AKIRA LA HIJA JAMAS CONTADA DE VEGETA.

Mis primeros sintomas

Akira dormía profundamente junto a Broly, disfrutando del descanso después de una agotadora noche cuidando a Kaper. De repente, su cuerpo se tensó y se levantó bruscamente de la cama, con una sensación de malestar que no pudo ignorar. Corrió al baño, sintiendo un fuerte asco, y apenas llegó a tiempo antes de empezar a vomitar.

Broly, preocupado, se levantó de inmediato al escucharla.

Broly (con voz suave, acercándose al baño): "Akira, ¿te pasa algo?"

Akira, aún recuperándose, se enjuagó la boca antes de contestar.

Akira (un poco mareada): "Creo que fue la desvelada... me siento fatal."

Broly la miró con ternura, acercándose y acariciando suavemente su espalda.

Broly (con preocupación): "¿Quieres seguir durmiendo? No te ves bien."

Akira suspiró, pero negó con la cabeza, tratando de sonreír.

Akira (con una sonrisa débil): "No, creo que mejor me baño para la comida. Eso me hará sentir mejor."

Broly (asintiendo): "Está bien, Akira. Si necesitas algo, avísame."

Akira agradeció el gesto con una mirada, y mientras Broly regresaba a la cama, ella se dirigió a la ducha, esperando que el agua caliente la ayudara a sentirse mejor para lo que restaba del día.

Mientras el agua caliente caía sobre su cuerpo, Akira dejó escapar un suspiro de alivio, pero su mente no tardó en divagar. Recordó los momentos caóticos de la noche anterior con Kaper, y una leve sonrisa se formó en sus labios mientras pensaba en Pan y Trunks.

Akira (pensando, con tranquilidad): "Lo bueno es que no tengo que preocuparme por bebés... ese deseo de Shenlong fue la mejor decisión que pude tomar."

El recuerdo del deseo que había pedido para no tener hijos por un tiempo le brindó una sensación de paz. Agradecía haber tomado esa decisión, sabiendo que, por el momento, no estaba lista para lidiar con las responsabilidades que conlleva la maternidad. Cuidar a Kaper le había dejado en claro lo complicado que era, y aunque le gustaban los niños, sabía que aún no era el momento para ella.

Akira (pensando, mientras cerraba los ojos bajo el agua): "Aún tenemos mucho tiempo... Broly y yo podemos disfrutar más de nuestra vida juntos antes de pensar en eso."

Sintiéndose más aliviada, terminó de bañarse, decidida a disfrutar el resto del día con Broly y su familia, sin preocuparse por el futuro.

Akira salió del baño, fresca y renovada, mientras se arreglaba el cabello frente al espejo. Justo en ese momento, Broly se despertó, su voz ronca pero cariñosa llenando la habitación.

Broly (con una sonrisa): "Hola, mi amor. Qué guapa te ves."

Akira lo miró a través del espejo, una sonrisa suave apareciendo en su rostro.

Akira (en tono juguetón): "¿Ya te despertaste? Bueno, ahora levántate y ve a bañarte para que podamos bajar a comer, ¿sí?"

Broly asintió, se incorporó lentamente y, antes de dirigirse al baño, se inclinó para darle un beso suave en los labios.

Broly (con ternura): "Está bien, ya voy."

Con esa sonrisa traviesa que solo le mostraba a ella, Broly entró al baño, dejando que el sonido del agua corriendo se mezclara con la calma que ambos sentían. Akira se terminó de arreglar, lista para el día que tenían por delante, mientras pensaba en lo bien que se sentía estar en su hogar, en paz y acompañada de la persona que amaba.

Cuando Akira y Broly terminaron de alistarse, bajaron a la sala, donde se encontraron con una escena curiosa. Vegeta estaba sentado en el sofá con Kaper en su regazo, ambos mirando la televisión, que transmitía unos dibujos animados llenos de colores brillantes y personajes exagerados. Vegeta, con el ceño fruncido, claramente no estaba impresionado.