Las cosas cambian | Ross Lynch

- 7 -

Siete.
Maratón (1/3)

-¡Preciosa! -Exclamó Jordan sonriéndome de oreja a oreja, me acerque a él y le di un beso en la mejilla-. ¿Quién es él?

Preguntó señalando a Ross, quien estaba sentado en el sofá blanco revisando su teléfono.

-Es Ross, mi mejor amigo.

Respondí a su pregunta.
Jordan volvió a sonreírme y luego se encargó de explicarme todo lo que tenía que hacer, ya no faltaba mucho para que empezara el desfile y eso me ponía los pelos de punta.

-_______, ¿Haz visto mi labial? ¡Necesito el rojo y lo no encuentro!

Exclamo Lela.
Puse los ojos en blanco y negué.
Ya había conocido a casi todas las modelos, nos hicimos amigas y todo eso, pero varias de ellas son bastantes distraídas. O mejor dicho... Algo tontas.

-Te verás bastante sexy con la lencería roja, preciosa -Susurró Ross abrazándome por la cintura-. Por cierto, ¿Quién era el otro tipo?

Me puse enfrente de él.
Besé sus labios cortamente y sonreí.

-Mi manager, Jordan.

-¿Jordan? -Arqueo una ceja-. ¿No es nada más? Quiero decir... Te mira con otros ojos.

Bufé y me aleje de Ross para agarrar la bonita bolsa de lencería de Victoria Secret's. Usaría primero la negra y luego la roja, como me habían indicado.

-Ross, tiene como 40 años, tal vez me vea como su hija.

-¿Es normal que a tu hija la veas y la comas con la mirada?

-¡Jordan no hace eso!

Exclamé.
Los "celos" de Ross eran estúpidos.
Sabía que Jordan no comía con la mirada, por esa razón es mi manager, y no pienso cambian de manager solo por los estúpidos celos de mi "ex-amigo con derecho"

-No lo sabes porque tu no lo ves, eres muy inocente _______.

Gruñí.
Tome la mano de Ross, y lo guíe hasta la puerta de mi camerino.

-Tienes que estar afuera, afuera es el desfile.

Lo empuje pero el se detuvo.

-¡Ross, tengo que cambiarme!
Chillé.

-¿Y no puedo verte?

Volví a bufar sonoramente y lo empuje con más fuerza, cuando quedo afuera del camerino cerré la puerta con una velocidad increíble y luego puse el seguro para que no volviera a entrar.

Maldito Tonto.

*

El desfile había terminado, tenía varias invitaciones para modelar usando otras marcas, productos de cabello, etc. Estaba realmente feliz. Aunque seguía algo enojada con Ross, pero no dejaría que eso arruinara mi felicidad.

Había aceptado varias propuestas, en especial en las que tendría que ir a Los Angeles para modelar y ese tipo de cosas.

Cerré mi estuche de maquillaje y lo guarde en mi bolso, ya no tenía nada que guardar, ahora solo tenía que...

-¡Felicidades, preciosa!
Exclamo Ross abrazándome fuertemente luego de darme un lindo ramo de rosas rojas mientras dejaba besos en mi cuello.

-Estuviste fantástica -Me beso los labios, pero yo no le seguí el beso-. ¿Qué sucede?

-No debes estar celoso de Jordan.

Susurre haciendo un puchero.
Ross suspiro y me acaricio la cintura.

-No lo estoy, solo digo lo que veo -Me beso-. Casi me causas un orgasmo en medio desfile.

Di una carcajada y mire hacia sus pantalones.
Mi labio inferior fue levemente mordido por mí al ver que tenía una notoria erección en los pantalones.

-¿Te duele?

-No sabes cuanto.

Mordisquee el lóbulo de su oreja y alcé las caderas para rozar mi feminidad con su gran bulto.

-¿Por qué no vas a un baño y... Ya sabes?

-Prefiero esperar a llegar al hotel preciosa.

Dijo, guiñó un ojo para luego sonreír maliciosamente.

Oh Dios, me gustaba a donde iba esto.