Pov' Elena
El amanecer llegó con su luz suave filtrándose a través de las cortinas del apartamento, despertándonos poco a poco. Después de una noche de risas, juegos, películas y finalmente caer dormidos uno por uno, el ambiente seguía siendo cálido y relajado. Me desperecé lentamente, aún sintiendo el abrazo suave del sueño en mis músculos, y observé a mi alrededor. Los chicos seguían dormidos, dispersos en el sofá y el suelo, envueltos en mantas, mientras algunas almohadas estaban tiradas al azar por toda la sala.
Grace fue la primera en despertarse, frotándose los ojos mientras miraba a su alrededor con una sonrisa divertida.
—Buenos días, dormilones —murmuró, levantándose y caminando hacia la cocina—. Creo que es hora de un buen café.
Pedri se removió en el sofá, con el cabello desordenado y una expresión de confusión, antes de soltar un bostezo.
—Sí… definitivamente necesito café —asintió, riendo suavemente.
Lamine, que estaba a mi lado, se giró, aún medio dormido, y murmuró algo ininteligible antes de abrir los ojos y sonreírme.
—Buenos días, Elena —dijo, con esa sonrisa perezosa que me hizo sonreír también—. ¿Cómo dormiste?
—Muy bien, aunque creo que alguien roncaba —respondí con una risa suave, lo que hizo que todos se rieran.
Mientras los demás comenzaban a despertar, nos reunimos en la cocina para preparar un desayuno improvisado. Entre risas, intercambiamos comentarios sobre la noche anterior, recordando los juegos, las bromas y los momentos que habíamos compartido. Fue entonces cuando Pedri, con su teléfono en la mano, decidió romper el ritmo de la mañana.
—Oigan, ¿ya vieron las fotos que tomamos ayer en la playa? —preguntó, levantando su móvil y mostrándonos una imagen de todos riendo, con el sol poniente al fondo.
Grace, con su café en mano, se acercó para ver.
—¡Oh, me encanta esa! —exclamó, sonriendo—. Pero esta es mi favorita —añadió, mostrando una foto donde ella y Pedri se estaban riendo juntos, la brisa del mar despeinando sus cabellos.
—Creo que capturamos muchos momentos buenos ayer —comenté mientras revisaba mi propio teléfono y veía algunas de las fotos en las que estaba con Lamine.
Lamine asintió, acercándose para mirar las fotos también.
—Sí, hay muchas buenas. Me gusta esta donde estamos jugando en el agua, aunque casi terminamos todos en el suelo —rió, recordando cómo casi me caí de sus hombros mientras jugábamos con Gavi.
—Fue muy divertido —agregué, devolviéndole la sonrisa—. Aunque admito que fue un poco aterrador estar tan alto.
Gavi, que estaba junto a Ansu, levantó la mirada de su teléfono y sonrió con picardía.
—Creo que todos estuvimos a punto de terminar en el agua en algún momento. Pero eso es lo mejor de este tipo de escapadas —dijo, riendo.
—¡Totalmente! —intervino Ferran desde la otra esquina de la cocina—. Deberíamos hacer esto más a menudo, chicos. Fue como un mini-vacaciones que necesitábamos.
Mientras seguíamos hablando, la conversación se volvió hacia las redes sociales. Ferran fue el primero en empezar a subir algunas de las fotos a Instagram, etiquetándonos a todos.
—Vamos, chicos, suban las suyas también —sugirió Ferran—. Vamos a inundar Instagram con buenos recuerdos.
Poco a poco, todos comenzaron a subir fotos y videos del día anterior. Mientras lo hacíamos, los comentarios empezaron a llegar rápidamente. Ansu no pudo evitar reír al leer en voz alta uno de los comentarios que aparecieron en su publicación.
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𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐭𝐮 (𝐋𝐚𝐦𝐢𝐧𝐞 𝐘𝐚𝐦𝐚𝐥)
Romance𝑳𝒂𝒎𝒊𝒏𝒆 𝒀𝒂𝒎𝒂𝒍, 𝒖𝒏𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂 𝒆𝒎𝒆𝒓𝒈𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒍 𝒇ú𝒕𝒃𝒐𝒍, 𝒚 𝑬𝒍𝒆𝒏𝒂 𝑮𝒐𝒖𝒓𝒔, 𝒖𝒏𝒂 𝒔𝒕𝒓𝒆𝒂𝒎𝒆𝒓 𝒆𝒏 𝒂𝒔𝒄𝒆𝒏𝒔𝒐, 𝒇𝒊𝒓𝒎𝒂𝒏 𝒖𝒏 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐 𝒑𝒆𝒄𝒖𝒍𝒊𝒂𝒓 𝒆 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐: 𝒇𝒊𝒏𝒈𝒊𝒓...