Capítulo 53

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Enjugándose el sudor de la frente, Theo hundió la pala y se tomó un respiro. El tórrido sol era insoportable, y como los días calurosos no hacían más que multiplicarse, el trabajo diario empezaba a convertirse en algo difícil.

—Veo que no es tan fácil como parece ¿verdad?

Clair se dirigió hacia el omega con una bandeja de limonada fría y el chico agarró el vaso de forma apresurada.

—Es complicado —dijo Theo, luego de un largo trago—. Aunque el terreno no es tan grande hay muchas cosas que hacer. Hay que regar, podar, sacar las hierbas malas, organizar, cuidar, rociar, plantar. Es toda una hazaña.

—Pero lo haces muy bien —halagó la rubia—. No eres un holgazán como el anterior jardinero. Estoy seguro de que el señor verá tu esfuerzo.

—Supongo... —Theo se quedó viendo fijamente a la muchacha y ella se dio cuenta de que quería preguntarle algo. Poniendo una mano sobre su frente para así cubrir el sol, Samantha preguntó.

—¿Sucede algo?

—¿Sabes dónde puedo encontrar al señor Lior?, es que me gustaría decirle que algunas herramientas están algo viejas...

—Tienes suerte. Está en la parte de atrás de la casa tomándose un té frio. Ve antes de que entre, a él no le gusta mucho el calor.

Apresurándose, Theo se lo encontró sentado en una silla tejida con un libro en las manos. Al verlo, el recién empleado de la casa se sorprendió por la ropa casual que llevaba el dueño. La última vez que lo vio, Lior vestía demasiado formal, así que era extraño para Theo ver al omega con una camisa sin mangas y un pantalón corto.

—¿Ya terminaste de trabajar Theo?

El jardinero se sobresaltó y se acercó con más cautela al  omega , que continuaba leyendo. Al ver el título del libro, Theo abrió grande los ojos.

—¿Vas a decir algo o estas parado ahí porque si?

—Vine para informarle que las herramientas que tiene están algo viejas... —titubeó, tragando en seco—. ¿Podría comprar nuevas?, si quiere puedo darle una lista y así puede-

—No es necesario. Te daré el dinero y tú las compras —Lior por fin alzó los ojos del libro—. Solo dime cuánto es y luego hablas con Gregory para que te lleve.

—¿Puedo hacer eso? —Lior enarcó una ceja—...Decirle a Gregory que me lleve...¿él no es su chofer?

—Por eso, es mí chofer. Él hace lo que yo quiera. ¿Algo más?

No sentía hostilidad por parte de Lior, pero él hablaba con tanta aspereza que estaba muy intimidado de decirle lo que pensaba ahora. El pelinegro, aburrido por la indecisión del jardinero, suspiró y se levantó de la silla.

—El libro...que está leyendo... —Lior miró a Theo cuando lo escuchó hablar—. ¿Realmente es el que creo?

—¿Te interesa? —Conte alzó el libro y Theo leyó el título: Mil flores, decía.

—Sí...aunque es algo caro, así que nunca he podido comprarlo...

El pelimarron vio al omega volver a su silla. Poniendo el codo sobre la mesa, Lior colocó el rostro sobre su palma extendida.

—¿Podría usted...prestármelo? —Antes de recibir una respuesta, Theo continuó—. Digo,  es que tiene demasiado información sobre jardínería y botanica, asi que me gustaria leerlo para asi mejorar mi trabajo y de paso hacer que el jardín se vea más lindo.

—¿Prestártelo? —repitió el omega, con voz grave—. Este libro es muy especial para mí.

—Ah, yo no tengo problema si usted-

Dominio Omega [Omegaverse BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora