Capítulo 2: Cregan Stark

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Capítulo 2: Cregan Stark.

“Tengo que ser perfecto en todos los sentidos, un rey no puede ser débil ni flaquear jamás... Duro como una pared de hielo y frío como el invierno que ya está en puerta”.

Solo hay que ver el objetivo, el centro representando el corazón del enemigo, concentrarse en ello y lograrlo.

Con sus manos firmes apuntó al centro y disparó la flecha, dio muy cerca, a su espalda se oyó el aplauso de sus amigos quienes alabaron su gran destreza. Sin embargo, el muchacho de apenas trece años no mostró orgullo sino que frunció el entrecejo colocando otra flecha lista para seguir.

—No fue perfecto —se dijo a sí mismo para intentarlo de nuevo.

—¿Qué haces, Cregan? No presumas —le preguntó desde las gradas uno de sus amigos Dyland, este es un joven muy bromista el cual no pierde oportunidad para hablarle de manera irrespetuosa a su joven señor.

«Oh, mi padre», recordó aunque quiera olvidar, su Lord padre Rickon Stark está convaleciente estos últimos días luego de enfermar gravemente, en su cama postrado por semanas solo espera el abrazo de la muerte.

La gran dama Gilliane, esposa de Rickon Stark y madre de su heredero, tampoco goza de buena salud, es la depresión por perder a su esposo uno de estos días en cualquier segundo.

Los ojos grises se fijaron en la diana y apuntó: “Flash”, todo quedó en silencio pues dio justo en el centro.

—¡Bravo! —estallaron los aplausos de nuevo, entre ellos varias doncellas que no ocultan su interés en el joven heredero, chasqueó la lengua sin darles una segunda mirada.

«Mantener la pureza», no es como esos jóvenes que van a los establos a buscar compañía pues se mantiene recatado y correcto ante las tentaciones del mundo solo pensado: «seré un digno heredero», flecha tras flecha fueron lanzadas y todas dieron tan en el centro que se hizo un montículo ahí mismo.

Luego pasó al combate cuerpo a cuerpo colocando sus muñequeras y atando bien su chaleco, ya está en edad para dejar las espadas de madera y usa una real aunque sin filo para evitar incidentes.
Como es contundente su oponente fue su amigo y compañero de entrenamiento Dyland Norrey, él está muy cerca suyo desde que tiene consciencia y lo aprecia mucho.

El joven Cregan chocó de manera amistosa como un saludo respetuoso y ambos empezaron, antes de que el Norrey pudiera hacer algo Cregan ya lo había barrido con el pie haciendolo caer en seco al suelo frío.

—Una nevada se acerca —se dijo parándose en medio del campo donde los copos ya había empezado a caer.

—Sí, mi Lord —Dyland se paró con dificultad y se volvió a colocar en posición —. El entrenamiento no ha terminado.

El Stark levantó una ceja inquisitivo, al parecer su amigo desea no caminar mañana al retarlo de una manera tan directa. Con su gran porte y su destreza vista pocas veces pudo darle tal golpe a Dyland que lo mandó de nuevo al suelo está vez rendido.

Al regresar caminó por los pasillos admirando los copas gélidos caer afuera, el frío está en puerta y con ello una helada que no se ha visto en varias décadas, su capa en sus hombros y un arco en sus manos: “El invierno se acerca”, nunca fue tan real.

La salud de su padre decayó, el norte pronto perderá a su señor y guardián: Winterfell, construida por Brandon Stark “el constructor” es el asentamiento ancestrales de los Stark y sede se antiguos reyes, su capital y máxima fortaleza. Solo espera a que la ciudad no tambalee como lo hacen las demás después de esa oscura página en la historia llamada: “la danza de dragones”, la cual provocó la fragmentación de los reinos dividiendolos tres grandes alianzas: Los ríos y valles, el norte, los isleños y los Dorninenses aliados a las tres hijas.

Por otra parte más allá del muro los hombres libres no se quedaron con los brazos cruzados ante la oportunidad de atacar el norte, la guardia nocturna necesita hombres continuamente gracias a la guerra, todos estos problemas atacaron la cabeza del joven heredero.

Así el primer día de nevada Rickon Stark partió de este mundo con su esposa a los pies de su cama, su único hijo se mantuvo impacible en el pasillo escuchando a su madre llorar, siempre fue una mujer profundamente devota a su señor aunque no sabe si alguna vez vio amor entre sus padres, solo un amo y un siervo. Como buen siervo, Gilliane lo siguió a los pocos días tras haber caído enferma: “Dolor de corazón le llamaron”.

«Muy apropiado para una mujer como ella», proviene de los valles después de todo.

En el castillo de Winterfell las personas comenzaron a murmurar por los pasillos, se decía que el consejo de ancianos y maestres se reunió para decidir el destino del norte omitiendo la presencia del heredero, otros hablaron de una rebelión interna.

Cregan no lloró a sus padres, con su semblante estoico conteniendo sus emociones marchó con la comitiva funeraria hasta las catacumbas para dejar en descanso eterno a sus progenitores, aunque no se lo vio derramar lágrimas sí tenía unas marcadas ojeras y la punta de la nariz un tanto roja por lastimaduras.

Al regresar en las puertas pudo ver varias figuras paradas esperandolo, al principio no sabía lo que ocurría hasta que se cruzó con un rostro conocido: “Tio Bennard”.

Por fin su máscara de hierro se quebró, qué hace un exiliado en las puertas de su castillo, y peor aún, con los ancianos y el consejo a su costado.

Se dice que un lobo solitario muere sin su manada, este rebelde fue exiliado hace años por ejecutar sin orden y por venganza, algo indigno para un Stark, su propio padre lo echó a las islas áridas con mucho pesar.

—¡Sobrino! —Abrió sus brazos el hombre alto de oscura y larga barba, Cregan aceptó sus condolencias aunque podía notar un atisbo de burla en aquella vos tan gentil, como el chillido silencioso de una víbora.









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Se viene Gold leaves el dragón dorado y el lobo gris:

Cregan Stark: “El que es rey puede cogerse a quien quiera, sí, eso incluye a ese dragón mimado y orgulloso”

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Cregan Stark: “El que es rey puede cogerse a quien quiera, sí, eso incluye a ese dragón mimado y orgulloso”.


El Dragón que se enamoró del señor del Norte (Cregan Stark) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora