Capítulo 11: Aguas Tranquilas

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"En las aguas tranquilas, encontramos el reflejo más claro de lo que somos cuando estamos juntos."

— Anónimo

Jake Thompson

El lunes siguiente a nuestra presentación exitosa, me desperté con una sensación de alivio que no había sentido en mucho tiempo. El nuevo proyecto estaba atrás, y por primera vez en semanas, sentía que las cosas estaban volviendo a la normalidad. Pero, como siempre en Rivertown High, las cosas rara vez eran simples.

Nos habíamos ganado un poco de respeto con nuestra última presentación, pero también habíamos despertado algunas miradas de envidia. A pesar de que me sentía bastante orgulloso de lo que habíamos logrado, no podía ignorar el hecho de que algunos compañeros aún tenían sus reservas sobre Emily y sobre mí. La presión social seguía ahí, aunque quizás no tan fuerte como antes.

La mañana estaba despejada y el sol brillaba, lo que normalmente me habría puesto de buen humor. Sin embargo, no podía evitar preocuparme por cómo se sentía Emily. Después de nuestra última conversación en el parque, sabía que el estrés y la crítica la estaban afectando más de lo que ella admitía.

Me encontré con ella en el pasillo antes de la primera clase. Estaba con su libro habitual en la mano, y aunque su sonrisa era genuina, había algo en sus ojos que no podía ocultar. La preocupación y la fatiga eran evidentes.

"¿Cómo te sientes hoy?" le pregunté, tratando de sonar casual.

Emily levantó la vista de su libro y sonrió. "Estoy bien, solo un poco cansada. Pero no quiero que eso te preocupe."

"Es difícil no preocuparse cuando puedo ver que algo no está bien," respondí, en un tono que no dejaba lugar a dudas sobre mi preocupación.

Ella suspiró y cerró el libro. "Es solo que a veces siento que a pesar de todo el esfuerzo que ponemos, siempre habrá alguien que nos juzgue. Pero supongo que es parte del juego, ¿no?"

"Lo es," confirmé. "Pero también es importante recordar por qué hacemos esto. No se trata solo de impresionar a los demás. Se trata de hacer nuestro mejor trabajo y de apoyarnos mutuamente."

Emily asintió, pareciendo más relajada. "Sí, tienes razón. Gracias por estar siempre ahí."

"No hay de qué," le dije con una sonrisa. "Vamos a enfrentarlo juntos, como siempre."

Durante las clases del día, me concentré en mantener una actitud positiva. Intenté dejar de lado las preocupaciones sobre la presión social y me enfoqué en disfrutar el tiempo que pasaba con Emily y con el equipo. Los días de alta presión parecían estar detrás de nosotros, pero era evidente que aún había trabajo por hacer.

Después de la última clase, nos dirigimos al café para almorzar. El ambiente en el café era relajado, y la charla se centró en temas menos estresantes, como nuestros planes para el fin de semana y los próximos eventos en la escuela. Emily parecía más animada, y me alegró ver cómo su ánimo mejoraba.

"¿Qué planes tienes para este fin de semana?" le pregunté mientras comíamos.

Ella pensó por un momento. "No mucho. Tal vez termine de leer ese libro nuevo que estoy esperando, y quizás haga algo de pintura. ¿Y tú?"

"Voy a descansar un poco," le respondí. "Ha sido una temporada intensa, y creo que me vendría bien un tiempo para relajarme. Pero podríamos hacer algo juntos si te parece bien."

Emily levantó una ceja con curiosidad. "¿Qué tienes en mente?"

"Podríamos ir a dar un paseo por el parque," propuse. "Nada demasiado emocionante, solo para despejar la mente y disfrutar del buen tiempo."

Emily sonrió, y su expresión se iluminó. "Eso suena genial. Me encantaría."

Después de almorzar, nos dirigimos al parque, y el tiempo que pasamos allí fue exactamente lo que necesitábamos. Caminamos por los senderos, hablamos de cosas triviales y simplemente disfrutamos de la compañía del otro. La presión y el estrés parecían desvanecerse en el aire fresco del parque.

A medida que el sol comenzaba a ponerse, sentí que nuestra conexión se fortalecía aún más. Habíamos superado tantos desafíos juntos y, a pesar de las dificultades, habíamos encontrado un equilibrio en nuestra relación.

Cuando nos despedimos al final del día, me di cuenta de lo lejos que habíamos llegado desde el inicio de nuestro proyecto. Habíamos pasado de ser dos personas con prejuicios y dudas a formar una conexión real y sincera. Aunque aún había desafíos por delante, sabía que estábamos listos para enfrentarlos, siempre que estuviéramos juntos.

Emily se despidió con una sonrisa y un abrazo rápido, y me sentí agradecido por la relación que habíamos construido. A veces, las aguas tranquilas esconden profundidades que solo se descubren al navegar juntos.

''Entre Laberintos y Miradas''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora