Las cosas cambian | Ross Lynch

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Trece.

-Perfecto -Dijo Zack-. Entonces, _______ estará en el próximo comercial de Victoria Secret's, perfecto.

Sonreí y tome un poco más vino.
Observe a Zack quien me miraba algo raro... fruncí el ceño y decidí ignorarlo.

-Muchas gracias -Dije-. Es una oportunidad muy grande... y en verdad gracias.

Alisa sonrió, al igual que Zack e Iván.
Demonios, Iván y Zack eran tan iguales... bueno... por algo son gemelos.

-No te preocupes, bonita -Dijo Iván-. Tienes belleza, y talento, eso es lo que necesitamos para esta marca de lencería.

Me ruboricé un poco pero traté de no darlo a notar.

-Cuéntanos más sobre tu vida -Siguió Alison-. ¿Tienes novio? ¿Tus pasatiempos preferidos?

-Eh... tengo un novio llamado Ross Lynch, llevamos una semana con dos días, amo el surf, no lo práctico hace mucho tiempo pero me encanta.

Zack me sonrió de lado a lado.

-¿Así? Nosotros tenemos una casa de playa... cuando quieras puedes venir y... podemos surfear.

Entreabrí mis ojos algo extrañada y sonreí completamente nerviosa al darme cuenta que Zack me miraba con otros ojos.

*

-Fue un placer -Me beso la mejilla lentamente.

-Eh... gracias por traerme Zack, espero verte en otra ocasión.

-Cuando grabemos el comercial, pasado mañana a las 5:00pm, estaré allí dirigiéndolo así que nos veremos allí.

Volví a sonreír.
Nuevamente me despedí de Zack y entre al hotel algo acalorada.

No quería pensar mal de Zack, tal vez su manera de ser es así, coqueto y... diciendo muchas cosas en doble sentido...

No. Definitivamente no.
Subí por los escalones ya que el ascensor estaba ocupado, cuando llegue por fin al piso de mi habitación.
Toqué la puerta de Ross, quién se demoró en abrir.

-¡Yo también me alegro de verte cariño!

Exclamé sarcásticamente.
Ross me sonrió falsamente y me hizo pasar. Hice un puchero.

-Perdón pero no sabía que solo me estaban invitando a mí... además... juzto Jane despertó y... y eso.

Ross hizo una mueca.
Se sentó en el sillón y siguió cambiando de canal, hasta que encontró "The Big Bang Theory"

-Perdóname.
Susurré pegada al lóbulo de su oreja.

Ross se alejó de mí, pero a pesar de eso podía sentir la sonrisa queriendo aparecer en su rostro.

-Perdóname nene.
Volví a susurrar, esta vez contra sus labios.

Ross me sonrió por fin.
Me tomó de las caderas y beso mis labios mientras me sujetaba de las mejillas.

-Sabes que no puedo enojarme contigo.

Sonreí satisfecha y lo abracé, lo abracé más fuerte cuando sentí que iba a caer.
Un pequeño mareo recorría mi cabeza.

Gemí al sentir sus manos en mis muslos. Mordí su labio inferior y tiré suavemente de él.

-Me gustas.
Le dije mordiéndole los labios.

Ross me sonrió y me beso nuevamente.
Me separe al sentir otro pequeño mareo. Tomaría una pastilla al llegar a casa para evitar enfermarme.

-¿Estás bien princesa? Estás algo pálida.

Asentí tranquilamente mientras jugaba con sus manos. Miré el reloj que tenía en su muñeca. Las 11:34pm.

-Sí, solo estoy algo cansada, por el vuelo de hoy... por el desgaste de la tarde... -Dio una carcajada-. Y por la cena, no he dormido casi en un día.

-Cierto, ¿Tienes nuevas propuestas?

-Haré un comercial para Victoria Secret's el jueves.

Ross abrió sus ojos a tope.
Lo miré extrañada.

-¡¿Saldrás en lencería?!

Asentí despreocupaba.
Iba a trabajar con profesionales.
No con chicos que ven a una sola chica en lencería y comienzan a excitarse.

-Puedes ir -Ross me sonrio-. Tengo que preguntarle a alguien que tal me queda la lencería.

Le guiñe un ojo haciendo que Ross lanzará un suspiro. Acarició mi mejilla.

-Tengo suerte de estar contigo.

-Lo mismo digo -Sonreí.

Me incline sobre su cuerpo para besar sus labios pero un grito nos interrumpió.

-Papiiiii
Gritó Jane con lágrimas en sus mejillas.

Me baje del regazo de Ross para que Jane pudiera sentarse allí. Acaricie su cabello algo despeinado.

-¿Qué paso cariño?

-Tuve una pesadilla.
Sorbió su nariz.

-¿Qué soñaste?
Pregunté dulcemente.

Recuerdo que yo me ponía a llorar cuando tenía cualquier tipo de pesadilla hasta los 6 años.

-Qué un mouto me comía.

Ross rió bajito y abrazo más a Jane.
Era terriblemente adorable ver esa escena, demasiada ternura en unos solos minutos.

-Pequeña, sabes que los "Mounstros" no existen.

-¡Sí existen!
Grito defendiendose.

-¿Acaso haz visto a uno?

Pregunto Ross alzando una ceja.
Sonreí pero quite mi sonrisa cuando Jane me señalo a mí... Jodida niña...

-Jane, discúlpate con _______.

Dijo Ross intentando no reírse.
Estúpido.

-Perdón.

Me dijo Jane haciendo un puchero.
Iba a decir algo pero sentí mi estómago revolverse.

Corrí hasta el primer baño que vi, me encerré allí, abrí la tapa del inodoro y comencé a vomitar.

Al terminar de hacer esto, me lave el rostro y le quite todo el maquillaje tenía. Salí del baño algo mareada y me dirigí a la sala principal,tropezando con Ross

Demonios, nunca me había caído tan mal la comida.

-Iba a ir por ti, Jane se durmió hace un rato, ¿Te sientes bien?

Asentí cansada.
Tenía sueño en exceso.

-No fue nada, de seguro me cayo mal la comida.

-¿Segura? Te haz pasado como 20 minutos vomitando, hasta Jane se asusto.

Le di un pequeño beso en la mejilla.
Tome mi bolso y me acerque la puerta.

-Tranquilo, tomaré unas pastillas y se me pasará.

-Vale -Dijo no muy convencido-. Si te sientes mal luego de unos minutos solo avísame ¿Sí, pequeña?

Asentí.
Salí del suite de Ross, y volví a la mía que estaba casi la al lado.

Me quite los tacos, dejándolos por la sala principal, camine hasta llegar a la habitación, me lance a la cama y solté un suspiro.

Nuevamente estaba mareada.
Joder. Definitivamente no he debido comer sushi.

Bufé cuando tocaron la puerta, seguramente sería Ross.

Iba a pararme para abrir la puerta pero mi estómago volvió a revolverse.

-Mierda.
Chillé y tape mis manos con mi boca.

Me dirigí hacia la baño y seguí vomitando. Este es mi fin.

¿Qué demonios me estaba pasando?