Al llegar a mi casa después del largo día, entré a mi cuarto exhausto mientras Nicolle se duchaba, saqué mi teléfono y vi que tenía varias llamadas y mensajes de mis amigos. Entre ellos, uno de Ari que me dejó helado: "No sé dónde estás ni me importa, pero tienes hasta las tres de la tarde para estar en la fiesta sorpresa de Emma en su casa."
Mi corazón se hundió en mi pecho al recordar que era el cumpleaños de Emma y yo lo había olvidado por completo. La angustia, el miedo y la vergüenza se apoderaron de mí mientras caía en mi cama sin saber qué hacer.
Me sentía terrible por no haber estado presente en un día tan importante para Emma, una de mis mejores amigas. Me sentí como el peor amigo del mundo en ese momento.
Y es justamente Emma.
Rápidamente me levanté de la cama y me apresuré a vestirme para ir a la fiesta de Emma. Sabía que tenía que estar allí, aunque sabía que no sería fácil enfrentar a mis amigos después de lo sucedido.
7:45 pm. Esto era el colmo de los colmos.
Puta cabeza la mía, todo se me olvida.
Me ofendí un par de veces con: estúpido, imbécil.
¿Realmente debería ducharme? No.
Me quité la camiseta que traía y la lancé sobre la cama. Me caí quitándome el pantalón de pitillo color negro, pero no importa. Cogí una camisa mangas largas de color azul marino me la puse si abotonarla. Del clóset escogí unos jeans negros rotos por las rodillas y cuando metí el pie obviamente salió por la rotura de la rodilla.
¡Fuck!
Mejor llegar tarde que nunca- pensé.
Subí la cremallera y me cogí un pellizco en el... la...
-Ay! ¡A la verga! Eso duele.
Me puse los Converse negros y salí del cuarto abotonándome la camisa.
Mi mamá estaba muy enfocada en su nuevo proyecto de diseño y se detuvo al verme acelerado.
-¿A dónde vas, Archie?
-¿Puedes creer que hoy es el cumpleaños de Emma y yo lo había olvidado?
-No puedo creerlo Archie. Siempre estás en la Luna.
Ignoré su reproche.
-Necesito que me lleves a casa de Emma.
-A esta hora, no puedo. Pregunta a tu padre si puede.
Mi papá estaba haciendo algunas revisiones en el motor del automóvil en el aparcadero. Por suerte lo convencí de que me llevara a casa de mi amiga.
Me presenté en la entrada.
La casa de Emma es una verdadera mansión, impresionante y elegante. Su portón de entrada era gigante, imponente y adornado con detalles embellecidos.
Llamé al timbre y me abrieron.
Al entrar, se encuentraba un impresionante pasillo que conduce a diferentes áreas de la casa.
Emma me esperaba en la puerta, de brazos cruzados, recostada en el regazo de Chloe. Vestida con ropa casual: una camiseta blanca de Arctic Monkeys y un short desflecado. En cambio Chloe estaba vestida con unos jeans azules rotos y una camiseta de Pink Floyd de Emma.
-Feliz cumpleaños, -le mostré una sonrisa de vergüenza.
-Gracias.
Pensé que me insultaría o algo así.
-Perdona esta hora, Emm. Tuve que salir a comprar unas cosas con Nicolle.
-Recorerían Reino Unido completo -respondió con sorna.
-Toma. -Le extendí una bolsa plateada con un regalo que supuestamente le había comprado con antelación. En realidad eran unas gafas aesthetic que las había comprado para mí.
Me dolió no poder usarlas, pero más me iba a doler que Emma no me perdonara.
-Gracias. No debiste gastar la mesada de tus padres.
-Descuida, algún día seré millonario y con mi trabajo podré comprarme lo que quiera- dije mostrando una sonrisa.
-O te tocará la lotería como a Emma -dijo Chloe y Emma sonrió.
-O me tocará la lotería.
Sentí un fuerte dolor de cabeza y temblor de piernas. No me di cuenta de que estaba hablando entre suspiros. Estaba agotado, exhausto. El plan de agotar a Nicolle se volvió contra mí mismo.
-¿Qué, te pasa Archie? -preguntó Chloe cuando vio que me encorvé para apoyar mis manos sobre las rodillas y con la cabeza gacha.
-Estoy muy cansado.
-Entra para que comas algo de tarta -invitó Emma.
-No puedo, mi papá me está esperando allá afuera.
Rápidamente pensé.
-Pero podríamos ir a un parque mañana y hacer un picnic. Así puedo pasar el tiempo que no pasé hoy contigo -la miré con ojos de fatiga-Realmente estoy agotado.
Emma miró a su novia en busca de aprobación.
-Claro, por qué no. A las nueve nos vemos.
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Archibald Connor. Los secretos de la luz.
SpiritualitéEn este cautivador libro espiritual, "Archibald Connor. Los secretos de la luz", nos sumergimos en la vida de Archibald Connor (Archie) durante sus vacaciones de verano. Con el deseo ardiente de encontrar la verdadera felicidad, Archie decide embarc...