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Romina — Tiempo después.
Sonreí al ver a Grecia dormir tranquilamente en mis brazos,hace apenas un par de horas había dado a luz a mi preciosa bebé y eso me tenía demasiado felíz.
A pesar de tantas cosas que pasaron,ella seguía aquí,estaba aquí,y eso me alegraba demasiado.
—Ay Romi,mira que hermosísima está mi ahijada —hablo Tere acercándose a nosotras.
—Claro que si,es mi hija,porque no habría de estar hermosa? —ella negó divertida.
—Me la puedes prestar? quiero cargar a esta cosita bonita —dijo lo último en un tono de voz muy dulce.
—Pero con cuidado,no quiero que la despiertes si? está bien tranquilita.
—Está bien.
Tere la tomó en sus brazos y le dió un besito en la frente,por encima del bonetito que traía.
—Hola mi corazón,soy tu tía, tú madrina Tere,y no sabes cuántas ganas tenía de conocerte preciosa — hablo con emoción.
Tere no se había separado de mi en todo mi embarazo,y claro que era verdad igual que todos ansiaba conocer a mi hija.
Un estruendo se escuchó cuándo abrieron la puerta y maldeci al ver a todos mis hermanos, y sobrinos,con globos, regalos, peluches y muchas cosas más, todos con algo diferente para la bebé,parecía que era su cumpleaños.
—No mames hermana,está bien chula mi sobrinita —dijo Serafín sonriéndo mientras la miraba.
—Claro que si,se parece a la tía,está igual de bonita —dijo el pato mirándola.
—Que bonita le salió tía —dijo Miguel y sonreí.
—Ay,tan preciosa y chiquitita que está,a veces hasta se me antoja una —dijo Claudia y reí.
—Primero muerto cabrona,conformate con verla a veces ,hermana —Mayito gordo me miró. — Cuándo te canses de cuidarla se la prestas a Clau, especialmente en las noches,a ver si sigue con antojos.
Todos reímos.
Se sentía bien tener a casi toda mi familia conmigo,durante mis meses mas difíciles ellos nunca me dejaron, gracias a ellos y a mi bebé yo seguía viva.
La ausencia de mi papá y de mi hijo,seguían doliendo mucho,estar sin ellos para mí había estado muy difícil,más porque en todo este tiempo nisiquiera pudimos ver a mi papá,al menos yo no, Serafín y Tere solo en el juicio,pero yo no y para ser sincera lo
extrañaba muchísimo,igual que a mi hijo y
eso nunca iba a cambiar.•
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•—Ya córrele Romina,ya te dieron de alta hace muchos minutos,apúrate no? —me dijo Tere.