CAPÍTULO 18

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Desperté con el sonido de una llamada de Grace, invitándome a almorzar con ellos luego de no haberla visto durante mucho tiempo, desde que me fui de visita a Seúl

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Desperté con el sonido de una llamada de Grace, invitándome a almorzar con ellos luego de no haberla visto durante mucho tiempo, desde que me fui de visita a Seúl. Me pidió que vaya lo antes posible que pueda, ya que curiosamente un intruso se había instalado en su casa. Así que me bañé, me vestí, pasé para controlar que el restaurante este todo en orden y compré el postre para compartirlo con mi familia para no llegar con las manos vacías, unas de las pocas cosas que mi madre me enseñó.

—¡Llegué!—abrí la puerta de la mansión Thomas—. Grace, traje tarta de limón y merengue, ¡como a ti te gusta!

—Querida hija, viniste con buena compañía—tomó su tarta favorita colocándola sobre la mesa—. Tenemos que ponernos al día, cuéntame todo.

—¿Paul no te contó nada?insinué con complicidad—, ¿absolutamente nada?

—Bueno sí, sabes que es chismoso—rió tiernamente.

—Oye ma, ¿quién es el intruso que se instaló en casa?—pregunté ayudándola colocar los platos en la mesa.

—¡Cierto! Fueron a comprar el almuerzo, es una sorpresa.

—¿Vendrá Leonardo DiCaprio con nosotros?

—Similar... Algunos dicen que es similar.

Luego de terminar de preparar la mesa, nos recostamos en el sillón para ver un programa de bailes que solíamos ver antes de mi viaje. Media hora después, llegaron mis hermanos.

—¡Llegamos!—dijo Teseo con unas cuantas verduras en sus manos y su hermano con una bolsa de comida.

—¿Qué compraron?—pregunté desde el sillón, asomándome desde el respaldo—. ¿Y Paul y el intruso?

—¿El intruso?—Asclepio arqueó la ceja—. Ah, cierto "el intruso"—rieron entre ellos con complicidad—; está afuera ayudando a papá.

Con mi madre decidimos seguir viendo el programa y dejar que ellos se encarguen de la comida, ya que era su turno, intercambiábamos roles cada semana, una nos tocaba a nosotras cocinar y otra a los hombres de la casa. Se escuchó un fuerte golpe de la puerta principal, haciendo que esto llame nuestra atención.

—Lo siento, no calculé la fuerza—rió tímidamente mirando al piso, sosteniendo dos bolsas de carbón.

—No puedo creerlo, la copia barata de DiCaprio está en la casa de mis padres, que casualidad—la miré mientras arrastraba la bolsa desde la entrada hasta el patio.

—Que conste que soy más guapa que ese tipo.

—¿Desde cuándo se instaló?—le pregunté a mi padre mientras se recostaba cansado junnto a nosotras.

—Grace lo dramatizó, entabló una amistad con mis hijos cuando iba al estudio jurídico y desde allí, los jueves juegan futbol en la cancha del patio.

Tu Misterioso Amor - JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora