Al llegar a la zona Chiara se acordó de que su abuela iba a pasar el día fuera con Dolores.
- Violeta nuestras abuelas se van a pasar el día fuera. ¿Quieres comer en mi casa? - Propuso Chiara sonriendo.
- Vale, subo a mi casa dejo la maleta y vengo. - Violeta respondió sin pensarselo mucho, aún le dolía las heridas pero con la pastilla que le dieron estaba muchísimo mejor.
Cada una se fue a su piso. Violeta dejó todo se cambió de ropa y miró por la vantana, allí estaba la pelinegra dejando su mochila y cargando el teléfono, la pelinegra cuando levantó la cabeza vio a Violeta y las dos se sonrieron.
Violeta salió de su habitación cogió dos refrescos y fue a casa de Chiara, cuando estuvo enfrente de la puerta llamó. La pelinegra no tardó en abrir y recibirla con una sonrisa de oreja a oreja.
- Hola, no he hecho nada de comer porque no sabía que te gustaba. - Dijo Chiara un poco nerviosa.
- Tranquila, ahora hacemos algo las dos. - Violeta sonrío para tranquilizarla y entró a la casa, se acercó a la mesa del salón y dejó el móvil allí. - He traído dos Coca-Colas. - Dejó los dos refrescos en la nevera.
- No hacia falta pero gracias. - Dijo Chiara empezando a buscar algo para comer, hasta que encontró las cosas para hacer pasta. - ¿Quieres pasta?
- Vale, te ayudo. - Dijo la pelirroja acercándose para ayudarle.
Las dos eran un desastre cocinando pero juntando lo poco que sabían de cocina cada una pudieron hacer unos macarrones más buenos de lo que ellas mismas esperaban.
- Pues tampoco nos han salido tan mal. - Hablaba Chiara mientras se metía una cucharada de macarrones en la boca.
- Si omitimos nuestro primer intento de macarrones, nos ha salido bien. - Dijo Violeta riéndose.
- Joo Violeta que solo se han quemado un poquito. - La pelinegra dijo haciendo un leve puchero bastante infantil pero gracioso.
- ¿Un poco Chiara?, si por poco no tenemos que tirar hasta la olla. - Violeta se estaba muriendo de la risa, ya le dolían las mejillas de tanto reírse.
- También es verdad. - Dijo la pelinegra riendo. - Si no hubieras estado aquí creo que se me quema la cocina. - La pelinegra también estaba riendo.
En ese momento entró Carmen y Dolores las dos iban vestidas de una manera bastante graciosa y con unas gafas de sol más grandes de lo normal, iban con una pamela para complementar su atuendo.
- Mira Dolores ahí esta Susana, la que se parece a tu nieta. - Carmen confundió a Violeta con Ruslana.
- ¿Qué dices loca?, creo que esa es mi nieta. - Se levantó las gafas de sol y vio a su nieta. - Has visto, quitate las gafas que no ves nada con eso. - Dijo Dolores riendo.
Carmen se quitó las gafas y vio a Violeta. - Que mierda de gafas que no se ve nada. Ha habido otro cambio de actriz, perdón Violeta. - Dijo la anciana riéndose.
Las dos jóvenes se estaban riendo, sus abuelas eran un cuadro.
- Abuela ¿Que hacéis aquí? ¿No ibais a pasar la tarde fuera? - Preguntó Chiara.
- Sí pero venimos a por dinero que la señorita se lo ha gastado todo con las gafas. - Carmen se fue a su habitación a coger dinero.
- Niña que tenemos que ir a la moda. - Se quejaba Dolores.
Las mayores se llevaron allí un rato hablando con las dos jóvenes. Hasta que antes de salir por la puerta Carmen dijo. - No esperarnos para dormir que una amiga nos ha invitado a un hotel y mañana venimos por la tarde que vamos aprovechar que ya es Sábado.
- Ustedes viviendo vuestra mejor vida. - Respondiendo Violeta a la mejor amiga de su abuela.
- Pues sí. - Le dijeron las dos mayores a la vez y salieron de lo casa.
Las dos jóvenes se rieron ante la respuesta de las mujeres. Hasta que el teléfono de Chiara empezó a sonar, Chiara fue a su cuarto a coger el móvil que descansaba en su escritorio mientras cargaba, en la pantalla era una llamada de "Susana", Chiara aceptó la llamada.
- Dime Rus. - Dijo la pelinegra en un lado del teléfono. Desde que la abuela le había llamado a Ruslana "Susana", Chiara la añadió así en el móvil.
- Tía que Martin y Juanjo se han comido toda la boca. - Decía Ruslana emocionada al otro lado de la llamada.
- ¿Qué dices? - Chiara estaba muy feliz por su amigo. El moreno se había pasado desde que llegó cotándole todo lo que le gustaba Juanjo.
- Que sí, que sí. - Decía Ruslana bastante contenta por su mejor amigo.
- Ostiaa, Rus te cuelgo que se lo voy a contar a Violeta. - Antes de que Ruslana pudiera contestar Chiara le colgó. - ¡Violetaaa! - Gritaba Chiara mientras iba corriendo al salón.
Violeta cuando se giró para ver a Chiara pero antes de que le diera tiempo ver algo sintió su cuerpo caer con alguien enganchada a ella, las dos acabaron tiradas en el suelo, Chiara encima de la pelirroja. Mantuvieron el contacto visual unos segundos hasta que Chiara se dio cuenta de donde estaba y se levantó rápidamente.
- Perdón, ¿Estás bien? - Le preguntaba la pelinegra a Violeta de manera avergonzada mientras le tendía la mano para ayudarle a ponerse de pie.
- Sí, tranquila. - Violeta estaba más roja que su pelo y el pelo de Ruslana juntos. Ella aceptó la mano de la otra para levantarse del suelo. Cuando se levantó se apoyó un poco en Chiara para no volver a caer, ya que se había hecho un poco de daño en las heridas que ya tenía en las piernas, pero no le dolía tanto como para decírselo a Chiara.
- ¿Estás enfadada? - Le preguntó Chiara insegura y agachando la cabeza, ya que cuando estaba con sus padres le gritaban y se enfadaban con ellas por cosas como está.
- ¿Cómo voy a estar enfadada? Chiara mírame, no me puedo enfadar por esto, no pasa nada a sido sin querer. - Le dijo Violeta acariciándole un poco en brazo.
- ¿De verdad? - Preguntó la pelinegra, a esta se le erizó la piel al contacto con Violeta.
- De verdad, - Le respondió con una sonrisa sincera. - ¿Qué es lo que me tienes que contar para venir corriendo a buscarme y después caernos? - Dijo con un tono gracioso.
- Ahh es verdad, Martin y Juanjo se han besado. - Dice Chiara feliz y emocionada por su amigo.
- ¿¡Qué dices?! - Violeta no se lo creía.
- Que sí que sí - Chiara tenía una sonrisa graciosa al ver la reacción de Violeta.
- OLEEE, no sabes lo pesado que estaba Juanjo con Martin.- Dijo Violeta contenta.
- Igual que Martin. - Se rieron las dos. - Son muy monos. - Violeta asintió sonriente.
Se llevaron algunas horas más hablando y jugando a juegos de mesa.
Ya era tarde y Violeta decidió ir a su casa para cenar e irse a dormir ya que por la mañana volvería a ir a la casa de Chiara. Chiara se había portado muy bien con ella porque le había ayudado a curarse las heridas y le ayudó a estudiar un rato.
Violeta cuando llegó a su habitación se encontró con un avión de papel que ponía "Buenas noches Violeta :)" sabía que era de Chiara ya que era la única que tenía la ventana enfrente de la suya así que hizo otro avión de papel y puso "Buenas noches Chiara :)" y lo lanzó para la habitación de la morena, después de eso se acostó y se quedó dormida.
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Espero que os esté gustando tanto como a nosotros hacinedolo, quiero recalcar que somos 3 personas en el proyecto sin ellos no sería igual.
Estamos muy agradecidos por el apoyo que esta teniendo en fic, muchas gracias os queremoss :)
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Mi otra mitad/Kivi
RomanceVioleta vive en Barcelona con su abuela, al llegar Chiara, la nieta de la mejor amiga de su abuela, todo se vuelve patas arriba hasta que unos castigos, dos ventanas y algunos traumas de por medio hace que todo se convierta en unas aguas más calmada...