Capítulo 16: El dragón trabaja golpeando ebrios.
“¿Mi esposo me deja trabajar en una taberna golpeando ebrios? Lo más seguro es que no”.
El bullicio en la taberna la molestó un poco, pero aún más este pesado hombre quien pretendió acorralarla contra la pared poniendo su mano en medio cual barrera.
—Vamos, pequeña rubia —El aliento desagradable le pegó en el rostro a la chica, el hombre extendió su mano para tocar el rostro fino cuando las uñas tan duras como piedra se le clavaron en el hombro.
—¡Ya te dije que estoy casada! —exclamó cansada y con asco, de un tirón lo sentó en el suelo donde él se sujetó el hombro con gran dolor.
La joven admiró sus uñas largas e intactas, solo un poco de carne bajo las garras pues le había enterrado los dedos hasta el hueso al ebrio, es buena usado sus nuevas armas favoritas.
“Lo hizo de nuevo”, se oyó la risa de las mujeres que atendían a los clientes, esta rubia llegó hace al menos un mes: Sin ropa, sin pertenencias y tenía un carácter extraño, el viejo dueño dejó que se quedara cuando notó su increíble don para la violencia, su trabajo es sencillo: Echar ebrios, a cambio puede comer y dormir en un rincón, un trato denigrante para cualquier otra joven y hermosa mujer, pero la rubia quien se presentó como Sophia lo aceptó gustosa. Aunque la mayoría de hombres la busca para acosarla pues es una belleza fina, ella no posee ni un gramo de simpatía hacia el sexo opuesto.
Suspiró limpiando sus dedos, si tan solo el viejo sabio le hubiera dicho por dónde empezar a buscar, él solo la tiró a una isla llena de gente desagradable: Luz Solitaria, puede recordar su llegada a este lugar ventoso y árido.
“El viejo sabio le encomendó su misión de vida, con gran dolor envió a su tesoro dorado al mundo exterior, está casada con un hombre y debe seguirlo según sus votos, no tiene más tiempo en su hábitat y quizás jamás regrese.
‘Adiós, Gold leaves, pequeño revoltoso’.
En ese preciso momento el dragón no entendía muchas cosas: ¿Puede ir a la superficie pero aparecerá lejos del dominio de su esposo? ¡No es justo!
El dragón se indignó, aún así obedeció saltando al lago: ‘nada hasta lo más profundo y sal hacia la luz y pronto estarás en el mar de los hombres ahogados’, le había ordenado el viejo sabio.
Le dolían las piernas y otros lugares secretos, cuando había despertado tenía una gran cantidad de fluidos escurriendo de su interior y al responsable recostado a su lado con una sonrisa complacida. Aunque tuvieron que separarse ambos prometieron esperar un futuro reencuentro.
‘Cuando salgas al mundo exterior, escúchame bien, por nada del mundo vayas con hombres desconocidos a cualquier lugar... ¡solo búscame!’, la había tomado de los hombros para advertirle antes de desaparecer, Gold leaves admiró esos ojos grises por última vez intentando grabarlos profundamente en su memoria y él pareció hacer lo mismo.
Los mismos espíritus de las antiguas doncellas se acercaron y por primera vez estuvieron de acuerdo con el lobo feroz: ‘Él tiene razón, allá arriba no debes confiar en nada que tenga una verga colgando entre sus piernas’, habló una de ellas.
‘¡Sí, son lo peor!’, gritó otra, con voz paranoica y muy asustada, las luces se persiguieron entre ellas en ese momento hasta hallar un escondite.
‘¡Me hizo esto solo por no aceptar su propuesta!’, las quejas de amontonaron, todas y cada una de ellas contra lo más vil y mentiroso que pueda existir: Los machos humanos.
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El Dragón que se enamoró del señor del Norte (Cregan Stark)
Fiksi PenggemarCuenta la leyenda que un dragón huyó de las masacres, con la caída de sus amos fueron tratados como bestias destinadas a la ejecución, enemigos de los humanos. El dragón insensato colocó su nido en las profundidades del bosque en el norte donde el i...