Capítulo 28: Resonancias del Pasado

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"El pasado no siempre se queda atrás, a veces regresa para retarnos a enfrentarlo."

El instituto estaba igual de bullicioso que siempre, pero el mundo a mi alrededor se sentía más pesado, como si las paredes del lugar estuvieran cargadas con recuerdos que prefería olvidar. Derek, mi ex, había vuelto, y su presencia no solo había revuelto viejos sentimientos, sino que también había desenterrado heridas que creía cerradas.

Entré en clase, intentando mantener la calma. Mis pasos resonaban en los pasillos, y aunque trataba de mantener la cabeza en alto, sentía el peso de las miradas. ¿Cuántos sabían? ¿Cuántos se darían cuenta de la tensión en mis hombros, en mis gestos? No podía dejar que eso me detuviera, no ahora. Necesitaba mantenerme fuerte.

Jake estaba en su lugar de siempre, esperándome con una sonrisa que me hacía sentir segura, aunque fuera por un momento. Cuando nuestras miradas se cruzaron, supe que lo había notado. Él conocía cada uno de mis gestos, mis expresiones. Nada le pasaba desapercibido.

Me acerqué lentamente, mis pensamientos arremolinándose en mi mente. ¿Le contaba todo? ¿Le dejaba entrever los fantasmas que Derek había traído consigo, o me guardaba el dolor, como siempre?

"Calabacita," susurró Jake en cuanto estuve cerca, su voz baja y reconfortante. Sus dedos se entrelazaron con los míos, y el simple gesto envió una ola de tranquilidad por mi cuerpo.

Intenté sonreírle, pero fue una mueca vacía. Jake lo vio. Siempre lo veía.

"Emily, ¿qué sucede?" preguntó, su voz llena de preocupación.

Abrí la boca para hablar, para decirle que todo estaba bien, pero las palabras no salieron. ¿Cómo podía explicar lo que sentía cuando ni siquiera yo lo entendía del todo?

"Lo que sea que esté pasando, no tienes que enfrentarlo sola," dijo Jake, sus ojos reflejando una promesa silenciosa. Sentí un nudo en la garganta, y aunque no pude hablar, asentí.

El día pasó en una niebla. Las clases, las conversaciones, todo parecía una distracción mientras mi mente giraba en torno a Derek, Jake, y la confusión que sentía. Durante el almuerzo, decidí salir a tomar aire. Necesitaba claridad.

Al llegar al parque del instituto, lo vi. Derek estaba allí, sentado en una banca, su mirada perdida en la nada. Mi corazón dio un vuelco, pero no de la manera que solía hacerlo. Esta vez, era miedo, incertidumbre.

No quería hablar con él, no quería revivir lo que había pasado entre nosotros, pero sabía que no podía seguir evitándolo. Tenía que enfrentarlo, no solo por mí, sino por la relación que estaba construyendo con Jake.

"Derek," lo llamé con la voz firme, aunque sentía que mis piernas podían fallar en cualquier momento.

Él levantó la vista y sonrió, pero esa sonrisa ya no tenía el poder que solía tener sobre mí. Ahora solo era un eco de algo que ya no quería en mi vida.

Me acerqué lentamente, sintiendo el peso del pasado sobre mis hombros. Cada paso era un esfuerzo por mantenerme en control, por no dejar que los recuerdos me arrastraran hacia el abismo del que había salido con tanto esfuerzo.

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''Entre Laberintos y Miradas''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora