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Veintitrés.
Acercándose al Final.

-Es que aún no lo entiendo _______, ¿Acaso no eres feliz conmigo?

Ella suspiro.
Habían pasado 2 días y ya le habían dado de alta.
Y ella solo decía que necesitaba un tiempo para pensar bien las cosas.

-Claro que lo soy, no lo dudes nunca... Pero... con lo que ha pasado quiero estar lejos, lejos de todos Ross, solo necesito estar con mis padres.

Hice una mueca.
Sabía que si ella se iba a Los Angeles, sus padres no la dejarían volver si se llegan a enterar que está en una relación conmigo.

-No volverás... será como la vez pasada _______.

-Claro que no.

Me recostó en la cama lentamente y se puso encima mío besando mis labios.

-¿Por que demonios no crees en mi palabra?

-¡Porque ya hemos pasado por esto y hemos estado 3 años sin vernos _______, son 3 AÑOS!

Exclamó jalándome el cabello.
La dejo en la cama y me levanto para dirigirme a la sala principal.

Puedo escuchar como ella suspira.

-Ross -Me sigue-. Solo quiero pensar en... que es lo que realmente quiero...

Se sienta con cuidado en uno de los sofás de la sala.
Pongo los ojos en blanco.

-Pensé que querías formar una familia conmigo.

Gruñí triste.

-Claro que lo quiero Ross, pero entendelo, necesito estar con mis padres un tiempo... contarles lo sucedido, escuchar sus opiniones y luego volver a tu lado.

Negué con mi cabeza bufando.
No era tan difícil de comprender.
Si ella les decía a sus padres que se re encontró conmigo, que yo tengo una hija, que tuvimos sexo, que nos hicimos novios, la embaracé, y perdió al bebé solo por una estúpida pelea causada por mi.

¡No la dejarían volver!

-¡no te dejarán volver!
Exclamó desordenando mi cabello.

No quiero que me deje.
Quiero estar con ella, siempre, en las buenas y en las malas...

-Tengo 18 años Ross -Me respondió sería-. Puedo hacer lo que se me antoje, mis padres pueden opinar sobre las cosas que hice, hago, o que haré pero ya no pueden decidir por mi Lynch.

Volví a bufar.
Por alguna razón, siento que esto va a salir realmente mal si ella vuelve a Los Angeles con sus padres.
Y yo quiero que todo salga bien...

Estaba planeaba pedirle matrimonio, pero no creo que sea correcto pedírselo luego de la muerte de nuestro hijito... al menos eso creo.

-Tu sabes perfectamente como son tus padres, no te dejaron volver a verme ni te permitieron hablar conmigo por teléfono.

-Los tuyos igual.

Gruño defendiendose.
Se cruzó de brazos y me miro fijamente, aparté la mirada, me encantaba mirarla pero en estos momentos su mirada me causaba escalofríos.

-Da igual -Dijo levantándose-. Ayer antes de que vinieras a sacarme del hospital hablé con mis padres y les dije si podía comprar un vuelo de Kansas a Los Angeles, y me dijeron que sí, probablemente ya lo habrán comprado, así que voy a hacer mis maletas.

Se levantó del sofá pero la detuve.
La apegué a mi pecho y la rodee con mis brazos fuertemente.

-No te vayas... por favor no me dejes...

Susurré sintiendo como una lágrima corría por mi mejilla.

Las cosas cambian | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora