𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐭𝐮 (𝐋𝐚𝐦𝐢𝐧𝐞 𝐘𝐚𝐦𝐚𝐥)

Cap. 4

Pov' Elena

Desperte con los primeros rayos de sol filtrándose a través de las cortinas del apartamento. Aún somnolienta, estiró la mano hacia su teléfono, que vibraba insistentemente sobre la mesita de noche. Desbloqueó la pantalla y vio que tenía una llamada entrante de su manager, Marta.

- "Marta, buenos días," saludó Elena, tratando de disimular su voz adormilada.

- "Buenos días, Elena. ¿Te desperté? Lo siento, pero necesitaba recordarte algo importante," respondió Marta con su tono enérgico habitual.

- "No te preocupes, ya estaba despertándome," mintió Elena, sonriendo para sí misma. "¿Qué pasa?"

- "Solo quería hacerte un recordatorio de la reunión de esta tarde en las oficinas de Adidas. Es a las 3:00 p.m., y no podemos permitirnos llegar tarde. Es una gran oportunidad para ti, y quiero que todo salga perfecto."

Elena se incorporó en la cama, sus pensamientos finalmente despejándose por completo. La reunión con Adidas había estado en su mente durante días, pero escuchar a Marta mencionarla hizo que la realidad del compromiso se asentara por completo.

-"Lo sé, lo tengo marcado en mi agenda," respondió Elena mientras apartaba las cobijas y se ponía de pie. "Estaré lista a tiempo."

- "Excelente. Recuerda que Lamine Yamal estará allí también, ya que ambos son las caras de la campaña de verano," añadió Marta, como si hubiera olvidado mencionar el pequeño detalle. "Quiero que mantengas la mejor actitud profesional, sobre todo después de... bueno, ya sabes."

Elena suspiró ligeramente, recordando el incidente en el restaurante. "Sí, lo sé. No te preocupes, seré totalmente profesional."

- "Confío en ti, Elena. Esto es solo el comienzo de algo grande. Nos vemos en las oficinas antes de la reunión para repasar los últimos detalles. ¡Buena suerte con el resto de tu día!"

- "Gracias, Marta. Nos vemos más tarde," dijo Elena antes de colgar.

Con el teléfono aún en la mano, Elena se dirigió a la cocina para prepararse una taza de café. La rutina matutina siempre la ayudaba a centrarse, y necesitaba estar completamente enfocada para la reunión. Mientras esperaba que el café estuviera listo, miró por la ventana, intentando calmar las mariposas que comenzaban a revolotear en su estómago.

Hoy no solo se trataba de una reunión de trabajo, sino de enfrentar una situación incómoda con Lamine. Sabía que no podía permitirse que sus emociones afectaran su desempeño, pero no podía evitar sentir un ligero nudo en el estómago al pensar en cómo iría la tarde.

Con la taza de café caliente entre las manos, se sentó en el sillón de la sala y tomó un sorbo, dejando que el líquido caliente la despertara por completo. Se recordó a sí misma que era una profesional, y que este tipo de situaciones formaban parte del trabajo. Marta tenía razón: esta era una oportunidad importante, y no podía dejar que nada la distrajera.

Elena terminó su café y se levantó, lista para comenzar su día. Tenía algunas horas antes de la reunión, pero sabía que debía estar preparada. Con determinación, se dirigió a su habitación para elegir cuidadosamente el atuendo que llevaría, queriendo proyectar confianza y seguridad, cualidades que sabía necesitaría para lo que estaba por venir.

Pov' Lamine

Desperte temprano, antes de que el sol hubiera alcanzado su punto más alto en el cielo de Barcelona. La luz dorada de la mañana se filtraba a través de las cortinas, llenando la habitación de un resplandor cálido. Se sentó en la cama y se pasó una mano por el rostro, despejando los últimos rastros de sueño. Hoy era un día como cualquier otro en su rutina, pero con un ligero nudo en el estómago al recordar el encuentro que tendría por la tarde.