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Catorce.

Tome mi cabeza con mis dos manos y lancé un enorme bufido. Estiré mi mano para alcanzar mi frasco recién comprado de pastillas.

-Ni lo pienses.
Me dijo Ross quitándomelo.

Fruncí el ceño.
En toda la jodida mañana me había sentido nefasta y Ross no me había dejado tomar ni una pastilla.

-Tu y yo tenemos que hablar.
Dijo seriamente sentándose frente a mí.

Me acomode en la cama observándolo fijamente.

-¿No haz pensado en la posibilidad de que podrías estar embarazada?

Mis ojos automáticamente se abrieron a tope.

Maldita sea.
No... no creo que este embarazada.
Yo he estado tomando pastillas anticonceptivas, desde que salimos de New Jersey.

-No creo, he estado tomando pastillas anticonceptivas, hasta tu fuiste a comprarlas conmigo ese día.

Ross suspiro.
Me beso el mentón y luego el cuello.
Tomó mi mano.

-¿No recuerdas lo que nos dijo la farmacéutica ese día, verdad?

Fruncí el ceño.

*Flashback*

-Unas pastillas anticonceptivas, de la mejor marca -Pedí mirando mi teléfono.

Tenía varios mensajes de Jordan.
Ross me tomó de la cintura y me beso los labios.

-Señorita, no nos quedan pastillas de una buena marca, solo tenemos estas -Las puso en el mostrador-. No son tan recomendables... Y tampoco son muy efec...

-No importa, demelas -Dije mirando nuevamente mi teléfono.

-Son $5,49.

Mi teléfono sonó, una llamada de mi mamá, joder.

-Yo pago.
Dijo Ross.

Pero saqué el billete de mis jeans antes de que pudiera pagar Ross.

Tome las pastillas y las guarde en los bolsillos de mis jeans.

-Puedes quedarte con el cambio -Sonreí tomando la mano de Ross-. ¿Hola mamá?

*FinDelFlashback*

Mis ojos se llenaron de lágrimas.
Yo no podía estar embarazada.
Yo no podía arruinar mi carrera de esa forma.

-De todas maneras Ross... solo son mareos, náuseas y dolores de cabeza... tal vez luego me de gripe.

Ross me beso la frente lentamente.
Acarició mis manos mientras se encargaba de acariciar mi espalda lentamente.

-Será mejor que te hagas la prueba de embarazo -Susurró en mi oído. Lo miré sus ojos miraban mi vientre, sus ojos tenían un hermoso brillo-. Quiero que sepas que si estas embarazada, no pienso dejarte sola en esto, ¿Vale? Te amo con toda mi alma _______, y uno de mis deseos siempre fue que tengamos un bebé.

Me restregué los ojos evitando llorar.
Lancé un suspiro y me levanté de la cama con cuidado.
Agarre mi chaqueta negra y me la puse rápidamente.

-¿A dónde vas?

-A comprar un test de embarazo.

-¿Quieres que te acompañe?

-No.

Dije por último.
Me dirigí hacia la puerta de mi suite y salí sin hacer mucho ruido ya que Jane se había quedado dormida en el sofá mientras comía las cosas que me habían en la canasta que me habían regalado anteriormente.

Al salir del hotel me dirigí a la farmacia en donde había ido a comprar las pastillas para el dolor de cabeza que al final nunca tome. Me puse delante del mostrador.

-Buenos días, ¿En qué puedo ayudarla?

-Necesito un test de embarazo.
Susurré cerrando los ojos.

La señora asintió y luego de unos cortos minutos me dio uno.

-$10.25.

Asentí y le di un billete con 25 centavos. Agarre el test de embarazo y lo guarde en el bolsillo de mi chaqueta negra.

¿Qué pasaría sí llego a estar embarazada? Joder...
Solo tengo 18 años, no puedo desperdiciar mi carrera de esa manera.

Solo me deje llevar por el placer y no pensé en las consecuencias de mis actos. Demonios.

Volví al hotel conteniendo las ganas de llorar que tenía.

Sólo repetirá interiormente, se fuerte.
No podía derrumbarme en estos momentos.

Pasé la tarjeta por la puerta de mi suite y entré para ver a Jane ya despierta sonriéndome ligeramente.

Sonreí de lado.
Ross no estaba por la sala, así que me anime a hablarle.

-Hola linda -Dije poniéndome en cunclillas para llegar a su altura.

-Papi dijo que tendré hermanito.

Me dijo aún más sonriente.
Bufé.
Maldita sea, ni siquiera sabía si estaba embarazada o no.

-Aún no lo sabemos pequeña.

Susurré tratando de ser paciente.
Jane de abrazo asiento me sonreír, era el primer abrazo que Jane me daba.

-Pero -Frunció el ceño-. No.. tener panza.

Dijo con dificultad, recién estaba aprendiendo a hablar.
Me reí.

-Eso es con forme pase el tiempo.

Le dejé un beso en la frente y me dirigí hacia la habitación.

Ross estaba allí, tendido en la cama mirando su teléfono algo sonriente.

Me puse encima de él. Ross al notarme me sujeto de los muslos.

-Ni siquiera sabemos si estoy embarazada y ya le contaste a Jane que estoy esperando un bebé.

Susurré poniendo los ojos en blanco.
Ross acaricio suavemente mi vientre, acto que me puso realmente nerviosa.

-También se lo he contado a toda mi familia

Abrí mis ojos como platos.
Ross dio una carcajada y negó con su cabeza.

-Era broma, ¿Te hiciste la prueba?

Negué con mi cabeza y la saqué del bolsillo de mi chaqueta, leí las instrucciones atentamente y suspiré.

Me levanté sobre el para poder ir al baño, pero el me detuvo.

-Te amo no sabes cuanto.
Dijo y me beso amorosamente.

Le correspondí la beso y poco a poco nos fuimos alejando. Entré al baño y volví a suspirar.

Tenía un terrible presentimiento dentro de mí. Y lo peor de todo esto era, que si es que el test me dice que si estoy embarazada, no iba a poder hacer nada para evitarlo.

Las cosas cambian | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora