Cap. 19

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Al día siguiente, me desperté con una sensación de tranquilidad y satisfacción que no había sentido en mucho tiempo. La noche anterior había sido perfecta, llena de risas y buenos momentos en la Masia con Lamine y los chicos. Mientras el sol se filtraba por las cortinas de mi habitación, me levanté lentamente, permitiendo que los recuerdos de la velada llenaran mi mente.

Después de una ducha rápida, bajé a la cocina, donde Grace ya estaba preparándose un té. Sus movimientos eran ágiles y seguros, y no pude evitar sonreír al verla. Siempre había admirado su capacidad para empezar el día con energía.

—Buenos días, dormilona —me saludó con una sonrisa cálida—. ¿Cómo te sientes después de la gran noche?

—Buenos días, Grace. —Le devolví la sonrisa mientras me servía una taza de café—. Me siento increíble. Ayer fue uno de esos días que quieres atesorar para siempre. La pasé tan bien en la Masia con Lamine y los chicos. No quería que terminara.

Grace levantó una ceja, claramente intrigada.

—¿De verdad? Cuéntame más. ¿Qué fue lo que más te gustó?

Me apoyé en la encimera, perdiéndome en mis pensamientos mientras recordaba cada detalle.

—Todo, realmente. No solo fue el hecho de estar allí, sino cómo me hicieron sentir. Nos divertimos muchísimo jugando FIFA, y resultó que no soy tan mala como pensaba. Incluso les di batalla a los chicos, lo cual fue bastante gracioso. Pero lo mejor de todo fue la compañía. Lamine estuvo increíble, y aunque al principio estaba un poco tímido, luego se soltó y nos reímos muchísimo juntos. Es como si estuviéramos construyendo algo especial, algo que va más allá de la simple amistad.

Grace me miró con una expresión mezcla de comprensión y curiosidad.

—Suena como una noche mágica, Elena. Pero dime, ¿qué piensas sobre todo esto? ¿Sobre Lamine y lo que está surgiendo entre ustedes dos?

Suspiré, sabiendo que esta conversación era inevitable.

—Es difícil de explicar, Grace. Lo que siento por Lamine ha crecido de una manera que no esperaba. Al principio, pensé que solo era una amistad, algo ligero y divertido. Pero ahora… siento que hay algo más. Algo que no puedo ignorar. Y cada vez que estamos juntos, me doy cuenta de lo mucho que significa para mí. Ayer, por ejemplo, mientras lo veía interactuar con los chicos, me di cuenta de que lo que tenemos es real. Es como si perteneciera a ese lugar, con él, con ellos.

Grace asintió, sus ojos llenos de sabiduría.

—Entiendo, Elena. A veces, los sentimientos más profundos se revelan cuando menos lo esperamos. Pero quiero que seas honesta contigo misma. ¿Qué es lo que realmente quieres? ¿Estás preparada para enfrentar lo que podría venir con Lamine? Porque, te lo digo, esto no parece un simple coqueteo. Por lo que me cuentas, parece que ambos están desarrollando algo serio.

Sus palabras me hicieron reflexionar profundamente. Sabía que tenía razón, pero también sabía que no quería perder lo que estaba construyendo con Lamine. La emoción de lo nuevo, combinado con la calidez de su presencia, me hacía querer seguir adelante, aunque el futuro fuera incierto.

—Tienes razón, Grace. Debo ser honesta conmigo misma y con Lamine. No quiero apresurarme, pero tampoco quiero dejar pasar esta oportunidad. Hay algo en él que me hace sentir segura, que me hace querer estar cerca. Pero, al mismo tiempo, tengo miedo de complicar las cosas, de que esta burbuja en la que estamos viviendo estalle.

Grace me tomó de las manos, su mirada firme y reconfortante.

—Elena, la vida está llena de riesgos. Si sientes que esto vale la pena, entonces deberías explorarlo. Pero hazlo con cuidado, sin perder de vista quién eres y lo que realmente deseas. Y recuerda, no tienes que hacerlo sola. Estoy aquí para apoyarte, pase lo que pase.

𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐭𝐮 (𝐋𝐚𝐦𝐢𝐧𝐞 𝐘𝐚𝐦𝐚𝐥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora