- 1 -

12.1K 562 75
                                    

Uno.


Abrí mis ojos cuando aterrizamos, por fin ya estaba en Nueva Jersey. Había dejado que el sueño me consumiera durante estas 3 horas.

Lo peor de todo, es que no viaje nada cómoda, Ross estuvo todo el tiempo a mi lado, con su supuesta hija, en realidad, no tenía idea si era su hija o no, pero lo más probable era que sí.

El punto es que no es nada cómodo viajar junto a tu "ex amigo con derecho" luego de 3 años.

Sinceramente, los sentimientos que tenía hacia el se habían ido por completo, no sentía amor, ni excitación, ni ganas de besarlo ni de abrazarlo cuando lo vi.

Y todo gracias, al psicólogo que me recomendaron cuando volví del internado, mis padres me obligaron a ir a un psicólogo por mi conducta, él me ayudo a entender que no valía la pena estar así por él, supuestamente Ross había sido un amigo pasajero en mi vida, al principio me negaba, pero luego empecé a aceptar la realidad, logré salir de mi depresión y seguir con mi vida.

Me levanté de mi asiento luego de un rato, agarré mi maleta de mano y me dirigí a la salida del avión, por desgracia con Ross y aquella nena detrás mío.

Gruñí mentalmente.
Fueron exactamente 40 minutos en los que tuve que esperar mis otras dos maletas y esas cosas.

Luego de un rato, logré encontrar la salida del aeropuerto, tomé un taxi, me ayudo con las maletas y volvió a subirse en el asiento principal, iría al hotel que me habían asignado de una vez para poder descansar un poco

-¡_______, espera!

Volteé alarmada.
Ross se estaba dirigiendo a mí con paso algo lento debido a la nena que apenas podía caminar, parecía que tenía 3 años... o 2.

-Iremos por un helado, ¿Quieres venir con nosotros?

Fruncí algo el ceño.
La verdad es que no me apetecía mucho ir a una heladería, y mucho menos hablar con Ross en este momento, solo quiero dormir un poco, darme una ducha y prepararme para mañana.

-Gracias Ross... pero no puedo, mañana tengo que despertar temprano para hacer un par de asuntos, y todo eso... y hoy tengo que hablar con mis padres por una videollamada, son unos exagerados -Mentí.

-¡Oh, vale! -Me sonrió sin mostrar los dientes-. Entonces supongo que será para otra ocasión... ¿Me das tu número de teléfono?

Preguntó acercándose más a mí.
Había cambiado 3 veces desde que salí del internado, y estoy segura que él también.

-972 772 104 -Me sonrió nuevamente, yo le devolví el gesto, excepto que fue una sonrisa completamente falsa.

-Gracias, te llamaré.

Asentí y antes de que pudiera darme un beso en la mejilla me subí al taxi que estaba esperando allí hace unos minutos. Me despedí a través de la ventanilla y suspiré.

Hace 3 años, cuando fuimos expulsados del internado, no hubo mucha comunicación, apenas llegué a mi casa me castigaron, no podía salir de casa ni usar mis aparatos electrónicos, recuerdo que ese mismo día me escape de casa, fui a un teléfono público y lo llamé, le conté que quería volver, que lo extrañaba, me hacia falta, y que esto de venir a Boston había sido la peor idea que había tenido en mi vida.

Desde entonces no volvimos a tener nunca conversación... Mis padres creían que él era una mala influencia para mí por todo lo que me había "obligado" a hacer.

¿Cómo es que ha podido pasar todo esto? ¿Volver a encontrarme con él? ¿Tiene una hija? ¿Y si sólo es su sobrina o su prima? ¿Y en el caso que tuviera una hija por que la tendría a tan temprana edad? ¿Y con quién?

Sacudí mi cabeza para librarme de mis pensamientos. Luego de una no tan entretenida conversación con el taxista sobre la contaminación ambiental, llegué a hotel.

Me registré, y me ayudaron con las maletas, era un hotel elegante, bastante fino en realidad, de seguro la comida será muy buena, al menos, creo que será mejor que la comida del avión.

Le di propina al chico que estaba ayudándome con las maletas y se fue dejándome sola en la suite. Me quité los zapatos y comencé a caminar lentamente hasta la habitación.

Me recosté en la cama y cerré los ojos luego de dar un gran bostezo.

¿Por qué demonios tuve que volver a verlo?

Los sentimientos habían desaparecido totalmente, solo tenía vergüenza por habérmelo vuelto a encontrar... ya que... bueno... éramos amigos con derecho y varios recuerdos de mi teniendo sexo con él pasaron por mi mente cuando volví a verlo.

Lo que enserio me intrigaba era esa pequeña niña castaña, tenía los mismos ojos de Ross, mieles, pero tenía el cabello castaño, la piel blanca y labios rojos.

¿Por qué tendría una hija a esta edad, si es que es su hija?

Tal vez se olvido el condón y...
Negué con mi cabeza.

Ross no es tan tonto, a menos eso creo yo...

¿Y si lo hizo por su propia voluntad?
Abrí los ojos como platos...

¿Y si Ross amaba a esa chica y se casaron y tuvieron una hija?

Me reí, Ross odia o odiaba los compromisos, así que creo que no estén casados, ¿Pero si es que es su hija, donde estará su madre?

Fruncí el ceño.
Esto si que era raro...

Me levanté de la cama, dispuesta a irme al baño para tomar una ducha pero mi estómago crujió, tenía hambre.

Mordí mi labio inferior.
Eran las 8:00pm, llamaría a recepción y pediría una ensalada, o cualquiera otra cosa que haya.

O mejor iría yo misma a conocer un poco más el gran hotel.

Agarré la chaqueta que había dentro de mi maleta de mano y me la pusé, me dirigí a la puerta y salí del suite rápidamente.

Guardé la llave en mis jeans color mezclilla, bajé por las escaleras ya que no tenía muchas ganas de tomar el ascensor, llegué al piso principal y caminé hasta recepción para que me indicaran en donde estaba la cafetería pero me detuve.

-Mierda...
Murmure bajito.

¿Me están jodiendo?
¿Por qué la vida me trata tan mal?

-Perfecto señor Lynch, tenga las llaves y disfrute su estadía.

Bufé.

-Mierda...

Y mejor ni imaginar lo que me espera.


--- 

 Copyright© [Año de primera publicación-año actual: "2015"] [Nombre: "Las cosas cambian| Ross Lynch"] [Publicada actualmente en Wattpad.com]

Las cosas cambian | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora