Capítulo 45

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—Primo...viniste.

Susy se apresuró rápidamente hacia Lior, que estaba vestido de blanco, y lo abrazo suavemente. El omega palmeó el tibio cabello de la niña y observó a Samantha dirigirse a la mesa de regalos.

—Pensé que no vendrías a causa de tu accidente...

—Te hice una promesa —La niña se ruborizó—. No te preocupes por mí, hoy es tu día especial.

Aunque parecía una muñeca rota que necesitaba ayuda, Lior realmente no pensó en desistir sobre la idea de ir a la fiesta en ningún momento. Sabía que habrían muchos invitados y entre ellos familiares que lo rodearían como si fuera la mesa de aperitivos, pero así como prometió un regalo, quería sorprender a Susy yendo también a la fiesta. Seguramente nadie se lo esperaba, y era así por como le miraban los demás.

—Oh por dios, no esperaba verte por aquí.

Girando el rostro hacia la voz, el pelinegro deseó en silencio que en vez de venir cada uno a saciar su curiosidad, mejor que todos se le acercaran en grupo y le hicieran las preguntas que quisiesen. Por lo menos con eso se ahorraría la saliva.

—Es una pena lo que te paso querido.

—Gracias por su preocupación.

—Llamamos a tu madre apenas vimos las noticias. —Otra voz se unió a la discusión y luego Lior fue rodeado por tres mujeres mucho más bajas que él, que tenían en la mano un vaso de algo parecido a champán. La que acababa de acercarse se llamaba Leonor. 

—¡Pero te ves muy bien a pesar de lo ocurrido!

—Sería una pena si te hubieras desfigurado el rostro por eso...

—Aunque las cicatrices...

Una minúscula sonrisa empezó a crecer de entre los labios de Lior. Claro que les preocupaba eso.

—Yo estoy perfectamente —aclaró el omega—. No tengo tiempo para preocuparme por nimiedades, pero entiendo completamente porque a ustedes sí les preocuparía ese tipo de cosas.

Una de ellas se apresuró a abrir la boca antes de que otra respondiera con hostilidad o recelo.

—Sí sí, pienso lo mismo.  —Lior vio que una de ellas tomaba un sorbo de su bebida, pero de hecho el vaso ya estaba vacío—. La verdad es que te vez esplendido como siempre ¿verdad?

Claro que era así porque no había forma de que, aun en su condición, Lior revelara una apariencia patética. Sabía que llamaría la atención con las muletas y el yeso, pero por eso mismo se vistió muy bien, dejando claro que los demás no podían olvidar de ninguna forma de quien se trataba. 

Las mujeres, que dejaron la pregunta de Leonor flotando en el aire, asintieron rápidamente al darse cuenta de que el omega las veía fijamente. Ellas, incluso si Lior tenía el cuerpo completamente enyesado o golpeado, no eran competencia para él.

—Puede que a ti no te preocupe, ¿pero y Gabriel?, de seguro casi se muere el pobre de la angustia. 

Sin querer, los ojos de Lior se apretaron ante la mención del nombre, y luego una mujer de rasgos parecidos a los de Susy, de labios simétricos y rojos, se acercó hasta donde estaba él y sonrió.

—No lo veo por aquí, ¿paso algo?

Las tres mujeres se tensaron y  se giraron al mismo tiempo hacia la nueva invitada, ahora ansiosas por el asunto del que ninguna se había dado cuenta. Ante la expectativa, Lior se tomó su tiempo para contestar.

—No está aquí porque ya no estamos juntos —explicó el pelinegro—, pero me extraña que no lo sepas Helena, siendo que tu pasatiempo favorito es indagar sobre la vida de los demás.

Dominio Omega [Omegaverse BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora