Capítulo 8: Arra Norrey fue la elegida

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Capítulo 8: Arra Norrey fue la elegida.

“Ser correcta no es suficiente para que me sienta a gusto con su presencia, mi mente siempre vuelve a aquel hábitat donde una criatura viciosa trama sus enredados trucos”.

Gran banquete por la mayoría de edad del heredero, Winterfell:

El día que le presentaron a su prometida solo podía pensar en lo recatada que era, una joven muy correcta y con la cabeza gacha: cabello castaño liso y esbelta aunque sus pechos resaltaron un poco. Ella se acercó a la mesa donde el regente brindaba y le pidió presentarse con una gran sonrisa,Cregan sintió la mano en su hombro y giró solo para ver el rostro ya ebrio de Bennard Stark.

—Arra de la casa Norrey, mi Lord —respondió ella, tenía un suave cabello que caía por los costados y unos ojos verdes profundos, tan hermosa como sumisa se presentó ante los señores quienes asintieron complacidos por su recatada apariencia.

«El clan de la montaña, cardos de sinople en el campo de oro», Cregan recordó por un segundo el blasón con su copa bailando en su mano moviendo su vino.

“Es perfecta”, “Almos hizo un gran trabajo educando a la joven”, “será la elegida sin duda”, oyó de un lado y el otro los murmullos.

«Al parecer todos tienen más conocimiento que yo aquí», se dijo disgustado y no pudo evitar poner una expresión hosca, la joven lo evitó solo saludando al regente dirigiendose a él como “lord regente”, como si el heredero no acabara de cumplir su mayoría de edad.

Esto fue decidido sin su presencia a puertas cerradas, se sabe muy bien de la simpatía del regente con su maestre Almos Norrey, solo es una formalidad presentarlos con la mayor naturalidad posible. Cregan le dio un trago a su copa sin querer seguir viendo a la joven, ella misma no le sostiene la mirada y con eso ya perdió su interés real, aunque está complacido que no sea fea o una joven coqueta del sur.

«Arra Norrey», dijo ese nombre en su mente, no despertó fuego algunos por más de ser hermosa y que su vestido azul profundo resalte sus tono magnífico de ojos, le recordó un poco a su cohibida madre con amargura.

A pesar de todo, y con conciencia de su puesto, a Cregan le pareció muy apropiada también, aunque su mente vuela a cada dos minutos al lago secreto con una criatura tonta retozando en las ramas, agitó su cabeza, no puede vivir en fantasías.

Lord Norrey pronto apreció con su comitiva para cerrar tratos, Cregan se sintió relegado en su silla apartada mientras el regente bebía alistando los preparativos de una forma muy descarada.

—Ey —llamó por lo bajo Dyland quien estaba en otra mesa, casi nadie le habla aquí —. Te casarás con mi prima la tonta —le dijo con diversión, pronto la madre de Dyland quien estaba a su lado lo golpeó y corrió pidiendo disculpas por la manera tan maleducada de su hijo.

“No ocurre nada”, les excusó, este es el banquete por supuesto para celebrar sus quince años y con ello su compromiso con una muchacha norteña apropiada.

Se preguntó si la criatura sabía acerca de los asuntos humanos fuera de su refugio, temas mundanos frívolos como tratos para unir casas del norte: Sin simpatía, sin amor o pasión, solo tratos sellados con un apretón de manos que ya vio como ambos viejos se daban.

«No, esa cosa no conoce siquiera lo que es un caballo, mucho menos sabe de matrimonio», sonrió por lo bajo al recordar su segundo encuentro:

“El hábitat tan caluroso como siempre lo asfixia, comenzó a desprenderse su chaleco para poder respirar mejor y levantó su largo cabello en una coleta dejando algunos mechones caer sobre su rostro donde se pegaron a su piel sudada.

«Esto no se quedará así», se juró enrrollando su manga.

—¿Ahora me ignoraras? —preguntó cansado, la criatura le dio la espalda mientras jugaba con los peces del lago despreocupada ignorando por completo su existencia.

—Hm, hmm —tarareó despreocupada.

La paciencia de Cregan se fue acabando y se paró detrás de la criatura quien mostró su espalda descubierta y su cabello el cual relucia en mechones rubios, bajo la luz se movieron de un lado al otro con su extrañeza de mover la cabeza en forma serpenteante, hasta ahora él no lo había notado pero le gustó mucho ese tono de bronce con mechones rubios puros en la melena desordenada, tanto le gustó que quiso tocarlo pero se contuvo.

—¿Te estoy preguntando qué me ocurrió aquí? —le mostró su brazo herido con los dientes marcados, realmente no está enfadado solo no tiene nada más que hacer en aquel lugar sin el arciano presente y nunca deja una deuda sin cobrar.

Llamenlo rencoroso si así lo desean, pero Cregan Stark siempre pasa factura a quienes lo lastiman o insultan, aunque la lista más larga en este momento la tiene su tío, está criatura es la segunda.

Ella giró de perfil y le levantó una ceja mirando la herida, encogiendose de hombros respondió: ‘Salió un caballo y lo mordió, intenté detenerlo pero fue inútil’, su voz tan seria que por poco cree en tal locura.

—¿Un caballo? —Cregan devolvió la pregunta con asombro y desconfianza, entre cerró los ojos.

‘Hmm’, afirmó la criatura asintiendo con la cabeza, el joven supo de inmediato que la criatura jamás a visto un caballo en toda su vida: ¿Es esto la mordida de un caballo y no sus colmillos pequeño y puntiagudos?

«Esta cosa me cree imbécil».

No es normal verlo sonreír pero cuando escucha las idioteces de la criatura no puede contenerlo, luego se apartó sin prestarle más atención, es divertida solo por un rato hasta que pone esa expresión de: ‘Creeme’, y algo en el pecho del joven se contrae sin ganas de seguir intimidandola.

El árbol se alzó ante él sin mostrar actividad alguna, es una verdadera pena y un martirio desde ahora, solo puede caer en ese hueco hasta que el árbol despierte, por lo tanto no peleará más con esa criatura aunque sí se pregunta dónde está el dragón, ¿habrá sido solo una ilusión?

Los días eran largos y las noches aún más, de día puede ser el prisionero perfecto y de noche tiene que estar horas en silencio con su única distracción ignorandolo: La criatura”.

—¡Hey! —la exclamación lo sacó de sus pensamientos y volvió al gran salón donde su tío lo llamó

Delante suyo se paró el regente con “el Norrey” sujeto del hombro, algunas personas miraron en su dirección expectantes.

—¿Sí? —salió de su ensoñación acomodandose en su silla, su tío se había acercado con Ronald Norrey y la joven Arra a su costado, la chica tenía las mejillas rojas y una pequeña sonrisa tímida.

—Cuando llegue la próxima temporada lady Norrey se casará con la casa Stark —sentenció el regente con fuerza, ya tenía unas copas de más y no guardó las apariencias.

Las personas comenzaron a murmurar, está actitud autoritaria ante el joven heredero es una verdadera ofensa que Cregan se tragó y guardó en su corazón profundamente, con su rostro estoico levantó la copa y respondió: “Que así sea”, brindó escuchó la exclamación de todo el salón.

Aunque el odio lo inunde, la ira no lo puede cegar, este año podrá visitar el muro gracias a las confrontaciones con el pueblo salvaje y huirá de la influencia de su tío, algún día lo aplastará como el insecto que es.



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Aclaro:

Cregan no se revela porque no tiene apoyo y anda lit en un viaje astral para encontrar su espíritu lobo. Le quiere dar piso a su tío por usurpar su puesto y tratarlo como un títere pero también sabe que no es honorable matar a un familiar por poder, desea recuperar su lugar con dignidad sin recurrir a juegos sucios.

El Dragón que se enamoró del señor del Norte (Cregan Stark) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora