Que me pongo --- se pregunta si misma--- ya se ~te pones esto
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Elena bajó del taxi y respiró hondo al ver el bullicio del centro de Barcelona. La plaza estaba llena de vida: turistas, locales, y, sobre todo, sus fans que habían llegado para el evento en vivo. Era una tarde cálida, con una ligera brisa que aliviaba el calor del verano, y la energía en el aire era palpable. Los rostros entusiasmados que la esperaban hicieron que su sonrisa se amplificara aún más.
-¡Hola, chicos! -saludó Elena con una mano en alto, caminando hacia el centro de la plaza. La multitud estalló en aplausos y vítores, la emoción era contagiosa.
-¡Elena, te amamos! -gritó una voz desde el grupo, resonando sobre el bullicio.
Ella rió, una risa que irradiaba calidez y gratitud. Se acercó más, casi tocando la primera fila de fans. -Yo también los quiero muchísimo. Hoy vamos a pasar una tarde increíble juntos. ¿Están listos?
-¡Sí! -respondió la multitud al unísono, con una fuerza que hizo eco en los alrededores.
Elena se giró hacia la cámara que llevaba su asistente, dándole una seña para comenzar la transmisión en vivo. -Estamos en el corazón de Barcelona, y estoy súper emocionada de compartir este momento con todos ustedes. ¡Hoy vamos a hacer algo especial! -dijo, dirigiéndose a sus seguidores en línea.
Los fans formaron un círculo a su alrededor, algunos sosteniendo pancartas y otros, pequeñas banderas con su logo. Habían llegado de todas partes, algunos incluso de fuera de la ciudad, solo para estar allí. La expectativa en el aire era palpable mientras Elena daba inicio al programa. Habían preparado varias actividades para la tarde: juegos, preguntas y respuestas, e incluso algunos retos que sus seguidores más leales habían sugerido en redes sociales.
-Pero antes de empezar, quiero agradecerles por estar aquí y por todo el apoyo que me dan cada día. ¡Ustedes son lo máximo! -Elena les dirigió una cálida sonrisa, sus ojos brillando de emoción mientras la gente aplaudía nuevamente.
Uno de los fans, un chico joven con una camiseta con el logo de Elena, se adelantó tímidamente y le entregó una caja decorada con cintas de colores. Sus manos temblaban un poco, pero sus ojos estaban llenos de admiración.
-Esto es para ti, Elena. Es un pequeño regalo de parte de todos nosotros -dijo, con una voz que apenas superaba el murmullo de la multitud.
Elena tomó la caja con cuidado, sorprendida por el gesto. -¡Ay, qué lindo! ¿Puedo abrirlo ahora? -preguntó, mirando al grupo con una mezcla de curiosidad y emoción.
-¡Claro! -respondió el grupo con entusiasmo, ansiosos por ver su reacción.
Desató las cintas con delicadeza, sintiendo el cariño detrás de cada nudo, y levantó la tapa. Dentro, sobre un lecho de papel de seda, había una pulsera con pequeños dijes. Cada uno de ellos representaba un momento especial en la carrera de Elena como streamer: su primer millón de seguidores, su colaboración más icónica, su campaña benéfica más exitosa. Era una historia en miniatura de su viaje hasta ese momento.