐮 (𝐋𝐚𝐦𝐢𝐧𝐞 𝐘𝐚𝐦𝐚𝐥)
Romance𝑳𝒂𝒎𝒊𝒏𝒆 𝒀𝒂𝒎𝒂𝒍, 𝒖𝒏𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂 𝒆𝒎𝒆𝒓𝒈𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒍 𝒇ú𝒕𝒃𝒐𝒍, 𝒚 𝑬𝒍𝒆𝒏𝒂 𝑮𝒐𝒖𝒓𝒔, 𝒖𝒏𝒂 𝒔𝒕𝒓𝒆𝒂𝒎𝒆𝒓 𝒆𝒏 𝒂𝒔𝒄𝒆𝒏𝒔𝒐, 𝒇𝒊𝒓𝒎𝒂𝒏 𝒖𝒏 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐 𝒑𝒆𝒄𝒖𝒍𝒊𝒂𝒓 𝒆 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐: 𝒇𝒊𝒏𝒈𝒊𝒓...