6. Jeno

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Nunca había pensado mucho en la bisexualidad. Sabía desde que era bastante joven que solo estaba interesado en los hombres, y eso se había demostrado una y otra vez en su vida. Giselle, por ejemplo, era muy bonita. Rizos rubios enormes, grandes ojos azules y, diablos, supuso desde algunos ángulos, ella podría ser una versión femenina de sí mismo, lo que hacía más extraño el catalogar su atractivo. Pero, de cualquier manera, no inspiraba nada en él más que un
sentimiento general de que no era difícil mirarla ¿Su parecido con él significaba que Jaemin tenía un tipo que abarcaba ambos géneros? ¿Cabello dorado y sonrisa brillante? Eso no parecía correcto.

A diferencia de las chicas de la manada, y ese otro chico muy raro, quienes siempre lo habían visto trabajar cortando leña durante esos veranos, Jaemin nunca lo había hecho sentir incómodo. Lo había mirado a los ojos, no a los pectorales desnudos y sudorosos. Había sido dulce y servicial, y si estaba enamorado, no había sido abierto ni extraño al respecto. Era posible que todo se tratara de su apariencia. Todo siempre había vuelto a eso en la vida de Jeno hasta ahora, por lo que no sabía por qué esperaba algo más. Siempre se trataba de su buena apariencia genérica o su alfa. Si no fuera por esas cosas, nadie se habría fijado en el mediocre Jeno. Ni demasiado inteligente, ni demasiado talentoso, ni demasiado nada. Siempre en medio del camino, aburrido Jeno, ese era él.

Apostaría a que Giselle no es aburrida. Demonios, había tenido un bebé ilícito en contra de los intereses del alfa; Jeno ya la respetaba muchísimo. Y estaba celoso de ella. Era tonto. Ella acababa de salir de una situación terrible: le habían echado, llevó un bebé al otro lado del país porque su manada decía que no podía estar con el hombre que amaba. Jeno quería amar a alguien lo suficiente como para alejarse de todo.
Alguien como Jaemin, que lo amaría lo suficiente como para alejarse de todo lo que conocía también.

Hubo un ruido en la cocina, algo cayó al suelo seguido de una suave maldición. Algo inventivo sobre el hijo de un amante de las ovejas... Huh. Dio un salto y se dirigió hacia las escaleras. Si iba a estar despierto y sensiblero, bien podría ser útil mientras lo hacía. Útil para la misma mujer de la que estaba celoso, de hecho. Giselle estaba de pie en medio de la cocina sosteniendo a su bebé, mirando hacia abajo a la jarra de jugo de naranja como si hubiera sido la que estaba insultando, no ella.

- ¿Necesitas una mano?

Ella se volvió hacia él y suspiró abatida - Lo lamento - susurró ella - Estaba tratando de no despertar a nadie, pero ella tiene hambre y yo todavía no, um, eso es, no tengo la eche suficiente.

Jeno recogió el recipiente de jugo del piso y agarró la botella que había dejado en el mostrador - Caminaste durante días. Es un milagro que estés de pie y mucho menos produciendo leche. Sí, lo sé, a todos nos da vergüenza hablar de eso. Sin embargo, es bastante normal, ¿no? ¿Alimentar al bebé y todo?

Ella le sonrió tímidamente y asintió - Su padre siempre estaba bastante horrorizado. Quería que la cubriera con una manta cuando le daba de comer.

Jeno ladeó la cabeza. Eso no sonaba a Jaemin. Además, ella no hubiera hablado como si él estuviera en su pasado, ¿verdad?

- Lo sé - susurró ella, con la mirada fija de repente en el suelo - Eso es lo que sucede cuando sales con un humano.

Un humano. Eso, definitivamente era algo que Jaemin no era. En lugar de resaltar su ignorancia, negó con la cabeza.

- Estoy bastante seguro de que eso es lo que sucede cuando sales con un idiota. No estoy seguro de que la humanidad tenga algo que ver con eso.

Ella se rio, pero casi de inmediato se convirtió en un sollozo entrecortado. Extendió los brazos en una oferta para tomar al bebé y ella se lo entregó sin dudarlo. La confianza calentó su pecho casi tanto como la chiquilla en sus brazos. Agarró la botella, exprimió el aire y se la tendió. Tan hambrienta como su madre había dicho y algo más, ella se enganchó casi al instante. Así que equilibró la botella contra su pecho y extendió el brazo que había liberado hacia Giselle. Prácticamente se abalanzó sobre él, acurrucándose a su lado y hundiendo la nariz en su cuello.

Estaba empezando a tener sentido. Si había algo que la manada Lee respetaba menos que los omegas, eran los humanos. Si hubiera tenido un hijo con un humano, la habrían rechazado. Si el mismo humano la hubiera echado, era algo que definitivamente haría el tipo de imbécil que se
avergonzaba de que su propio hijo comiera, ella no tendría adónde ir. Ancestros, la pobre mujer había pasado por demasiado para alguien de su edad. No podía ser mayor que Jaemin, probablemente más joven y allí estaba, con un bebé que cuidar y sin habilidades para sostenerse sola. Eso era ser Lee.

Jeno había pasado por la parte de "expulsado sin aptitudes", pero sin la parte del bebé. Había tenido el lujo de poder unirse al ejército. Claramente, Giselle estaba jugando el peor juego del mundo en modo difícil. Distraídamente, se preguntó si el jugo de naranja sería bueno para los bebés. Parecía mucha azúcar, todo ese ácido podría ser duro para el estómago. ¿Sería mejor la fórmula hecha para bebés humanos? ¿Leche devaca normal y corriente? ¿Algún otro tipo de leche? Él frunció el ceño. Necesitaban comprar algo en la tienda al día siguiente; simplemente no
sabía qué. Tal vez debería salir ahora. La gasolinera estaría abierta y al menos tenían leche normal.

- Dijo que no quería un perro, quería un bebé - susurró ella contra su cuello, como si fuera un secreto, todos los pensamientos sobre la leche
abandonaron su mente.

Jeno pensó que debería ser un secreto. Nadie debería saberlo, ni siquiera Giselle. Rei seguramente nunca lo escucharía si tuviera algo que decir. Apretó más a Giselle contra él.

- Suena como un problema suyo. La manada Yangju está feliz de tenerlos a los tres.

- ¿De verdad? Quiero decir, sé que es mucho. Pero Jaemin pensó que ayudarías - levantó la cabeza y miró hacia la habitación verde, donde Jeno podía escuchar a Jaemin roncar suavemente - Solía estar muy enamorado de ti. Todavía lo hace, probablemente. Pensé que estaba siendo optimista al venir aquí, pero no sabía qué más hacer, siempre parecías ser lo suficientemente amable. Además, pensé que tal vez, ya sabes, los marginados se mantienen unidos o algo así.

- Ser expulsado de la manada Lee es una insignia de honor - le dijo Jeno, llevándola fuera de la cocina al estudio - Son terribles, y todos
deberíamos estar orgullosos de escapar.

- No creo que Jaemin quiera volver - aventuró en voz baja mientras la empujaba hacia el sofá con él. ¿Era una opción? Jaemin había estado en la casa por un puñado de horas, y ya, la idea de perderlo, de perder a cualquiera de los tres, era dolorosa - Creo que él piensa que se supone que debe hacerlo, pero no creo que quiera hacerlo.

Por mucho que le doliera a Jeno admitirlo, incluso dentro de su propia cabeza, tener a tres miembros de su antigua manada en la casa se sentía bien. Había pasado su juventud siendo entrenado para ser el alfa. A veces, sentía que les había fallado al irse, incluso si apenas había sido su elección.

- Espero que no regrese - comentó Jeno, dolorosamente honesto - Es un lugar terrible, y aquí hay lugar para ustedes.

- ¿Lo hay, sin embargo? - preguntó nerviosa - Somos omegas de Lee. Como solía señalar mi novio, no tengo habilidades útiles. No tengo
educación.

Jeno desechó eso - Esa es una preocupación para después, y cuando surja, nos ocuparemos de ella, como manada. Por ahora, cuidar a un bebé es un trabajo por sí solo.

Ella miró alrededor de la habitación, absorbiéndolo todo - Parece que tienen mucho dinero, pero no es mío. Ni siquiera soy parte
de una manada, en realidad no.

Técnicamente, Jeno debería hablar con Johnny y Doyoung antes de hacer ofertas o promesas. Sin embargo, se sintió completamente cómodo y dijo: - Podrías serlo. Si quisieras. Y esta manada se encarga de los suyos. Eventualmente, si quisiera, podría trabajar en la tienda.

Sin perder el ritmo, ella preguntó: - ¿Jaemin también?

- Jaemin también - estuvo de acuerdo con facilidad.

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Jeno es lo más lindo que hay, por esa razón el Dowoo y Johnny lo trata como su niño.

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