Capítulo 24: En la Rutina del Caos

6 1 0
                                    


*"El amor no necesita grandes gestos; a veces, los momentos más pequeños pueden significar todo."*

---

El martes comenzó de forma bastante rutinaria. El bullicio del instituto era el mismo de siempre, con estudiantes corriendo de un lado a otro, pero para mí, todo parecía ligeramente distinto. Después de la intensidad del día anterior con Jake, me sentía más consciente de cada mirada y susurro a mi alrededor. Sabía que la noticia de nuestra relación se había extendido rápidamente, y eso me generaba una mezcla de nerviosismo y emoción.

Llegué al instituto con mi mochila colgada sobre un hombro y mi pelo suelto, algo inusual para mí. Me puse unos jeans de cintura alta y una camiseta color crema, combinada con una chaqueta de cuero marrón clara. Hoy quería sentirme cómoda, pero también un poco más segura de mí misma, especialmente con todo lo que estaba pasando.

Mientras caminaba por el pasillo hacia mi casillero, escuché algunas risitas y miradas de reojo. No sabía si eran por la novedad de mi relación con Jake o simplemente porque la gente había comenzado a notar que algo había cambiado en mí. Aun así, traté de mantener la cabeza en alto y no dejar que me afectara.

Al abrir mi casillero, escuché una voz familiar detrás de mí. "Calabacita."

Sonreí antes de girarme. Jake estaba allí, como siempre, con esa expresión relajada que lo hacía parecer como si nada en el mundo pudiera molestarle. Llevaba su chaqueta negra favorita, una camiseta gris y unos jeans oscuros. Parecía que ni siquiera se esforzaba en verse bien, pero lo lograba sin problemas.

"Buenos días, Jake," respondí con una sonrisa, sintiendo un calor agradable en el pecho al verlo.

Jake se acercó y, sin pensarlo dos veces, me dio un rápido beso en la mejilla. El gesto fue casual, pero lleno de cariño, y no pude evitar notar las miradas curiosas de nuestros compañeros que pasaban cerca. Aunque el hecho de mostrar afecto en público aún me ponía un poco nerviosa, Jake parecía completamente cómodo con ello.

"¿Lista para otro día emocionante en el instituto?" bromeó, inclinándose ligeramente hacia mí, lo suficientemente cerca como para que su olor a colonia fresca me rodeara.

"Totalmente," respondí con una sonrisa sarcástica. "No puedo esperar."

Jake se rió, y el sonido de su risa hizo que mis nervios se disiparan un poco. Caminamos juntos hacia nuestra primera clase del día, su mano rozando la mía de vez en cuando, como si fuera una constante reafirmación de que estaba allí, a mi lado.

En clase, todo transcurrió como de costumbre, pero no pude evitar notar que Jake encontraba formas sutiles de mostrarme afecto incluso en los momentos más mundanos. Ya fuera al sentarse más cerca de mí de lo habitual, o al inclinarse para susurrar algún comentario que solo nosotros entenderíamos, estaba claro que no quería ocultar lo que sentía por mí.

Durante el almuerzo, nos encontramos con algunos de sus amigos en la cafetería. Me sentí un poco fuera de lugar al principio, pero Jake se aseguró de que me sintiera bienvenida, presentándome con una sonrisa y manteniendo su brazo alrededor de mis hombros de manera protectora. Era como si quisiera asegurarse de que todos supieran que yo era importante para él.

Mientras hablábamos y reíamos con sus amigos, sentí que el ambiente se volvía más relajado. Aunque aún no estaba completamente acostumbrada a la atención que recibía por estar con Jake, había algo en la forma en que él manejaba todo que hacía que me sintiera más segura. Sabía que, mientras estuviera con él, todo estaría bien.

El resto del día pasó rápidamente, y antes de darme cuenta, la campana final sonó, marcando el fin de la jornada escolar. Jake me esperaba en la puerta del instituto, como siempre, y caminamos juntos hacia el estacionamiento. El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de un suave tono anaranjado, y mientras caminábamos, no pude evitar sentirme agradecida por todo lo que habíamos vivido hasta ahora.

"¿Quieres hacer algo esta tarde?" preguntó Jake, con esa sonrisa que siempre hacía que mi corazón se acelerara un poco.

"¿Tienes alguna idea en mente?" respondí, mirándolo de reojo.

"Podríamos ir al parque, o simplemente dar una vuelta por la ciudad," sugirió, encogiéndose de hombros. "Lo que sea, siempre y cuando esté contigo."

Me reí suavemente y asentí. "Me parece perfecto."

Jake me dio un beso rápido en los labios antes de que subiéramos a su coche y nos alejamos del instituto. Mientras conducía, sentí que, aunque la rutina diaria del instituto aún seguía, había algo especial en los pequeños momentos que compartíamos. Cada día era una nueva oportunidad para descubrirnos el uno al otro, y aunque el caos y las miradas curiosas continuaban, también lo hacía la magia de estar juntos.

---

El día terminó en una suave calma, con Jake y yo sentados en una banca del parque, observando cómo el cielo se oscurecía lentamente. No necesitábamos grandes gestos ni palabras elaboradas para disfrutar de la compañía del otro. A veces, lo más importante era simplemente estar allí, compartiendo el momento.

Mientras me acurrucaba contra él, sentí que, aunque aún había mucho por descubrir y muchas preguntas sin respuesta, estábamos en el camino correcto.

''Entre Laberintos y Miradas''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora