25. Extremadamente sensual.

239 6 3
                                    

Evan.

─¡No puedes hacer eso! ¡No en este punto! ─grito enfurecido a James.

─Ya te dije mi razon, Evan ─escucho a James moverse en su asiento, está ligeramente asustado pero no lo suficiente para retirar sus palabras─. Entiendeme, no puedo dejar que mi empresa se vea en un escándalo...

─Tu empresa sería una mierda más sin mi nombre.

─Exacto, y ahora es una mierda porque tiene tu nombre.

Cuelga.

Mierda, Natalie se fue esta mañana con su familia al supermercado así que me dirijo a la ducha más molesto de lo que había estado en mucho tiempo sin embargo antes de llegar un correo entra en mi bandeja.

Guilio Zaragoza.
Espero te haya gustado mi regalo de reencuentro, las fotos van adjuntas.

Abro dos enlaces que me dirigen a páginas externas, la primera muestra una foto de Natalie sentada en mi regazo en aquel hotel.

El gran empresario a conseguido una novia demasiado joven, ¿no creen?

Maldita sea.

El segundo no es diferente pero cuando me percato de la foto en la portada mi sangre bulle enfadado.

Hija y padrastro son pareja según fuentes cercanas, ¿es legal?

Guilio tuvo que haber tomado esa foto, es en el hotel y él viene aquí cada noche. Me he fijado cada vez que entro en su coche estacionado tres lugares después del mío.

Natalie y yo llevamos tres días aquí, el mundo no se ha caído en Manhattan pero después de estos artículos seguro que lo hará. Ella me odiará y tendrá toda la razón, mierda.

Llamo a Aurora consciente de lo furioso que estoy, necesito que ella me diga algo.

─Aurora, estoy mal ─susurro a punto de quebrarme.

─Evan, se los advertí ─dice sorprendiéndome─. ¿Te dijo Natalie, no?

─No...

─Le comenté que Caitlin sabía lo de ustedes y le advertí que una mujer despechada es peligrosa.

─Ya no importa eso, Guilio hizo pública la noticia.

─¿Que tiene que ver ese hombre?

─Está furioso conmigo y ni siquiera tengo idea de...

─No importa ─me corta, como siempre que hablo de su ex─. Haré unas llamadas para calmar a la prensa pero tendrás que presentarte a la oficina lo antes posible.

─De acuerdo.

─Y Natalie... ─respira hondo y habla: ─. Si quieres que esté a tu lado tendrás que decirle todo lo que tendrá que afrontar.

─Ella no tendrá que lidiar con nada ─espeto con la mandíbula tensa.

─Ella sufrirá, ni siquiera lo dudes.

Espero en silencio hasta que finalmente claudica y se despide amable.

Camino de un lado a otro aún nervioso hasta que escucho la puerta de la entrada abriéndose. Mierda, ha llegado antes.

Me encamino hacia allí pero antes de llegar la escucho conversar con alguien así que espero paciente.

─Dave, por favor no lo hagas más difícil...

¿Porque mierda está hablando con Dave?

─No pasará nada, la prensa no...

Guarda silencio y entonces las cosas que sostenía caen al suelo mientras sus ojos se abren desorbitados debido a la impresión, ya lo sabe.

Mi adorable padrastro ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora