Las cosas cambian | Ross Lynch

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Doce.

Me lancé a la cama. Suspiré.
Por fin habíamos llegado al hotel de Kansas, estaba realmente cansada y fastidiada. En todo el vuelo, Jane se había pasado cantando "Estrellita Donde Estas"

Ross se había ido a otra habitación, junto a Jane por suerte. Cerré mis ojos.

Dejé la tarjeta que me dieron para abrir la puerta encima de la mesita de luz color café y volví a suspirar.

Necesitaba un café.
En 2 horas tendría que estar en la sección de fotos, aunque no me apetecía ir realmente.

Mi teléfono sonó. Un mensaje.
Bufé sonoramente y revisé el mensaje rápidamente era de Jordan, el seguía en New York, me dio las indicaciones a que decía que era lo que tenía que hacer, junto a como tenía que posar frente a la cámara, y que luego de la sección tenía una cena con unos empresarios de Victoria Secret's que también estaban en Kansas. Genial.

Me levanté de la cama, propuesta a darme un baño, pero tocaron mi puerta. Me puse como pude mis vans y me dirigí a la puerta, al abrir me encontré con una chica de maso menos 30 años, trabajaba en el hotel por la playera que traía, traía una canasta llena de dulces, snacks, etc. La extendió sonriendo.

-¡Bienvenida al hotel señorita, Smith! Estamos encantados de tenerla aquí, y esperamos que disfruta su estadía.

Sonreí agradecida y tomé la canasta.
Realmente pesaba.

-¿Tiene todo en orden? ¿Necesita más toallas o...

-No, gracias, todo esta perfecto, gracias por preocuparse.

La chica se despidió de mí y cerré la puerta, deje la canasta encima de una mesa de cristal que había en el living.

Volví a la habitación, agarre una toalla blanca, un albornoz, shampoo, acondicionador y jabones especiales.

Los dejé en un estante que había en el baño, que por suerte estaba muy cerca a la bañera, llené la bañera de agua tibia, y puse mucho jabón allí haciendo que salgan burbujas. Cerré el grifo cuando la bañera ya estaba llena.

Me quite la camiseta y luego el sujetador, iba a quitarme mis jeans pero nuevamente tocaron la puerta, Bufé, volví a ponerme mi camiseta y me dirigí al living con paso lento, al abrir la puerta, Ross me sonrió de lado a lado.

-Hola nena.
Me saludo con un beso en los labios y entro.

Me aseguré de que Jane no viniera con él.

-¿Y Jane?

-Durmiendo, ha estado muy imperativa en el avión -Asentí recordando-. Al llegar aquí ordene unas galletas y leche tibia, y se durmió, no despertará en 2 o 3 horas.

Sonreí de inmediato pero quite mi sonrisa cuando Ross frunció el ceño.

-Iba a bañarme.
Susurré en el oído de Ross, mis manos se metieron debajo de su camiseta, y tocaron sus abdominales, pellizque sus pezones.

-Mhn... -Gruño sonriente-. ¿Acaso quieres...

-Sabes que sí.
Le mordí el mentón.

Y me quite mi camiseta dejando mis pechos al aire. Ross se mordió el labio inferior y los apretó con fuerza, sus inmensas manos masajearon mis senos.

Con algo de prisa logre quitarme los jeans, los deje en el sofá del living, al igual que mis braguitas.

Le quité la camiseta a Ross y él se encargo de deshacerse de su demás ropa. Ross iba a agarrarme de los muslos pero lo detuve.