Capítulo 42

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Acostado en cama, Lior estiró el brazo y agarró con algo de dificultad su celular. Al acabarse la batería tenía que conectarlo, pero cada que lo hacía, alcanzarlo luego de que acabara de cargar resultaba tan difícil como intentar enderezarse de la cama. Podía aguantar la incomodidad del yeso y la sudoración de su espalda, pero no tanto cuando hasta respirar resultaba doloroso.

Además de eso, también era difícil levantarse para ir al baño, cosa que hasta el momento había podido hacer sin ayuda. Sus criadas y las enfermas no eran tan diferentes, pero Lior no deseaba que lo atendieran en algo tan básico como desplazarse hacia el baño. Le parecía humillante y hasta vergonzoso, por lo que sorbia aire por los dientes, respiraba con dificultad, se agarraba con fuerza de lo que fuese, pero caminaba solo hasta su destino.

No lo tenían en constante observación, pero siempre las enfermeras preguntaban cómo se sentía o si necesitaba algo. Al principio a Lior no le irrito, estaba más concentrado pensando en su rara relación con Blair, luego, todo se volvió más fastidioso a medida que pasaban los días. A veces se despertaba por el ruido, a veces se indignaba cuando le ofrecían una bacinilla, otras veces solo quería hacer sus cosas sin sentirse observado.

—Buen día Señor...¿qué está haciendo?

Luego de ver la hora, recordando que Bretta o Samantha le  dijeron que estarían ahí antes de las nueve de la mañana, Lior suspiró al darse cuenta de que ya se habían demorado bastante. Ya eran las diez,  y si alguna de ellas no venía, no tenía otra opción más que hacer las cosas por si solo.

—Voy a ducharme —contestó el omega, apoyándose en una pared mientras se arrastraba.

—Y su acompañante?

—No ha llegado.

La enfermera se quedó callada por un instante y luego se dispuso a acercarse. Lior alzó el brazo que no estaba enyesado y la detuvo.

—No necesito ayuda.

—Sí, sí la necesita. 

El carácter decidido de la enfermera, mientras ella esgrimía una sonrisa, hizo suspirar al omega ¿que ganaba con pelearse con ella por algo que simplemente tenía que hacer? No era su culpa que él no tuviera a nadie que pudiera ayudarlo.

—¿Señor?

—Ya dije que yo-

—Buenas —Se escuchó en la puerta, una cálida voz jadeante—, ¡soy la acompañante del señor Lior!

La brillante cabellera de Samantha, con una o dos hebras por fuera, apareció frente a Lior y la enfermera. La omega vestía una camisa de manga larga con una jardinera y unos pantalones de mezclilla rotos. Por su expresión, ella parecía estar totalmente angustiada.

—Llegas tarde.

—Lo siento señor —titubeó Clair, con la boca seca—. Yo me haré cargo señorita, gracias.

—Esta bien, pero si se va a bañar, déjeme ponerle esto ¿si? —La enfermera buscó en un armario al costado del baño un par de cosas y luego se las mostró—. Es para que no se le moje el yeso.

—Que me ayude ella.

Luego de señalar a Clair, que dejaba sus cosas encima de una mesa cercana, la enfermera asintió y le entregó a la rubia dos protectores impermeables.

—Ponle esto con cuidado, le ayudara.

Samantha asintió y recibió las cosas. Entonces cuando estuvieron solos, por fin se acercó a Lior.

—¿Y Bretta? —Samantha se colocó al costado del omega y el hombre sintió alrededor de su codo el tensó y cálido vientre de la mujer.

—Se quedó cuidando a Hoppy señor, ya que solo dejan ingresar a un acompañante —contestó ella, ayudándolo a sentarse de nuevo en la camilla—. Disculpe la tardanza, ya estaba lista para salir pero me sentí un poco mareada y tuve que quedarme a respirar un poco, prometo que no-

Dominio Omega [Omegaverse BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora