- ¿está todo bien? – pregunto Percival al verla aun recargada en la puerta.
- Todo está bien – respondió sin verlo a los ojos, su corazón estaba vuelto loco, reunió valor y se adentró en su propia habitación no sin antes poner seguro de forma disimulada, no quería que nadie los interrumpiera en una situación difícil de explicar, camino sin ver al caballero y se sentó en su silla – pondré esto primero y luego seguiremos sino te molesta - Le explico mostrando las fresas en sus manos.
- Adelante, tomate tu tiempo -.
Se sentía nerviosa con él ahí, sabía que hacer la prueba esta noche sería difícil para ella pero estaba decidida a hacerlo, aun así la idea de Percival tocando aquel lugar misterioso la ponía ansiosa, decidió dejar eso para después y se concentró en su trabajo.
Despejo su escritorio y comenzó a colocar sus herramientas, mortero, mechero, colador, cuchillo entre otros. Tomo las fresas y las limpio partiéndolas en pequeños trozos, tomo un pequeño recipiente aprueba de fuego y las puso ahí sobre el mechero con un poco de agua.
- ¿Qué estás haciendo? – a su lado Percival observaba sobre su hombro.
- Necesito que las fresas estén blandas para molerlas, hervirlas las convertirá en una especie de papilla más fácil de tratar – menciono sin dejar su trabajo – además es como crear jalea – bromeo mientras tomaba un poco de la mezcla caliente con un dedo y lo probaba.
Percival la imito - ¡Quema! – grito mientras se llevaba el dedo untado de rojo a la boca.
- Perdona por eso – comento apenada – debí advertírtelo -.
- Peo ta ico – logro decir aun con el dedo en la boca – eta duce -.
- Aunque las fresas no son la fruta con más azúcar pueden ser muy dulces – indico mientras retiraba la mescla resultante del mechero y lo ponía en el mortero comenzando a moler – la verdad es que es un alimento muy completo, si comenzara a contarte todas sus propiedades no terminaría en un buen rato – coloco la masilla resultante en una pequeña bandeja de cristal – de cierto modo me recuerdan a tus poderes, los beneficios que tienen para la salud me hacen pensar en tu habilidad para sanar, tal vez no tenga mucho que ver pero no puedo evitar compararlos -.
- ¿entonces cuando comes fresas piensas en mí? -.
- Así es – tomo una pequeña porción de la masilla con la punta del cuchillo para agregarla al tubo de ensayo frente a ella.
- Entonces te daré muchas fresas para que siempre pienses en mi -.
Nasiens se congelo sintiendo como su rostro se coloreaba en el acto, giro el rostro para encontrarse con la sonrisa de Percival a su lado, no supo que responder ante eso, tu ya estás en mi cabeza todo el tiempo, sus pensamientos fueron sinceros y decidió regresar a lo que hacía, aun sentía la mirada de Percival fija en ella, agrego lo necesario a la mezcla y vio como comenzaba a cambiar de verde a rosa – esto será suficiente – murmuro sin verlo aún – solo debo esperar un rato para que todo se asiente bien – giro en su silla pero retrocedió de inmediato, no se había dado cuenta de lo cerca que Percival estaba, un poco más y sus narices hubieran chocado.
- Es mi turno entonces – dijo con una sonrisa en el rostro y regresando a la cama.
Los nervios la carcomían por completo, presto atención a lo que hacía y noto algo que antes había pasado desapercibido - ¿Qué es todo eso? – pregunto al ver algunas cosas en su cama.
- Lo que voy a utilizar – anuncio mientras tomaba una toalla grande, camino con ella hasta estar tras Nasiens y se la puso encima, ella solo veía extrañada su actuar ¿Qué estaba planeando? – quiero tocar tu cabello – dijo al fin.
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¿Puedo Tocarte?
FanfictionNasiens no estaba segura de lo que era "ser una chica" la verdad era complicado en muchos sentidos, pero lo averiguaría, después de todo no estaba sola en esta aventura, sus amigos la acompañaban. Descubriría todos los misterios que su cuerpo oculta...