Terminaron las primeras tres clases del día y ya era la hora de salir al recreo. Ruslana Y Chiara se juntaron con Martin y Bea para ir a desayunar al banco donde se sentaban habitualmente.
A lo lejos vieron a Violeta acercarse hacia la mesa donde estaban todos desayunando.
- Ostiaa keeks, la pelirroja dos se acerca y me parece que va hacía ti. - Dijo Ruslana sonriendo ha su amiga, la que tenía la cara escondída en el cuello de Martin ya que estaba algo avergonzada.
Cuando Violeta a unos tres pasos del banco Chiara levantó la cabeza del cuello de la cabeza de su amigo ya que estaba bastante sonrojada por las palabras de su mejor amiga, miró a la pelirroja que estaba mirando la escena de manera tierna.
- Hola Violetaa, ¿Comó estas? - Preguntó la pelinegra sin dejar de ver unos ojos marrones bastantes atractivos, que hasta ahora no se había fijado bien en ellos ya que siempre que se habían dirigido a la pelinegra siempre mostraba enfado o asco.
- Bien, ¿Y tú?, antes te vi llorando en clase y quería venir a ver si estabas bien. - Dijo Violeta con una expresión algo preocupada, ya que desde ayer que empezó a hablar con Chiara le empezó a caer mejor, ya la pelirroja no pensaba como antes de Chiara, su novio descibrió a Chiara como una persona horrible, por el simple hecho de ser nueva en el instituto.
- También estoy bien, es que ayer me peleé con una amiga y pues no me gusta pelear con la gente que quiero. - Dijo la pelinegra pensando en lo que pasó ayer con su mejor amiga.
- Ahh me alegro, por cierto gracias a las dos por ayudarme a estudiar inglés. - Dirigió la vista hacia Ruslana sonriendole a ella también.
Un ruido de una lata cayéndose en el suelo hizo que Violeta se girara y viera a Cris mirándola con cara de enfado, Violeta miró con miedo a cris sabiendo lo que le iba a pasar ahora.
Chiara se dió cuenta de la expresión de Violeta y le levantó para acercarse a ella. - Violeta hey. - Pasándole la mano por enfrente de la cara para que saliera del trance en el que estaba metida.
- Violeta, ¿Estás bien? - Dijo la pelinegra viendo que había salido del trance donde estaba metida.
- Sí. Me tengo que ir, perdonarme. - Dijo mirando a todos acabando su visión en Chiara.
- Valee, nos vemos en clase. - Dijo la pelinegra sonriendo alegre y con suavidad.
Violeta se fue hacia dónde estaba Cris, él le cogía del brazo de manera muy bruta para llevársela a un lugar dónde nadie les podría ver. Chiara se quedó muy preocupada.
- Ruslana acompañame, vamos a buscarla, no nos podemos quedar sin hacer nada. - Rompió el silencio Chiara preocupada al cabo de un tiempo.
A Ruslana no le dió tiempo a responder cuando Chiara ya le había cogido del brazo hechando a correr, después de un tiempo sin encontrar a Violeta sonó el timbre.
- Vamos Keeks no te preocupes seguro que está bien. - Dijo Ruslana intentando relajar a su amiga. - Además si llegamos tarde nos arde troya.
Chiara preocupada volvió a clase, al poco tiempo entró Violeta con los ojos llorosos y más moratones que antes. Al ver esa escena Chiara miró a Ruslana preocupada y esta le dio un abrazo. Cuando finalizaron las clases y la morena llegó a casa, ni siquiera almorzó y se metió directamente a su cuarto poniéndose en la ventana.
En ese instante Violeta entró en su habitación y al mirar por la ventana vió a Chiara, esta intentó hablarle pero Violeta quitó la mirada, cerró la ventana y se giró.
La pelinegra se quedo extrañada y llamó a Ruslana casi llorando ya que estaba preocupada por lo que le podría haber pasado a Violeta. Le contó lo ocurrido.
- Chiara vente a mi casa esta noche, creo que se lo que pasa y estar en tu habitación ventana con ventana va a ser difícil. - Dijo Ruslana al otro lado del teléfono.
Chiara hizo la maleta y dió rumbo al hogar de Ruslana. Al llegar llamó al timbre y le abrió la hermana pequeña de Ruslana.
- Hola Erika, ¿Dónde esta tu hermana? - Preguntó Chiara.
- Hola Chiara está arriba en su habitación - Dijo con un gracioso tono infantil.
Chiara subió hasta la habitación de Ruslana y entró ya que la puerta estaba abierta.
- Hey Keeks siéntate que te cuento. - Dijo con la cara preocupada.
- Si por favor. - Dijo la otra amiga con ganas de llorar. - Creo que Cris le está haciendo algo bastante malo a Violeta. - Con tono preocupante.
- Sé algo de ese tema. - Dijo Rus entristecida.
- ¿Recuerdas la primera vez que vimos a Violeta con moratones? - Dijo Chiara.
- Pues claro que me acuerdo, tenía tantos que era como para que alguien no se diese cuenta. - Ruslana se levantó corriendo y fue a su escritorio para sacar unas fotos que le había hecho a escondidas a Violeta como pruebas. - Mira, los tenía tan morados que parecía maquillaje.
- Pues creo que deberíamos hacer algo al respecto. - Dijo Keeks.
- Yo no pienso hacer nada, que se las arregle ella sola. - Dijo Ruslana con ignorancia.
- Tía ya se que no nos cae muy bien pero también sé que cuando alguien está pasando por esa etapa ya no se recupera jamás del todo y que menos que ayudarle a transitar esta etapa con menos dolor y sufrimiento. - Pronunció Chiara como si fuese a salvar el mundo.
- Bueno ya veremos lo que hacemos con esa mosquita muerta. - Dijo Ruslana despreocupada de ese tema, Chiara se levantó y se acostó en la cama de Ruslana murmurando entre sollozos.
- Bueno vamos a olvidar este tema por un momento que si no me voy a pegar un tiro del estrés que me producen estas cosas. - Dijo Keeks. - Por cierto qué hora es, tengo hambre. - Dijo tocándose la tripa.
- Ummm... son ya las diez de la noche - Las dos salieron de la habitación y bajaron las escaleras, entraron en la cocina y se prepararon un bocadillo para cada una. Cuando se terminaron el bocadillo fueron a la habitación, prepararon la cama y se acostaron ya que era muy tarde y mañana tenían que ir al instituto.
- Buenas noches Rus. - Dijo Chiara.
- Buenas noches Keeks. - Dijo tapándose y apagando la luz.
ESTÁS LEYENDO
Mi otra mitad/Kivi
RomanceVioleta vive en Barcelona con su abuela, al llegar Chiara, la nieta de la mejor amiga de su abuela, todo se vuelve patas arriba hasta que unos castigos, dos ventanas y algunos traumas de por medio hace que todo se convierta en unas aguas más calmada...