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☆★☆ 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒊𝒄𝒊𝒐 ☆★☆

El tema no continúo, la noche llegó y optamos por ir a dormir, la sensación de intranquilidad seguía ahí me era sumamente difícil conciliar el sueño.

Vi la hora en el reloj en la mesa de noche eran las dos de la mañana y seguía sin poder pegar el ojo, voltee a ver a la derecha y noté que Jisung estaba completamente dormido, la verdad no me sorprendía verle dormir profundamente, me levante de la cama y salí de la habitación iba por un vaso de agua y salí al jardín; el viento helado de la noche golpeo mi cuerpo con intensidad, tome asiento en el césped, aún si mi objetivo principal era regresar a mi realidad, me era difícil.

¿Cuándo se había vuelto parte importante de mi?, ¿tanto significaba para mi no perderlo?, no quiero sentir nada de esto, pero me es imposible, lo único que puedo hacer es aceptar el hecho de que no podremos estar juntos, nunca lo estuvimos, ya lo sabía, mis sentimientos aquí no importaban si él estaba satisfecho, lo seguiré tratando igual, con la única diferencia de que ahora tengo claro que no llegará a nada más, y para mi desgracia, supe que era insignificante y que el sexo era solo eso... sexo, en el momento que lo escuche llegar al clímax diciendo el nombre de Sunghoon. En ese momento quedó más que claro mi papel en todo esto. Me obligaba a darme por vencido lo más pronto posible, por que quería regresar ahora.

Fui estúpido, recordé todas esas propuestas de sexo que recibí, todas esas veces que se me insinuaron, esas veces en las que me invitaban a cualquier fiesta; y todas las veces que rechace cada una de ellas por una tarde de películas a su lado, por una salida a comer a cualquier lado, o por un día haciendo tonterías, cumpliendo sus caprichos por más que me quejara, o  por una noche de sexo hasta quedar exhaustos. Lo rechace esperando algo que no pasará, algo que solo yo esperaba, y ahora lo sabía. Y sabiendo eso ya podía regresar.

Me levante y entre a la casa a buscar mis cosas, no le deje una nota a Jisung, pues supe que él sabría exactamente dónde estaría, en seguida puse en marcha el auto para regresar, maneje lo más rápido que pude, agradecía la hora eso sin duda era lo que más ayudaba, no estaba seguro de cuantas leyes de tránsito viole pero no pudo importarme meno.

Al llegar a mi destino, baje y entre corriendo, las luces estaban encendidas, vi que la cocina estaba exactamente como la había dejado antes de irme, deje mis cosas en el sillón y subí sigilosamente  a la recámara encendí la luz y créanme, por nada del mundo pensé verlo así.

Ahí estaba, aún con la sábana encima, aferrado a la almohada que yo usaba para dormir, me acerque agachándome para quedar frente a él, sus ojos estaban muy hinchados, sus labios estaban resecos con una visible cicatriz en ellos, sus brazos con leves marcas donde mis manos habían estado, me di el tiempo de verlo, de que a pesar de que se veía tan mal; no dejaba de verse hermoso, me acerque y deje un beso en su frente, lo mejor sería dormir en otra habitación pero en cuanto estaba por levantarme sentí que tomó mi mano impidiéndomelo.

-No te vayas - sus ojos seguían cerrados, traté de quitar su mano pero su agarre se intensificó- regresaste... no te vayas.

-Hwang ... yo.

-No digas nada solo, solo quédate... ¿puedes?- sus ojos hinchados se pusieron cristalizados, y ¿Cómo podría negarme?. Tome su mano y la aparte, vi que hizo el intento de levantarse.

-No me iré, no te preocupes- sin más que decir, entre al baño de la habitación regulando el agua, no podía dejarlo dormir así, y más sabiendo que fue mi culpa. Al sentir el agua estaba tibia regrese a la habitación donde ahora se encontraba sentado en la cama envuelto en mantas aún con la almohada entre sus brazos, al ver sus ojos me perdí en ellos, podía ver que estaba tan confundido como yo, pero era algo que ya no importaba, ya no habrían más mal entendidos.