Capítulo 33

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Contra todo pronóstico el viaje no duró mucho. Con las exigencias de Margareth sobre que fueran puntuales y la insistencia de Jimmy de volver rápido a casa por su omega embarazada, en dos meses estaban devolviéndole el asiento de primera clase. Margareth no paraba de parlotear sobre que quería volver para ver a su niño, y Jimmy se emborrachaba todas las noches en el bar en el que ocasionalmente iban para decirles en pocas palabras, que su vida matrimonial pendía de un hilo.

Para Blair no era complicado entender el comportamiento primitivo de un alfa, pese a que lo tenía bastante controlado, estar consigo mismo le hizo entender bastante cosas, de modo que cuando empezó a compartir el sentimiento de irse, de volver a casa, la respuesta se hizo clara para él.

Los alfas se movían por estímulos, pero siempre eran estímulos personales, íntimos. Mientras que Jimmy estaba preocupado por su matrimonio porque seguía amando a su mujer, Margareth tenía un fuerte sentimiento sobreprotector hacia su hijo...y bueno, Blair no tenía un hijo ni mucho menos, pero también se sentía bastante ansioso ante la idea de pensar en que Lior estaba solo.

Sabía perfectamente que el omega estaría metido en su trabajo y en sus deberes, y obviamente la existencia de Gabriel...bueno, no suponía ya un problema para él, pero aun así, muy dentro suyo, no podía sacárselo de la cabeza.

Desde el inicio del viaje se planteó poner en orden sus sentimientos, pero desde el momento en el que se dio un descanso del trabajo, entendió que realmente estaba jodido. Por lo que hacía conocía mucha gente, y más si eras atractivo y simpático, pero imaginar que estaría tan desinteresado era sorprendente. No importaba lo hermosos, voluptuosos o interesantes que fuera cada omega que se cruzaba en su camino, Blair realmente solo podía pensar en Lior. Eso, si comparaba su anterior actitud despreocupada, lo ponía sobre una situación preocupante.

Por eso, aunque se pensó que el viaje le sentaría bien, para poner sus sentimientos en orden y hacer algo al respecto, la distancia solo sirvió para confirmar lo que suponía.

—Señor. —La suave voz de Stephenson lo sacó de sus pensamientos. Se encontraron en el aeropuerto hace unos pocos minutos y Margareth y Jimmy ya habían cogido su propio rumbo hace rato—. Reservé en un restaurante a las 2:00, así que sería bueno que empezáramos a irnos.

—Supongo que si lo hiciste es porque hay mucho por lo cual hablar, ¿eh? —La táctica de Stephenson era tan simple que Blair podía dilucidarla realmente fácil. Si se adelantó a reservar en un lugar sin su permiso, era porque algo pasó en el tiempo que no estuvo presente. Le parecía sutil y agradable, no había nada mejor que comer algo delicioso mientras que recibías una mala noticia.

—No es lo que cree señor —respondió el hombre—, son buenas noticias lo que tengo que decirle.

—Qué confiable —sonrió el alfa —, supongo que se trata de lo que te pedí que hicieras.

Alejándose, en la entrada del aeropuerto los esperaba el chofer. No hablaron hasta que estuvieron dentro y empezaron a alejarse.

—Exactamente señor —murmuró el hombre pelinegro—, pero antes de eso, la señorita Virginia me pidió que le avisará que por favor la llamara al llegar, ya que parece que lo necesita.

Suspirando, el pelirrojo buscó el móvil en su bolsillo. Se deshizo de dos de los tres celulares que tenía, primero el que era para despistar y segundo, que era el que contenía los números de todas las personas con las que salió. Ya no importaba de todas maneras, y Blair quería dejarlo claro.

Buscando el número de Virginia, vio de reojo el contacto de Cindy. Desde el principio Lior se negó a dar su número personal y prefirió que su relación de trabajo fuera a través de su asistente, y si bien era fácil para él conseguir su número, Blair respetaba la privacidad que Lior todavía tenía hacia su persona. Pensando en él, el alfa se llevó el celular a la boca, ¿Lior se habría dado cuenta de que se fue por dos meses? una sonrisa cruzó su boca.

Dominio Omega [Omegaverse BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora