Johnny dejó que Jeno se saliera con la suya durante un tiempo sorprendentemente largo. Durante dos semanas, pasó casi todo el tiempo fuera de casa. Aún hacía sus turnos en la tienda, claro, pero también había llevado a Jaemin a todos los buenos restaurantes en Yangju que se le ocurrieron, así como a algunos agujeros con excelente comida. Jaemin era dulce y a medida que pasaba el tiempo se volvió menos tímido, Jeno se dio cuenta de que también era inteligente y divertido. Sacarlo a comer todas las cosas que nunca había tenido la oportunidad de probar había comenzado siendo divertido y Jeno no mentiría, lo había usado como una forma de evitar a Seunghan. Al final, descubrió que disfrutaba su tiempo con Jaemin más de lo que había disfrutado en mucho tiempo.
—No sé cómo pensaron en freír helado, pero es increíble — exclamó Jaemin mientras recogía una gran cucharada de su postre para ofrecérselo
a Jeno, quien aceptó felizmente.Era, de hecho, increíble. Jeno suspiró de felicidad, cerró los ojos y se recostó en su silla. Fue entonces cuando sucedió lo último en el mundo que esperaba. Él olió.. Jaemin. Jaemin estaba excitado. Abrió los ojos, tratando de sofocar los celos prematuros, esperando ver al hombre mirando a alguien más en el restaurante. Pero Jaemin lo estaba mirando a él. No estaba seguro de por qué eso era inesperado. Había estado enamorado de él años antes, así que tal vez se las arregló para continuar justo donde lo había dejado.
Cuando Jeno lo miró a los ojos, se sonrojó y miró hacia otro lado, retorciéndose en su asiento. Jaemin estaba excitado y mirándolo. Si el hombre lo quería, no cambiaba que Jeno no pudiera iniciar el sexo entre ellos. No era su lugar; era una decisión que Jaemin tenía que tomar. Pero coquetear para indicar que no rechazaría ninguna atención ofrecida estaba bien, ¿no? Jeno se inclinó hacia delante, apoyó la barbilla en un puño y se inclinó sobre la mesa. Arrancó la cuchara de la mano de Jaemin y probó el helado, pero en lugar de terminárselo, lo acercó a sus labios.
— Es realmente muy impresionante — estuvo de acuerdo, mirando a Jaemin a los ojos — Sin embargo, apuesto a que tú también lo serias. Eres
increíble también.Jaemin se puso rojo brillante, pero sostuvo la mirada de Jeno y abrió la boca. Sin embargo, no se inclinó hacia adelante y mordió. Esperó a que Jeno se lo diera de comer. Tan lentamente como pudo obligarse a moverse, Jeno presionó la cuchara fría contra la lengua de Jaemin y la deslizó dentro de su boca. Jaemin cerró los labios a su alrededor, los ojos verdes dilatados de par en par. Lucia como un conejo asustado, pensando en salir corriendo, pero no apartó la mirada hasta que Jeno le sacó la cuchara de la boca. En el momento en que estuvo libre, respiró hondo y bajó la cabeza para mirar su plato, pareciendo atónito.
Una parte de Jeno pensó que debería terminarlo ahí, pero no era como si estuviera haciendo demandas, ¿o sí? Así que volvió a sumergir la cuchara en el helado y en lugar de ofrecérsela a Jaemin, se la llevó a los labios. La mirada de Jaemin lo siguió mientras desaparecía en su boca, la suya abierta y respirando pesadamente. Jeno finalmente volvió a poner la cuchara en el plato, mirando a Jaemin a los ojos por última vez antes de tragar su helado.
— Deberías terminar eso para poder irnos.
Jaemin asintió y tomó su cuchara mecánicamente, comiendo los últimos bocados de su postre mientras se miraban uno al otro. Tal vez Jeno lo había estado pensando demasiado. Claro, Jaemin estaba protegido y no se le había permitido tomar sus propias decisiones antes, pero era un adulto. Entre su viaje y su tiempo en Yangju hasta ahora, estuvo tres semanas libre de la influencia de la manada Lee. Francamente, parecía estar manejándolo mejor que él.
Jeno se había derrumbado, sin hogar y acababa de perder a su primer amor, sin dirección y sin amigos en el exterior. Había sido pura suerte lo que lo había llevado más allá de la oficina de un reclutador del ejército. Había ido mucho más allá con él, ofreciéndole un lugar en su sofá y preparándolo para tomar su CSAT; él le debía todo. Por otro lado, estaba bastante contento de que Jaemin no se hubiera unido al ejército. Sus habilidades culinarias se habrían desperdiciado allí y nadie habría apreciado sus dedos ágiles o sus etéreos ojos verde pálido. Además, incluso con su habilidad lobuna para curar, Jeno casi había muerto en Afganistán. No quería nada así para Jaemin. Estaba firmando el comprobante de la tarjeta de crédito por el almuerzo unos minutos más tarde cuando sonó su teléfono. El tono de Johnny.
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Poppin' Love
FanfictionUn omega en busca de un refugio seguro. Un alfa que pensó haberse alejado de su pasado.