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Veintiuno.
Acercándose al Final.
Dedicado a: @valeryvasquez123

Ross Lynch:
Me basta darme cuenta un solo segundo de todo lo que esta pasando en este momento.

_______, acababa de ser "golpeada" por un maldito taxi. Mis ojos se llenan de lágrimas.

La ambulancia no se tarda en aparecer y llevarla, tengo el tiempo suficiente para ver a que clínica de la están llevando.

Otra preocupación llega a mi mente:
El bebé.

Corró rápidamente hasta tomar el primer taxi que esta estacionado hace un par de minutos allí, le digo el nombre de la clínica y hago que arranque sin esperar más.

Volteo, habían varios paparazzis enfocando al taxista, y a los policías, seguramente para preguntar por el accidente, como y a quién le había pasado.

Tragué saliva sonoramente.

Apenas llego a la clínica, para ser más específico a la parte de "Emergencias" y me dirijo hacia donde están unos doctores llevando a una chica en la camilla, mi _______.

Los sigo hasta que ellos me detienen.

-Lo lamentamos, usted no puede pasar, espere a que le demos los resultados en la sala de espera, ¿Quién es usted de la involucrada?

-Ross Lynch, su novio.

No tardo en responder.
Una lágrima cae por mi mejilla que no tardo en limpiar.

-Tranquilo, todo saldrá bien, espere los resultados en la sala de espera, tenemos que ver que...

-Doctor, apresurese la paciente está perdiendo mucha sangre.

Abro mis ojos como platos.
Más lágrimas caen por mis mejillas sin poder controlarlas.
El doctor vuelve a decirme que me siente a esperar los resultados y se va hacia donde habían entrado con _______ recientemente.

Golpeó la pared con mi puño llamando la atención de algunas personas que pasaban por allí.

¡Maldita sea la hora en la que discutimos de esa forma!

Me maldije mentalmente e intente calmarme pero simplemente me resultaba imposible.

Más lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.

-Todo fue mi culpa...
Susurré apretando mis puños con fuerza.

*FlashBack*

-¡Grabaré el comercial y volveré!
Gritó despeinándose un poco el cabello.

Gruñí enojado y la tomé bruscamente del brazo.

-No quiero que vayas, no te dejaré ir solo para que el imbécil de Zack te miré el trasero.

_______ suspiró estresada.
Tomó su bolso y salió por la puerta de su suite hacia el ascensor.

La seguí sin importarme que estuviera molesta.

-¡No te dejaré ir!
Exclamé intentando tomar sus dos manos, pero ella fue más rápida y se fue por los escalones.

-¡_______, maldita sea!

-¡Tu puedes decidir lo que te de la puta gana sobre tu carrera, esta es la mía y tu no puedes decidir por mi!

Me contestó maldiciendo por lo bajo.
Bajé más rápido los escalones hasta maso menos llegar a su altura.
Era muy rápida a pesar de que tuviera tacones.

-Claro que puedo, soy el padre de tu hijo.

_______ se detuvo y me miro fijamente, esta vez no pude leer su mirada, pero de todas maneras no creo que haya sido algo lindo.

-¿Acaso estamos casados? ¡NO! Te recuerdo que solo somos novios, puedo romper contigo y criar a mi hijo o hija sola, maldito estúpido.

Murmuró apretando los dientes.
Por un momento me preocupe.
Pero sólo lo decía porque estaba enojada... al menos eso espero.

-No digas idioteces.

Seguí siguiéndola por el pasillo del hotel, hasta la recepción. _______ abrió la puerta y salió del hotel más que molesta.

-¡Zack te volverá a mirar el trasero, puede hasta violarte!

Volví a exclamar.
La tome de las dos manos antes de que pudiera cruzar la pista, pero ella logro zafarcé de mi agarre justo cuando el semáforo para los peatones se puso en rojo, y para los autos verde.

_______ volteo en media pista para gritarme algo.

Ahí fue cuando mi corazón se aceleró a mil, un coche venía a toda velocidad directamente hacia _______.

Lo único que llegue a ver fue como aquel coche la golpeaba fuertemente en el abdomen haciendo que cayerá mientras se escuchaba el claxón del coche que le había hecho eso a mi novia.

Mis ojos no tardaron ni un solo segundo en llenarse de lágrimas y todo mi cuerpo de precupación

*Fin Del FlashBack*

Sollocé por quinta vez.
Tenía miedo... mucho miedo...

La mujer que a la que he querido más en toda mi vida no podía morir...

No podía hacerlo...

Las cosas cambian | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora