Pov' Elena
Las noticias sobre la supuesta relación entre Lamine y yo no dejaban de circular en las redes sociales y en los medios deportivos. Cada vez que abría mi celular, nuevos titulares aparecían, llenos de especulaciones y opiniones de todo tipo. Desde temprano, los mensajes de amigos, conocidos y seguidores no paraban de llegar, todos preguntando si lo que se decía era verdad.
Mientras me preparaba para salir hacia el estadio, sentía una mezcla de emociones. Por un lado, la atención mediática era abrumadora; no estaba acostumbrada a que mi vida personal se convirtiera en tema de conversación pública. Por otro lado, no podía evitar sonreír al pensar en Lamine y en el tiempo que habíamos compartido últimamente. Era evidente que nuestra cercanía no había pasado desapercibida para nadie.
Me vestí con rapidez, eligiendo ropa cómoda pero elegante, consciente de que, probablemente, habría cámaras y periodistas esperándome en el estadio. Terminé de arreglarme y tomé mi bolso con todo lo necesario para el día, que prometía ser agitado.
Mientras me dirigía hacia la puerta, recibí un mensaje de Lamine:
Lamine: "¿Lista para enfrentar las noticias de hoy? 😉"
Sonreí y le respondí rápidamente:
Yo: "Siempre lista. Nos vemos en el campo."
Salí de mi apartamento y bajé hacia la calle, donde un taxi me esperaba para llevarme al estadio. Al llegar, efectivamente, había un grupo de periodistas y fotógrafos apostados en la entrada, como si estuvieran esperando algún gran anuncio.
—¡Elena! —gritó uno de los periodistas mientras me acercaba—. ¿Es cierto que estás en una relación con Lamine Yamal?
Sonreí, intentando mantener la calma, pero sin darles lo que querían. —Lo siento, chicos, hoy tengo mucho trabajo por delante. Tal vez en otra ocasión —respondí, mientras pasaba rápidamente entre ellos.
El interior del estadio estaba tan ajetreado como siempre, con jugadores, entrenadores y personal del club moviéndose de un lado a otro. A medida que caminaba por los pasillos, pude sentir algunas miradas curiosas, pero nadie se atrevió a decir nada en voz alta.
Al llegar al campo, me encontré con Lamine, que ya estaba calentando junto a los otros chicos. Me lanzó una sonrisa cuando me vio y se acercó rápidamente.
—Vaya, parece que hoy somos el tema del momento —dijo con un tono divertido.
—No es algo que no supiera ya —respondí con una risa—. Pero está bien, creo que podemos manejarlo.
Lamine asintió, todavía sonriendo. —Por supuesto, lo importante es que estamos juntos en esto. Además, no hay nada que temer si no tenemos nada que esconder, ¿verdad?
Lo miré y sentí una extraña calma al escuchar sus palabras. —Sí, nada que esconder —repetí, sintiendo cómo la tensión de la mañana se disipaba un poco.
El día prometía ser agitado, pero al menos sabía que no estaría sola para enfrentarlo.
Mientras el entrenamiento comenzaba, me uní al director técnico, quien estaba revisando algunas estrategias y anotaciones. Mi tarea de hoy era ayudarlo con algunas de las gestiones del día, organizando materiales y tomando nota de algunos puntos importantes que discutía con los asistentes.
—Gracias por echarme una mano, Elena —me dijo el director técnico con una sonrisa—. Sé que no es fácil estar en el foco de atención, pero lo estás manejando muy bien.
—Gracias, míster —respondí, devolviéndole la sonrisa—. Estoy acostumbrándome a todo este ajetreo.
Desde mi posición, podía ver a los chicos en el campo de entrenamiento. Lamine corría con energía, siempre competitivo y concentrado. A pesar de todo lo que se estaba diciendo, se notaba que estaba completamente enfocado en su juego, pero cada tanto lanzaba miradas rápidas hacia donde estaba yo.

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𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐭𝐮 (𝐋𝐚𝐦𝐢𝐧𝐞 𝐘𝐚𝐦𝐚𝐥)
Romance𝑳𝒂𝒎𝒊𝒏𝒆 𝒀𝒂𝒎𝒂𝒍, 𝒖𝒏𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂 𝒆𝒎𝒆𝒓𝒈𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒍 𝒇ú𝒕𝒃𝒐𝒍, 𝒚 𝑬𝒍𝒆𝒏𝒂 𝑮𝒐𝒖𝒓𝒔, 𝒖𝒏𝒂 𝒔𝒕𝒓𝒆𝒂𝒎𝒆𝒓 𝒆𝒏 𝒂𝒔𝒄𝒆𝒏𝒔𝒐, 𝒇𝒊𝒓𝒎𝒂𝒏 𝒖𝒏 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐 𝒑𝒆𝒄𝒖𝒍𝒊𝒂𝒓 𝒆 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐: 𝒇𝒊𝒏𝒈𝒊𝒓...