CAPÍTULO 7

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Las mejores características para esta larga noche son: extraña, inesperada, pero a la vez planeada e intensa, nada más ni nada menos

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Las mejores características para esta larga noche son: extraña, inesperada, pero a la vez planeada e intensa, nada más ni nada menos. Realmente pensábamos que ya teníamos el plan 100% calculado y que no habría sorpresas. O al menos, que la sorpresa no sea tan incalculable.

Huimos a mi departamento las dos, ya que, si huíamos a la suya, probablemente Sana podría oírnos o romper la puerta de una patada para entrar si supiese que yo estaría ahí. Mi punto de vista, según todo lo que pasó esta noche, hubiese preferido que cada una vaya por su lado, pasar estos días resfriadas sin hablar para pensar, pero Lisa no permitió eso. Me convenció de que a la mañana siguiente mandaría a alguien por mi auto y permaneceríamos juntas los días que nos recuperemos por haber estado tanto tiempo bajo la lluvia.

Igual no puedo quejarme, valió la pena resfriarse dentro de todo.

Llegamos como a las dos de la mañana aproximadamente, tomé una ducha para poder calentar mi cuerpo de la fría lluvia mientras que la rubia  preparaba una sopa, que según ella, había aprendido a cocinarla con solamente observar a su madre hacerla cuando era niña.

Luego de mi ducha, calenté el agua para que ella también tome una, traje unas prendas que hace tiempo trajo a mi departamento para "supuestas emergencias" o por si se quedaba a dormir y finalmente esperarla mientras yo ponía nuestra ropa mojada para lavar.

—Tu ducha es muy relajante, ¿acaso tiraste aromatizantes o algo por el estilo?—preguntó entrando con su torso desnudo cubierto por solamente su sostén deportivo.

—No, es el olor del limpiador de piso—reí tomando su ropa sucia, una por una—. Mmm... Lisa, no creo que tu bóxer este mojado.

—¿Acaso no lavas la ropa interior?

—Sí, pero...

—Solo mételo en el lavarropas o quédatelo, no te va a morder. Ven—tomó mi mano—, prueba esta deliciosa sopa hecha por una mismísima Diosa griega.

—Esto se ve bien—me senté y revolví la comida con mi mano libre, ya que la otra seguía sujetada por la suya—. ¿Estás segura de que sabes cocinar? ¿Cómo la preparaste?

—Pollo, verduras que encontré por ahí, perejil, jengibre y huevo, pero lo que le dio el gusto fueron mis hermosas manos y mi magia.

—Está bien—lleve una gran cucharada a mi boca para degustar y sorprendentemente sabía bien—. Esta rica—asentí con la cabeza—, no digo que te dediques a esto si es que es por magia y manos de una "Diosa griega"—hice comillas con mis dedos—. Pero podemos sobrevivir.

Pasamos el rato tomando la sopa y viendo una de las películas de la larga lista que hizo especialmente para que veamos juntas, algunas eran una malísimas, como la que estamos viendo, se trata de una película cliché yankee de Netflix, la cual, solamente vemos para generarnos cringe y criticarla por la mala trama y terribles actores, pero otras por suerte, eran muy buenas, sabía bien qué elegir para ver en el momento indicado.

Tu Misterioso Amor - JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora