Capítulo 19: Caminos entrelazado

12 1 0
                                    


El sol había terminado de ponerse cuando salimos del laboratorio, y una brisa fresca nos recibió al cruzar la puerta. Jake caminaba junto a mí, su presencia firme, aunque la tensión entre nosotros seguía siendo palpable. No habíamos dicho mucho después del beso, pero el silencio compartido ahora se sentía diferente, lleno de promesas no dichas y de un futuro incierto.

Llegamos al estacionamiento de la escuela, y Jake se detuvo antes de llegar a su coche. Giré para mirarlo, sintiendo que algo más necesitaba ser dicho, aunque no estaba segura de qué.

"Emily..." comenzó, su voz baja y dudosa, "sé que esto es nuevo para los dos, y sé que tal vez no es el mejor momento, pero no quiero que pienses que esto fue solo... un impulso. Lo que siento es real."

Su sinceridad me desarmó, y por un momento me quedé sin palabras. No estaba acostumbrada a ver este lado vulnerable de Jake, el chico que siempre parecía tan seguro de sí mismo, tan en control de todo.

"Yo tampoco lo creo," respondí finalmente. "Pero... tengo miedo, Jake. No sé cómo manejar esto. Hay tantas cosas en juego."

Jake asintió, como si comprendiera perfectamente. "No te estoy pidiendo que tomes una decisión ahora mismo, Emily. Solo quiero que sepas que estaré aquí, sin importar lo que decidas."

Un silencio cómodo se instaló entre nosotros mientras me procesaba sus palabras. Sabía que nada sería sencillo a partir de ahora, que habría obstáculos que superar y decisiones difíciles que tomar, pero también sabía que no estaba sola en esto.

"Gracias, Jake," dije suavemente. "Por ser honesto. Y por darme espacio para pensar."

Sonrió ligeramente, y la tensión en sus hombros pareció aliviarse un poco. "Siempre, Calabacita. Siempre estaré aquí."

Me despedí con una sonrisa tímida y empecé a caminar hacia mi auto, sintiendo que había dado un pequeño paso hacia lo desconocido, pero un paso que estaba dispuesta a explorar. Jake se quedó mirándome mientras me alejaba, y aunque sabía que el camino por delante sería complicado, también sabía que estaba lista para enfrentar lo que viniera.

---

El día siguiente en la escuela fue un torbellino de emociones encontradas. Aunque intenté enfocarme en las clases y en las conversaciones cotidianas con mis amigos, no podía dejar de pensar en lo que había sucedido entre Jake y yo. Cada vez que lo veía en los pasillos, nuestros ojos se encontraban por un breve instante antes de que ambos desviáramos la mirada.

A mitad del día, mientras caminaba hacia mi casillero, noté un grupo de chicas susurrando entre sí, lanzándome miradas furtivas. El nudo en mi estómago se apretó. Sabía que el beso no se había mantenido en secreto por mucho tiempo. Las noticias en una escuela viajaban rápido, y mi cercanía con Jake no iba a pasar desapercibida.

Llegué a mi casillero y traté de concentrarme en lo que necesitaba para la próxima clase, pero sentía los ojos de esas chicas perforando mi espalda. Cuando cerré la puerta del casillero, me encontré con Sarah, una de las chicas más populares de la escuela y amiga cercana de Jake. Su sonrisa era fría, y algo en su mirada me puso en alerta.

"Vaya, Emily," dijo con un tono que apenas ocultaba el sarcasmo, "quién diría que te convertirías en la nueva conquista de Jake. Pero déjame decirte algo, él no es del tipo que se queda con chicas como tú por mucho tiempo."

Sus palabras me golpearon con fuerza, pero traté de mantener la compostura. "No sé de qué hablas, Sarah," respondí, aunque sabía que no me creería.

Ella dio un paso más cerca, su sonrisa desapareciendo. "Te lo advierto, Emily. No te metas en un juego que no puedes ganar. Jake no es para ti, y te arrepentirás si sigues adelante con esto."

Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras la observaba alejarse, dejando en el aire la amenaza implícita de sus palabras. Las dudas comenzaron a inundar mi mente. ¿Estaba haciendo lo correcto? ¿Valía la pena arriesgarme a todo esto por alguien como Jake?

La campana sonó, sacándome de mis pensamientos, y comencé a caminar hacia mi próxima clase. Aunque intenté concentrarme en las palabras de los profesores y las tareas del día, no pude evitar sentir que algo había cambiado. Las miradas y los susurros seguían dondequiera que iba, y el peso de las expectativas y las advertencias se sentía cada vez más aplastante.

Al final del día, me dirigí al laboratorio, esperando encontrar a Jake allí para nuestro trabajo en el proyecto de ciencias. Lo encontré esperándome, como siempre, pero esta vez había algo diferente en la forma en que me miraba. Sabía que él también había escuchado los rumores y que la presión estaba comenzando a afectarnos a ambos.

"Emily," dijo en cuanto entré, su voz llena de preocupación. "¿Estás bien? He oído algunas cosas... cosas que no me gustan."

Suspiré, sintiendo el peso de todo lo que había pasado ese día. "No es fácil, Jake. No sé si puedo soportar todo esto. Las miradas, los comentarios... No sé si estoy preparada."

Jake se acercó, tomando mis manos entre las suyas. "No tienes que hacer esto sola, Emily. Estoy aquí. Siempre estaré aquí. No dejes que lo que otros digan te afecte. Lo que importa es lo que tú y yo sentimos."

Sus palabras fueron reconfortantes, pero aún no podía sacudirme el miedo. Sabía que este camino no sería fácil, pero tal vez, solo tal vez, valdría la pena intentarlo.

"Está bien, Jake," susurré, sintiendo una mezcla de esperanza y ansiedad. "Intentémoslo. Pero prométeme que si las cosas se ponen difíciles, seremos honestos el uno con el otro."

Jake asintió, sus ojos llenos de determinación. "Lo prometo, Emily. Pase lo que pase, seremos honestos."

Y con esa promesa sellada entre nosotros, comenzamos a trabajar en nuestro proyecto, sabiendo que el camino por delante sería complicado, pero dispuestos a enfrentarlo juntos.

''Entre Laberintos y Miradas''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora