Capítulo 24: Puso tres huevos

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Capítulo 24: Puso tres huevos.

“¡Tan lindos!”.

Estaba realmente feliz y extasiada, ¡por fin! Su sacrificio tuvo frutos, solo espera que su lobo comprenda cuando le cuente de principio a fin su aventura en luz solitaria.

«Oh, ahora tengo dos esposos», es la esposa de uno y ella misma tomó al otro, ¿acaso existe diferencia? Claro que sí, siente como si su primer marido fuese quien manda por sobre ella y lleva las riendas, pero con el segundo es ella quien tiene el poder, ella lo tomó, es un sentimiento que alimenta su ego pero tampoco se compara con la felicidad que emerge cuando está con Cregan Stark.

¿Qué expresión pondrá cuando se entere de todo? Y aún más porque no puede deshacer su responsabilidad sobre el Greyjoy.

Golpeó ebrios y tuvo que aparearse con un sujeto extraño, sin embargo no dejó que este engendre nada en su interior, pues no desea parir crias de nadie que no sea su esposo principal: El lobo Stark.

Ojalá Cregan sea compresivo, no necesita hacerse cargo de Dalton Greyjoy como a una damisela, él es fuerte y rico, sin embargo tampoco es un dragón desnaturalizado que puede hacer una promesa y no cumplirla, si él la necesita ella irá en su ayuda, por otra parte no tienen crías en común así que no precisa regresar a esas islas áridas que tanto detesta.

Ya espera con ansias poder ir al norte luego de poner a salvo a este niño de cabello blanco, el pequeño se desmayó hace mucho tiempo, ahora va con la cabeza colgada y ojos cerrados, toda su ropa arapienta pegada a su desnutrido cuerpo.

Esos ojos...

«Oh, son el morado más hermoso del mundo», esa cara tan tierna y sus fracciones delicadas, es realmente una belleza única, al dragón le encantan las cosas bonitas y este último Targaryen es una joya, el recuerdo de decenas de generaciones cruzaron por ese rostro.

Más cerca de los dioses que de los humanos”, tuvo el placer de poder admirar una criatura casi tan mítica como ella misma.

En una montaña apartada aterrizó con gran complicación pues nunca antes su alas habían hecho un esfuerzo semejante, no quiso usar esta forma antes por la enredadera de hilos para volver a ser humana, y tiene que explicarle varias cosas a este niño.

Lejos de la lluvia y la sangre, lejos de la mano cruel de Dalton Greyjoy, el pequeño fuego oscuro se levantó sin poder creer mirando todo a su alrededor, se limpió el rostro incrédulo. Él no mostró miedo ante la criatura que tenía enfrente, el animal de escamas doradas lanzó una pequeña esfera de fuego creando una fogata desordenada para calentar el frío cuerpo del niño.

—¡Gracias! —agradeció tomando lugar cerca del fuego, calentó sus manos en las llamas muy tranquilo.

«¿Ya no temes?», Sophia torció la cabeza hacia un lado intrigada, no esperó está actitud tan calmada por parte de un niño que hace horas parecía morir de pánico.

—¿Los dioses escucharon mis plegarias? —preguntó la voz rasposa por la falta de agua, extendió su mano hacia la cabeza del dragón y Sophia sin dudarlo aceptó el toque —. Los dioses escucharon mis plegarias —afirmó, algo en su voz que quebró y sus lágrimas fluyeron.


Es difícil ser un bastardo:

Hijo de una prostituta, nacido en un lugar oscuro y repugnante que aún así podía llamar hogar. Cuando esa guerra estalló sus hermanos fueron llevados uno tras otro, no sabía a dónde pero tenía miedo. Al final también fue capturado, le dijeron que era un bastardo del Rey y que su cabeza valía algo, le buscarían alguna utilidad.

El Dragón que se enamoró del señor del Norte (Cregan Stark) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora