Al salir de clase Chiara y Ruslana se despidieron de su grupo y se fueron juntas, ya que vivían bastante cerca una de la otra.
- Tía, ¿Qué te ha pasado cuando Martin te ha preguntado el porque estás aquí? - Le pregunta Ruslana con tono bastante curioso y mirándole un poco preocupada.
Chiara puso una expresión triste. - ¿Quieres que te lo cuente desde el principio? - Dijo mirando al suelo.
- Sí, claro. - Al ver la tristeza de su amiga le dio un abrazo. - Puedes confiar en mi tranquila.
Chiara levantó la cabeza y empezaron a andar. - Yo estoy aquí por mis padres. Ellos no están de acuerdo con que yo estudie música y no querían meterme en la ESMUC. - Chiara estaba soltando ya algunas lágrimas por el rechazo que le habían hecho sus padres hace no mucho tiempo. - así que yo hice la matrícula a escondidas, cuando me aceptaron y mis padres se enteraron me echaron de mi casa y llamé a mi hermano, Álex que vive aquí con mi abuela, para que me comprara un vuelo para quedarme con mi abuela. - Dijo llorando, se acercó un poco más a Ruslana y le dio un abrazo.
- Tranquila me tienes para todo. - Ruslana le apretó el abrazo.
Se llevaron todo el camino en silencio hasta llegar a casa de Chiara.
- Bueno Rus, después nos vemos. Gracias por escucharme. - Dijo un poco triste.
- Vale Keeks, hasta mañana. De nada, te quiero un montón y me tienes para lo que sea. - Le dio otro abrazo y se fue.
Al tocar a la puerta de la casa de su abuela le abrió su vecina Dolores con su característica sonrisa de oreja a oreja.
- Hola guapísima. - Le dio dos besos y le cogió los mofletes su vecina, esto a Chiara no le molestó si no le pareció tierno y bonito.
- Hola Dolores, ¿Qué vas a comer aquí? - Al ver a la persona mayor con delantal.
- Claro, tu abuela me ha invitado, y a mi nieta también, así la conoces. - Dice ilusionada.
- Ahh, me va venir bien conocerla, así conozco a gente nueva para irme adaptando a Barcelona. - Dijo Chiara con un tono alegre. Justo en ese momento llaman a la puerta. - Voy yo. - Va hacia la puerta algo nerviosa ya que seguramente que fuera la nieta de Dolores. - ¿Quién es? - Dice una vez llegada a la puerta.
Violeta estaba en la otra parte de la puerta sorprendida, ella no se esperaba encontrarse con Chiara en esa casa. - Soy yo.
Chiara al escuchar esa voz que le resultaba familiar pero no sabía muy bien de quien era, así que abrió la puerta y cuando se encontro con Violeta se quedo paralizada.
- ¿Qué has visto un fantasma? - Dijo riéndose de ella y apartándola para pasar.
- Que borde es. - Dijo para ella misma suspirando.
Cuando Chiara fue al salón y cuando vio a Violeta, se dio la vuelta para ir a la cocina, ya que no le apetecía pasar tiempo con la pelirroja.
- Abuela, ¿Hace falta ayuda?
- No, las dos nos la apañamos, ve con Violeta y así la conoces. - Dijo Carmen sonriente ya que ni ella ni Dolores sabía la pequeña rivalidad de las dos jovenes.
Chiara suspiró y fue al salón no sin antes coger una guitarra de su habitación, cuando estaba aburrida o agobiada cogía su guitarra y tocaba lo primero que se le ocurría. Al llegar al salón se sentó en el sillón más alejado del sofá donde Violeta hablaba por el móvil tranquilamente.
Chiara empezó a tocar acordes aleatorios que podrían quedar bien en algunas de sus canciones.
Al rato Violeta suspiró. - ¿No te puedes ir a otro lado a tocar la guitarrita? - Dijo Violeta de mala manera y con un tono bastante frustrado sin mirarla.
Chiara se quedo flipando era su casa no de Violeta y ella iba a hacer lo que quería.
- No, es mi casa y hago lo que me de la gana. - Dijo sin parar de tocar la guitarra.
- Mira niña que te vayas a dar por culo con la guitarrita a otro lado. - Suspirado ya bastante cansada.
Chiara ya un poco harta de Violeta cogió la guitarra y se fue a su cuarto. Hasta que después de un par de horas escuchó a su abuela llamándola.
- A COMER!! - Gritaron Dolores y Carmen a la vez.
Chiara salió de su cuarto un poco más contenta ya que le había dado tiempo de componer algo. Cuando llegó a la cocina se sentó en su sitio y vio un gran plato de macarrones con queso.
- Wow, está buenísimo. - Cuando probo bocado de la comida.
Mientras Chiara devoraba su plato, Violeta le miraba con cara de asco. Pero no dijo nada ya que sus abuelas estaban delante.
La tarde pasó lenta para las dos jovenes que se miraban de vez en cuando con desaprobación. Durante la tarde tampoco hablaron de nada, cada una en su mundo, hasta que llegó el mejor momento de la tarde para Chiara.
Llaman a la puerta y Chiara se levanta emocionada y va a la puerta sabiendo quien esta detrás de ella.
Chiara cuando abre la puerta y aparece Ruslana se lanza a darle un abrazo.
- Russ!!! - Dijo saltando sobre su amiga.
- Keekss!!! - Agarrándole fuerte, no quería hacer un desastre.
Al rato Chiara se bajo. Ruslana y Chiara se habían bastante amigas en el poco tiempo que estuvieron en el instituto, pero ese poco tiempo ya las hizo hermanas.
Entraron a la casa y cuando la pelirroja vio a Violeta se quedó parada en el umbral.
Ruslana miró a Chiara. - ¿Qué hace esta aquí? - Dijo mirando a Violeta con mala cara.
- Ha comido aquí al parecer nuestras abuelas se llevan demasiado bien. - Dijo Chiara y vio como Ruslana se acercaba al sofá donde estaba Violeta.
- RUSS PARAAA NOOOO. - Le dijo agarrándole del brazo para que no siguiera andando.
- Keeks déjame, que le vamos a joder lo que queda de tarde. - Dijo decidida.
Ya Violeta había visto la que estaban montando pero no sabía que Ruslana se acercaría a ella y entre la Chiara y Ruslana no le dejaría disfrutar de su tranquilidad.
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Espero que os esté gustando el fic, lo estoy haciendo con mucho cariño.
Me hace mucha ilusión seguir con esto porque aparte de que es mi primer fic tengo la idea bastante clara de como va a ser la historia.
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Mi otra mitad/Kivi
RomanceVioleta vive en Barcelona con su abuela, al llegar Chiara, la nieta de la mejor amiga de su abuela, todo se vuelve patas arriba hasta que unos castigos, dos ventanas y algunos traumas de por medio hace que todo se convierta en unas aguas más calmada...