Capítulo 33

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Había muchas cosas a tener en cuenta cuando te vestías, siendo una chica la ropa interior era algo muy importante a lo cual prestarle atención.

Se quedo quieta solo con ella puesta en medio de aquel cuarto de baño mientras pensaba en cómo resolver su dilema. Realmente no había forma de culpar a Percival cuando se vio en la necesidad de vestirla gracias a que ella misma había hecho estragos con su propia ropa aquella noche hace casi una semana, pero una cosa es que alguien haga algo por ti según lo que cree mejor y otra es hacerlo tu misma.

Nasiens estaba cruzada de brazos vestida solo con bragas y sostén viendo fijamente las prendas que había dejado en el lavado, no sabía qué hacer. Una de las ventajas de su pijama era la tela cómoda pero lo suficientemente gruesa para cubrir bien su pecho, la ropa de Percival era demasiado delgada para hacerlo, se vería, definitivamente sus senos resaltarían a través de ella.

Al ser una chica de senos pequeños contaba con algunas ventajas, dormir sin sostén era una de ellas y su pijama amarillo los ocultaba muy bien, cuando Percival la vistió nunca se detuvo a pensar si "algo" se había marcado a través de la ropa con tantas emociones de por medio pero ahora tenía tiempo más que suficiente para ser consciente de la posibilidad.

Suspiro cansada, debía dejar de darle tantas vueltas a las cosas, tomo la camisa y se la coloco sobre el sostén deportivo, había comenzado a usarlos desde el incidente del crecimiento, aun los mantenía en caso de que se repitiera, además la comodidad no podía discutirse. Se vio al espejo una vez la camisa fue colocada, le quedaba grande, muy grande, le llegaba un poco más abajo de sus pantalones cortos casi simulando un vestido. No pudo evitar sonrojarse al verse con ella, ¿Qué estaría planeando hacerle Percival?

La cantidad de posibilidades le daba vueltas, estaba ansiosa, nerviosa, asustada pero sobre todo... impaciente, se sentía impaciente por descubrir lo que Percival quería hacerle, se relamió los labios sin darse cuenta ante las posibilidades que surcaban su mente, ¿Percival querría tocarla de alguna nueva manera?, no podía desestimar esa posibilidad, ¿De qué manera iba a tocarla...?

Detuvo su línea de pensamiento de golpe, ¿De cuándo acá ella ansiaba tanto ser tocada por él?, aceptaba que quería que la tocara pero ¿De dónde venía esa impaciencia?

Se tiño de rojo al darse cuenta de sus pensamientos, ella había decidido ser sincera con sus sentimientos pero nunca imagino que eso la llevaría a desear tanto que Percival la tocara de cualquier manera, sin duda estaba acabando con ella lentamente.

Respiro hondo tratando de calmarse, ya se había tomado demasiado tiempo ahí, debía vestirse y salir al encuentro con su amado caballero...

Se palmeo el rostro aún más avergonzada.

—¿Por qué le digo así...? —era vergonzoso aunque nadie la escuchara, sus sentimientos por Percival no parecían querer detenerse tomando el control no solo de sus pensamientos sino también de sus palabras.

Suspiro resignada, que se le iba a hacer, ella estaba más que enamorada de Percival... sonrió al recordarlo, poder pensarlo y decirlo con claridad se sentía bien, demasiado bien la verdad.

Era mejor apresurarse antes de que Percival se impacientara y tratase de ir por ella, solo le faltaba...

—Esto no va a funcionar... —dijo a la nada mientras sostenía la última prenda entre sus manos.

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Estaba sentado con las piernas cruzadas sobre la cama, tarareaba alguna melodía al azar mientras esperaba el regreso de Nasiens que parecía estarse tomando su tiempo en el baño.

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