Las cosas cambian | Ross Lynch

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Diecisiete.

Cerré mis ojos conteniendo la rabia que tenía dentro de mí. Podía sentir la mano de Ross acariciando suavemente mi brazo.

Me zafé de su agarre y baje del taxi, los dos porteros me abrieron la puerta, camine rápidamente hasta el ascensor, pero decidí subir por los escalones debido a que Ross también iba a subir por el ascensor, pero no, me siguió.

-Por favor _______ hablemos.

Ignoré sus palabras intentando subir los escalones más rápido pero no podía, los tacones me estaban matando.

-_______ por favor.

Suplicó Ross intentando detenerme pero solo se gano un manotazo de mi parte.

Ross había logrado que ya no estuviese en el maldito comercial de Victoria Secret's. Gracias a su jodido comportamiento había perdido una gran oportunidad.

-No podemos estar peleados.

Al llegar a mi piso, agarre la tarjeta de mi suite que estaba en mis bolsillos y la pase por las luces de la cerradura de la puerta haciendo que esta se abriera.

Entré rápidamente y le cerré la puerta en la cara a Ross. Maldito idiota.

Gruñí mientras me quitaba los tacones con cuidado, cambie mi ropa por ropa de deporte, para estar más cómoda aunque obviamente no iba a hacer deporte.

Fui hacia el living y agarre el frasco de nutella que Ross había comprado por mis antojos.

Tomé una cuchara sopera, la llené de nutella y la introduje en mi boca.

Delicioso.
No, jodidamente delicioso.

Con mi otra mano agarre el control del plasma y puse "Warner" sonreí al ver que estaban dando The Big Bang Theory.

Sheldon, Leonart y Penny eran mis favoritos, nunca me cansaría de repetirlo.

Mi teléfono comenzó a sonar, deje la nutella en la mesa de cristal que estaba en frente mío y conteste sin ver quien era.

-¿Hola?

-_______ -Jordan, oh mierda-. ¿Qué fue lo que sucedió en el set?

Tragué saliva sonoramente y me acomode bien en el sofá.

-Hubo un pequeño problema... resulta que...

-¿¡Pequeño!? -Me pregunto alterado-. _______, tu novio logro que te sacaran de un comercial de la marca de lencería más famosa del mundo.

Toqué mi sien.
Suspiré y me recosté en el gran sillón frustrada.

-Lo se pero...

-Trataré de volver a hablar con Zack, estoy seguro que cambiara de opinión, estaré viajando a Kansas mañana por la tarde, mientras tanto tengo que lidiar con un problema.

Suspiré pero esta ves de alivio.
Sacudí mis pies, toqué mi vientre, aún no había crecido, cada hora que pasaba la ilusión de ser madre por primera vez crecía.

-Necesito una modelo embarazada para    que modele la nueva marca de ropa, la nueva moda para las embarazadas.

Abrí mis ojos a tope.
¿Esto era una jodida considencia o...

-Jordan, yo...

-Tengo que irme, hablamos luego linda.

Se despidió para luego colgarme.
Bufé y deje el teléfono en donde estaba antes.

Por lo menos Jordan hablaría con Zack, en verdad espero que me de otra oportunidad.

Me estremecí cuando sentí que la temperatura empezaba a bajar.

Fui a mi habitación por unas medias pero en lugar de encontrar medias, encontré el vibrador que Ross había usado la vez pasada conmigo.

Estaba envuelto en una especie de lámina, lo tome en mis manos y lo saqué de aquella rara lámina, lo observé detalladamente.

¿Cómo es que este juguete llega a darte mucho placer?
¿Debería usarlo?

Negué con mi cabeza de inmediato.
Nunca antes me he masturbado, a menos que yo recuerde no.

Prendí el vibrador haciendo que vibrara en mi mano, se sentía bien, con razón, debe sentirse mucho mejor si está dentro de ti.

Pero no.
Para eso tengo a Ross.

Pero estamos peleados...
Volví a mirar el vibrador, comenzaba a tentarme.

¿Y si me hago daño?
Hice una mueca.

No, definitivamente no me masturbaría.

*

Toqué la puerta de su suite dos veces.
Cuando por fin abrió le sonreí coquetamente.

-Hola Ross...

Susurré sensual para luego besarle los labios con extrema pasión.

Iba a separarme al sentir que no me seguía el beso, pero sonreí de inmediato cuando sentí sus manos en mi trasero.

-Lo lamento.
Dijo rozando nuestros labios y luego nuestros sexos.

Le sonreí mordiéndome el labio inferior.

***
Esa Rayis :3