AKIRA LA HIJA JAMAS CONTADA DE VEGETA.

Dia + algo se acerca

A la mañana siguiente, Akira y Broly se despertaron con la luz suave del sol que se filtraba por las ventanas de su nueva habitación. Ambos se alistaron con calma, disfrutando de la tranquilidad del momento. Akira, a pesar de que aún sentía cierta incomodidad por la decisión de vivir en la Corporación Cápsula, sabía que era temporal y que la compañía de Broly lo hacía más llevadero.

Al bajar a la cocina, encontraron a Vegeta y Bulma ya sentados en la mesa, disfrutando de un desayuno que Bulma había preparado con esmero. Bulma sonreía ampliamente, radiante de felicidad al ver a su hija y a Broly viviendo con ellos. Para ella, la casa se sentía menos vacía ahora que la familia estaba completa nuevamente.

Bulma, animada, les sirvió té y algunas tostadas mientras se sentaban.

Bulma: "¡Buenos días! Qué alegría tenerlos aquí, la casa se siente más viva ahora."

Akira sonrió de manera algo tímida, aún adaptándose a la situación.

Akira: "Gracias, mamá. Es... diferente, pero creo que nos vamos acostumbrando."

Broly asintió en silencio, saboreando la comida mientras observaba a Vegeta, quien se mantenía serio pero relajado. Vegeta, por su parte, no decía mucho, pero era evidente que también disfrutaba tener a Akira y Broly bajo su techo. Aunque no lo expresara con palabras, se preocupaba mucho por ellos, especialmente por el bebé que venía en camino.

Vegeta: "Hmpf... solo asegúrense de entrenar cuando sea el momento adecuado. No quiero que se queden atrás."

Broly sonrió levemente, entendiendo que esa era la forma de Vegeta de mostrar afecto.

Broly: "No te preocupes, Vegeta. Akira y yo estamos listos para lo que venga."

Bulma, feliz por la dinámica familiar, intervino.

Bulma: "Bueno, lo importante es que ahora están aquí, y podrán descansar un poco antes de que llegue el bebé. Además, tenernos cerca ayudará en todo lo que necesiten."

Akira miró a su madre, agradecida por su apoyo, aunque aún no estaba del todo convencida de estar viviendo nuevamente en la casa familiar. Sin embargo, ver lo feliz que estaba Bulma la hacía sentir más tranquila.

El desayuno continuó en un ambiente cálido, y poco a poco, Akira comenzó a relajarse, sabiendo que, aunque la situación no era lo que ella había planeado, estar cerca de su familia y tener a Broly a su lado lo hacía más llevadero.

Después de terminar el desayuno, Vegeta miró a Broly con una leve sonrisa desafiante en su rostro, ese gesto que siempre usaba antes de sugerir una pelea.

Vegeta: "Broly, ¿qué te parece si entrenamos un poco? No quiero que te pongas blando viviendo aquí sin hacer nada."

Broly levantó la vista, su instinto de guerrero respondiendo de inmediato. Sabía que entrenar con Vegeta siempre sería un reto, pero lo aceptaba gustosamente.

Broly: "Acepto, Vegeta. Un buen entrenamiento nunca está de más."

Akira, quien estaba sentada junto a Broly, se emocionó al escuchar la propuesta de entrenamiento. Su deseo de mantenerse en forma y seguir peleando, a pesar del embarazo, la impulsó a intervenir.

Akira (con entusiasmo): "¿Y qué tal si yo también entreno con ustedes?"

Antes de que Broly pudiera responder, Vegeta se cruzó de brazos y frunció el ceño, con un tono firme pero protector.

Vegeta: "No. Estás embarazada, Akira. No es momento para que entrenes como lo hacías antes. Tienes que cuidar al bebé y a ti misma."

Akira miró a su padre con una mezcla de sorpresa y frustración. Aunque sabía que su padre tenía razón, el hecho de que le prohibieran entrenar la incomodaba. Siempre había sido fuerte e independiente, y odiaba la idea de sentirse limitada.