Capítulo 4

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Ruslana se sentó en el sofá bastante cerca de Violeta y le empezó a mirar fijamente. A Chiara esta escena le pareció graciosa.

- ¿Qué quieres?, para de mirarme que me vas a desgastar. - Dijo Violeta a Ruslana bastante irritada.

Ruslana miró a Chiara y le hizo un signo para que se acercase a ella. Chiara fue hacia el sofá animada.

- Y ahora la otra, ¿Qué coño queréis? - Dijo irritada, Violeta no soportaba a ninguna de las dos.

Ruslana y Chiara se miraron y rieron.

- Si es que estoy rodeada de locas. - Dijo Violeta estresada.

Chiara y Ruslana se levantaron del sofá y pusieron en la televisión un karaoke, se pusieron a cantar y a bailar "inmortal" alrededor de Violeta.

Violeta las miraba con asco y con desaprobación mientras hablaba con alguien por teléfono.

Al rato Chiara y Ruslana empezaron una pelea de almohadas y le dieron "sin querer" a Violeta.
Violeta se levantó y les gritó. - SOIS INSOPORTABLES, BUF TENEIS TODA CASA PARA HACER LAS TONTAS Y OS TENEIS QUE PONER A HACER LAS SUBNORMALES AL LADO MÍA! - Ya harta de las dos. - Mira, me voy. - Salió por la puerta frustrada e irritada y se fue a su casa (la del piso de al lado).

Ruslana y Chiara fueron a la habitación de Chiara y se asomaron a la ventana ya que estaba justamente enfrente de la ventana de la habitación de Violeta, la cual estaba abierta.

Chiara y Ruslana se escondieron bajo la ventana, para que no las vieran, asomaron un poco la cabeza para mirar ya que querían tirarle unas bolas de papel.

En ese momento Violeta empezó a desvestirse para irse a la bañera. Ruslana se giró rápidamente, en cambio Chiara se quedó embobada mirando, incapaz de quitar la vista de aquella pelirroja en tanga y sin nada en la parte superior.

- Keeks tíaa, que nos va a pillar. - Decía Ruslana pasándole la mano delante de la cara de su amiga, sin querer mirar a la pelirroja de enfrente.

Chiara salió de ese trance raro y se giró también. - Perdón, perdón. - Dijo con vergüenza.

- No me pidas perdón. - Dijo Ruslana riendo, si Ruslana no odiara a Violeta con todo su ser también hubiera mirado. - Pero ten más cuidado, porque como nos pille se nos cae la peluca. - Dijo riendo, imaginando a Violeta persiguiendo a las dos por toda la ciudad.

Chiara se empezó a reír por lo que había dicho su mejor amiga. En ese instante se escucha que alguien toca a la puerta.

- Pasa. - Dijo Chiara curiosa por saber quien estaba tras la puerta.

Su abuela junto con Dolores abrieron la puerta. Las dos iban con una gafas de sol bastante y iban con trajes muy veraniegos acabados de comprar porqué los trajes aún tenían el ticket, parecían que venían del desierto, esta escena les hizo un poco de gracia a las dos jovenes.

- Chiara, ¿Has visto a Violeta? - Ya que las dos mujeres mayores se habían ido de compras dejando a Chiara y a Violeta solas en casa de Carmen.

- Sí, se a tenido que ir a bañarse. - Dijo mintiendo pero con una expresión bastante creíble.

- Ahhh. - Dijeron las dos señoras a la vez. - Ahora la llamaré que hemos comprado la merienda. - Carmen se dio cuenta de la otra pelirroja.

- Mira otra pelirroja como tu nieta, ha habido un cambio de actriz. - Dijo volviendo la mirada a Ruslana y después otra vez a Dolores. - Muy guapa la chiquilla. - Le dijo a Dolores. En ese momento mira a Ruslana. - ¿Cómo te llamas?

- Ruslana, un placer señora. - Dijo de manera bastante cordial, con ese saludo tan educado Chiara se sorprendió y abrió la boca y pensó "esta no es mi amiga, me la han cambiado".

- Susana, que bonito nombre. - Dijo la mujer sin enterarse que no se llamaba Susana y saliendo de la habitación.

Ruslana y Chiara estallaron a risas, se reían tanto que las dos se cayeron al suelo.

- Encantada Susana. - Dijo Chiara sin poder levantarse de la risa.

Violeta no volvió a aparecer en esa casa en toda la tarde por más que su abuela le llamara o le mandara mensajes.

Cuando se hizo de noche Ruslana se fue para su casa y Chiara se encerró en su cuarto dispuesta a componer algo, hasta que levantó la vista de su libreta rosa, donde escribía todo, y vio a la pelirroja sentada en su escritorio estudiando, y en ese momento recordó que tenían un examen de inglés dentro de una semana, pero aún quedaba una semana.

Chiara decidió mirar un poco más y veía que Violeta tenía cara de estar algo frustrada y de no entender las cosas que habían escritas en el libro.

Chiara abrió su ventana y tiro un lápiz a la ventana de Violeta llamando así la atención de la pelirroja, la cual abrió la ventana.

- ¿Qué quieres? - Dijo seria.

- ¿Necesitas ayuda?, te veo confundida. - Dijo Chiara sonriendo de manera tierna.

- No gracias, lo llevo bien. - Dijo la pelirroja soltando una mentira más grande que Barcelona entera. - Además inglés es muy fácil. - Otra mentira más grande que una catedral.

- Que saboria es la tía esta siempre. - Dijo Chiara para ella misma. - Pues nada haz lo que te de la gana, cuando suspendas no te pongas a llorar, que desde aquí se escucha todo y no me apetece escucharte llorar.

- Yo no lloro por esas tonterías niña. - Dijo la pelirroja algo enfadada. - Y a saber si tu te sabes las cosas, seguro que no. - Dijo confiada en sus palabras.

Chiara empezó a reírse. - Soy medio inglesa hija, como para que no se me de bien el inglés, honey. - Dijo Chiara sin parar de reír.

Violeta sin saber que decir cerró su ventana y puso la cortina, Chiara hizo lo mismo que ella y volvió a coger su guitarra para volver a intentar componer, a ver si tenía suerte y le salía algo. Después de un par de horas decidió irse a dormir ya que mañana tendría que madrugar de nuevo para ir a la ESMUC.

Mi otra mitad/KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora