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Veinticuatro.
Penúltimo Capítulo.

-No llores.
Me dijo por quinta vez limpiando las lágrimas de mis mejillas con sus besos.

Negué con mi cabeza y la agarré de la cintura. La miré fijamente mientras tomaba sus mejillas.

-Por favor no te vayas... no me dejes...

Susurré.
Ella suspiro profundamente.
Me besó los labios apasionadamente mientras me tumbaba sobre la cama.

-Estaré unos días con mis padres Ross... nada cambiará entre nosotros.

-No te dejarán volver.

Me besó los labios nuevamente, solo que esta vez me hizo saber que ella sentía mucho más que amor hacia mí, ella estaba realmente enamorada de mí, como yo de ella. Y no iba a ir a Los Angeles para dejarme en el olvido.

Tú:

Besé sus labios por última vez y me separe un poco de él para acariciarle su bello rostro.

No iba a irme para dejarlo.
Nunca lo haría.
Ross ha estado conmigo en las buenas y en las malas. Y eso es algo que aprecio demasiado.

Pero sin embargo, quiero tomarme un tiempo... y pensar que es lo que quiero en esta vida...

Si seguir con mi carrera...
O formar una familia con Ross...

-Solo serán una... tal vez dos... O tres... semanas, necesito pensar Ross.

Ross hizo para atrás su cabeza.

-Siento que algo malo va a pasar si no estoy a tu lado.

Fruncí el ceño.
Me recosté a su lado mientras tomaba su mano.

-Nada malo me pasará... me quedaré en la casa de mis padres, solo necesito pensar.

Me voltee haciendo que quedara de frente con Ross.
Me besó la punta de mi respingona nariz haciéndome sonreír.

-No quiero que pase lo mismo... No quiero volver a perderte...

Lo abracé fuertemente.
Sabía lo que él necesitaba, un abrazo.
Al igual que yo.

Seguía sensible por lo de mi pequeño hijo y... y ahora Ross esta llorando mientras pide que no me vaya...

Exhalé una bocana de aire.
Una lágrima corrió por mi mejilla, la limpie rápidamente.

-No lo harás -Susurré acariciando su sedoso cabello- Lo prometo.

Pude sentir como sus brazos me apegaban más a su pecho. Besó mi hombro para luego morderlo.

Sonreí.
Además de todo, tenía que contarle a mis padres todo lo que había sucedido en estos últimos meses, ni siquiera les había dicho que estaba embarazada de Ross Lynch, el chico que hizo que me expulsaran del internado. Y que lo había perdido.

Sencillamente no saben lo que me ha estado pasando en mi vida.

-Te amo tanto nena...

Susurró en mi oído besando mi cuello.
Sonreí.

Yo también lo amaba.
Hemos pasado por tantas cosas... me resultaría imposible no amarlo.

Ross es mi todo.
No podría olvidarlo aunque ponga todo de mí, es el único chico que amo de verdad, a pesar de que hasta cometido errores en la vida, tenga una hija, sea un adicto al sexo, etc. Lo amo.

Tal y como es.
Yo no sería la misma _______ Smith si no lo hubiera conocido.

Sonreí interiormente y susurré para sus oídos.

-Yo también mi amor...

Las cosas cambian | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora