El... solo es mi amigo

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A la mañana siguiente, Akira se despertó sintiéndose renovada. La paz que la rodeaba era un claro recordatorio de la gran hazaña que había logrado. Mientras se vestía, no podía evitar sonreír al recordar que había salvado la dimensión y, en el proceso, se había dado cuenta de su inmenso poder. Sabía ahora, sin duda alguna, que era la más fuerte, superando incluso a Goku, Broly y su propio padre, Vegeta.

Con esa seguridad en su corazón, bajó las escaleras, sintiéndose emocionada pero tranquila. El sol de la mañana se filtraba por las ventanas, iluminando la casa con una luz cálida y acogedora. Al llegar al comedor, vio a sus padres, Bulma y Vegeta, disfrutando de una taza de café juntos.

**Akira:** —¡Buenos días, mamá! ¡Buenos días, papá!

Su voz llena de energía llamó la atención de ambos. Bulma le sonrió de inmediato, mientras que Vegeta, con su típica expresión serena, la miró con orgullo.

**Bulma:** —¡Buenos días, Akira! Te ves muy feliz hoy.

**Vegeta:** —Te lo has ganado, después de todo lo que lograste ayer.

Akira se sentó con ellos, sintiendo el calor de su familia.

**Akira:** —Ayer fue un día increíble, pero lo mejor de todo es que estamos juntos, y todos a salvo.

Bulma asintió, mirando a su hija con ternura.

**Bulma:** —Y eso es gracias a ti, Akira. Nos mostraste a todos lo fuerte y valiente que eres.

**Vegeta:** —Hiciste que todos nosotros estemos orgullosos, no solo por tu poder, sino por tu determinación. Eres una verdadera Saiyajin.

Akira, aunque consciente de su fuerza, se sintió conmovida por las palabras de sus padres.

**Akira:** —Gracias... Siempre quise ser tan fuerte como ustedes, y ahora sé que puedo protegerlos, como ustedes siempre lo han hecho conmigo.

Mientras disfrutaban del desayuno, un silencio cómodo envolvía la mesa, pero Vegeta, con el ceño ligeramente fruncido, rompió el silencio con un tono más serio.

**Vegeta:** —Akira, ayer no dije nada porque te vi agotada, pero ahora que lo pienso... ¿Besaste a Broly después de la batalla?

Akira, sorprendida, dejó de beber su té y levantó la vista hacia su padre. No recordaba haber hecho algo así, pero al escuchar sus palabras, un flashback cruzó su mente. En su memoria, el momento en que Broly se acercó a ella después de su victoria y ella lo beso volvió con claridad. Sus mejillas se sonrojaron ligeramente, pero rápidamente se recompuso.

**Akira:** —Yo... sí, lo hice, pero no significa lo que piensas. Estaba tan feliz por haber ganado que no me di cuenta de lo que hacía. No es lo que parece, papá, no tengo una relación con Broly.

Vegeta la miró, cruzando los brazos, claramente confundido y un poco aliviado, aunque seguía esperando una explicación.

**Vegeta:** —¿Así que no hay nada entre ustedes?

**Akira:** —No, papá. No estoy con él de esa manera. Simplemente me dejé llevar por el momento. Fue un error de mi parte y lo lamento si te hizo pensar otra cosa.

Bulma, al darse cuenta de la tensión en la conversación, intervino con suavidad.

**Bulma:** —Vegeta, no es el momento de ponerte así. Akira acaba de salvarnos a todos. Lo importante es que está bien.

Vegeta, aunque todavía un poco receloso, asintió lentamente, sabiendo que no tenía sentido seguir presionando a su hija en ese momento.

**Vegeta:** —Hmph... Está bien, pero no quiero ver ninguna tontería como esa de nuevo.

AKIRA LA HIJA JAMAS CONTADA DE VEGETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora